No sé cuánto tiempo pasé en ese vestidor, pero solo me senté a llorar por un momento, tapando mi boca con mis manos para que nadie me escuchara como una gran perdedora. No vivía algo tan humillante desde los horribles momentos en la escuela y creo que ni en esa época tuve que mostrar mi cuerpo de tal manera. Recordaba las risas de mi hermana y de las demás chicas. Por supuesto que Fernanda iba a buscar la manera de reírse de mí y hacerme sentir mal. Recordé cuando una vez le conté mis problemas en el colegio y ella ni me escuchó, simplemente se puso a hablar de sus amigas y de lo genial que era ella. Lo peor fue ver la cara de Brandon, por más que dijera que no me importa, él era el único hombre ahí y evidentemente le desagradó mi vestido, su cara era como si viera un espanto. Evidentemente, si me costó meterlo, sacarlo iba a ser una lucha titánica también. Me aventuré a caminar hacia donde estaban todos, quizás Eva o Annie podrían darme una mano, ojalá me encontrara a algunas de
—Baby… amiga querida de la vida ¡Ady! Realmente estás estresada por esta situación. ¡Es increíble! Nunca te había visto así… jamás pensé encontrarte así—dice Billy. Él es una de las personas que más quiero en el mundo y está en la ciudad. Se tomó unas vacaciones debido a la boda de Annie y para estar con toda la familia, iba a estar por un tiempo, y honestamente yo no podría ser más feliz. Realmente todos quieren a Annie y quieren complacerla en su boda. Billy está cada vez más atractivo, es el típico chico despreocupado, con zapatos deportivos. jeans rotos y camisetas con diseños divertidos. Incluso tiene un arete en la oreja, el cual se quita al entrar en su oficina. Desde que llegó los pocos momentos que tengo con él son de felicidad. Vamos al cine, salimos a bailar, lo acompaño de shopping y nos juntamos a cenar con Lizzie que también lo adora. Este es como mi pequeño pedazo feliz, con la gente que adoro… si solo esta fuera mi vida siempre, pero no… un mayor porcentaje era rui
Me dispongo a recorrer la casa huyendo de él, cuando salgo a un pequeño pasillo, buscando como volver a la reunión, me topo con Brandon. Dios mío, así se debe sentir una gacela cuando se encuentra con un gran depredador. Y yo no soy ágil como una gacela, todo lo contrario. Puedo ver su expresión de molestia, sus ojos echan fuego mientras me observa, sin dejarme chance a dar un paso atrás. Él se acerca más y veo como tiene la quijada apretada, sus cejas casi unidas, su hermoso rostro parece una mueca. —¿Realmente Adelaida? Honestamente… no lo puedo creer… si no lo hubiese escuchado de Mike mismo… pensaría que es una broma —me dice con incredulidad.—¿En serio te desagrado tanto, te molesta tanto tenerme cerca? ¿Prefieres estar lejos de mí y arruinar una buena oportunidad en tu trabajo? ¿Prefieres tener problemas con tu jefe, dejar al cliente? ¡Cualquier cosa por no tenerme cerca!— debo decir que son buenas preguntas para las que, obviamente, no tengo respuesta. —¡Dime Adelaida! ¡Por
Yo aún recordaba su boca en la mía, sus manos en mi cuerpo y era una pesadilla, una pesadilla en la vida real. Imaginarme recordar eso por años iba a ser una tortura. Por supuesto que no estaba completamente libre, podía escuchar los pasos de Brandon atrás de mí, siguiéndome, llamándome. Otra vez, no debe estar acostumbrado a que una mujer se aleje de él, mucho menos luego de compartir un beso. ESE beso tan… fantástico. Dios mío, nadie me había besado así antes y esa idea me atormenta. —Ady… espera… por favor… espera— lo escucho decir y en cuanto menos lo pienso, me toma el brazo suavemente. Su cara está sonrojada, y me da una mirada extraña. ¿Dolor quizás? Su mano se presiona suavemente en mi brazo, sus dedos levemente acariciándome, un toque minúsculo, pero lleno de intenciones, como si aprovechara cualquier ocasión que tiene de tocarme. Es enloquecedor. —Por favor no te vayas… así… yo… Ady— me dice con la respiración entre cortada. —¿Cuál es tu problema conmigo? ¿Por qué de repe
Si algo tengo que reconocerle a Brandon es que al menos escuchó mis pedidos. Los días pasaron y su comunicación conmigo estuvo estrictamente relacionada con el trabajo y con eso también disminuyó su intensidad. Tuvimos algunas reuniones, hizo comentarios generales, algunos pedidos, pero nada más.. Era como un fantasma, yo, y él hacía como que no me veía, no vayan a decir que parece loco. Era lo que quería, ¿no? Realmente se lo había pedido y mágicamente, esta vez si me había escuchado, por fin. Estaba tranquila, no super feliz, pero tranquila. Mi vida volvía ser la misma, mi corazón se calmaba, mi mundo daba sus pesadas vueltas, aburridas, relajadas, sin muchas expectativas. Les había contado a mis amigos que me había besado con Brandon y realmente todos teníamos algunas teorías: quizás él quería probar estar con alguien conocido, o quería enmendar sus errores conmigo. Con todo y que Billy odiaba a su primo, hasta él consideraba que Brandon no me quería hacer mal, simplemente esta
Después de ese acontecimiento, y los que se vendrían después, me di cuenta de varias cosas. La primera era que Brandon era realmente bueno en lo que hacía, realmente bueno. Yo siempre había sabido que era un chico inteligente, por encima de muchos de los hombres que había conocido, pero era realmente sorprendente su habilidad con los negocios. Sabia como hablar a clientes, a otros jefes, a sus equipos, todo. No era el tipo más cálido o alegre del mundo, pero era objetivo y sinceramente justo. Lamentablemente, tenía que entender por qué todos hablaban de él y generalmente bien. La realidad es que con todos era serio y tranquilo… pero conmigo era un glaciar. Me repito mentalmente, cada vez que esto sucedía, cada vez que me miraba mal, cada vez que él pasaba y ni me saludaba: yo así lo quise, yo le pedí que me dejara en paz. Él está haciendo exactamente eso. Y como ya dije que él era realmente bueno en lo que hacía, también tenía que reconocer que usualmente Brandon tenía razón. Dijo
Los días mejoraron y Brandon me saludaba, era cordial y debía decir que los ánimos se habían calmado sustancialmente. Él no volvió a hacer propuestas de salir ni a acercarse a mí de otra manera más que meramente profesional así que yo estaba de verdad contenta. Más bien lo veía con mayor frecuencia en temas relacionados con la boda de Annie, y menos en la oficina. Creo que realmente tenía mucho trabajo que hacer y se le había olvidado la obsesión con este pequeño departamento que incluía una diseñadora que él solía conocer. Deben ser cosas del destino, pero creía merecerme este viaje a Aspen, había pasado muchas cosas en Atlanta, especialmente para poder hacerme notar, y sentía que lo había logrado. Jamás imaginé que por un cliente iríamos a viajar, menos a un lugar como este, pero realmente estaba emocionada, tanto que intentaba ocultar mi sonrisa. ¡Yo! ¡Adelaida! ¡Viajando a Aspen por trabajo! En pocos días estábamos en Aspen, y desde que llegamos al aeropuerto estaba impresionad
—Ady… ¿Estás bien?— decía viniendo a mi lado mientras Katie estaba a lo lejos riéndose de mí intentando disimular sus carcajadas, sin mucho esfuerzo de su aparte la verdad. ¿No podía haberse perdido este embarazoso momento?—Ahh… si si no fue nada la verdad— digo yo. —¡Cayó como una piedra redonda y pesada!— escuchaba a Katie decir entre risas. Estoy tan roja de la vergüenza que debo aparecer un tomate redondo y maduro. —Claro que no, fue algo estrepitoso, te vi caer muy mal… ven vamos a revisarte— dice él mientras me mira con angustia, sus ojos pasándose por mi cuerpo, yo aun en el suelo sin poder pararme. Él mismo me quita las botas que están unidas a la tabla y no puedo dejar de sentir un ligero dolor.—¿Te duele Ady? ¿Dónde? Dime por favor— me dice acercándose a mí y yo niego. Veo a Katie de reojo que se acerca a mí en tanto me mira con desagrado, especialmente por la atención que él me da ¡Mujer, yo no quiero su atención! Grito internamente. —Creo que deberíamos llevarla adent