Sia Desperté contenta, abrí los ojos y... momento, ¿por qué estaba en mi habitación? Perfecto recuerdo haber caminado hasta los brazos de Ethan, bueno, no literal, pero sí que cerré los ojos abrazados a él, para asegurarme que no había soñado nada de lo que dijo. Vi el reloj y aún era temprano, por eso no había sonado la alarma, esto no estaba bien, así que avente el edredón y salte de la cama, no, esta ocasión no dejaría que fingiera demencia. Tocar a su puerta, no..., olvide las reglas, al demonio con ellas, no estaba en a la vista, así que sin más gire la manija y me metí al baño, me carcajee. Lloyd estaba enjabonado y con un ojo abierto volteo a ver quién interrumpía su sagrado momento, él al estar de espaldas no se veía nada, además los vidrios de la regadera tienen una franja que arruinan la vista. Con todo y eso, me di cuenta de mi comportamiento tan abrupto, me acaloré, porque ese cristal era lo único que impedía ver la anatomía de ese hombre, que se encuentra plagando m
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