NICOLLELos días pasaron y poco a poco había recordado algunos fragmentos de mi pasado, tenía una hermana mayor, unos padres. Ivan se había comportado muy bien conmigo, mi cuerpo ya estaba casi sanado, mis cosquillas ya no dolían, los rapones y moretones iban desapareciendo.—Déjame ayudarte con eso Ivan —dije al verle extender la ropa húmeda.—No, Nicolle vuelve acostarte.—Ya estoy casi recuperada, quiero ser útil. Tú me alimentas y consigues ropa para mí, por favor déjame ayudar aunque sea con eso. —el sonrió.—Está bien, iré a terminar el almuerzo. Ubaldo no debe tardar en llegar y ese viejo es más fastidioso cuando tiene hambre —reí y el entró a la casa, mientras yo me acerqué a la cesta de ropa húmeda y limpia. En la cuerda habían unas sábanas que se lavaron ayer ya estaban secas. Recogía las sábanas de la cuerda de tender para tener espacio, de verdad quería recordar todo mi pasado y por más que lo hacía nada venía a mi memoria, solo el bello rostro de aquel hombre que se sup
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