Sia Le pido que no se me acerque y el cumple al menos con esa simple petición; sin embargo, no me deja sacarlo de mi mente, desde el primer día, se ha ocupado de que la casa está abastecida, ya tocaba que fuéramos a comprar los víveres. A mi puerta llegan desde el desayuno, la comida y la cena, quién más sino él que sigue al pendiente de que siga respirando, intento sustituir este sentimiento por el antiguo odio que sentía por él. Pero ni siquiera puedo, los días pasaron y por fin Ross, me hace entrega de una tarjeta que está a mi nombre y tiene fondos, sé que ellos tienen mi pasaporte, ahora lo que me queda es sacar una copia, por extravío. La espera es un pesar, ojalá todo caminara más de prisa, el papeleo que Albert, está llevando a cabo, llevará tiempo, me advirtió. Estoy tentada a buscar una excusa que ni siquiera Angus pueda reusar, para poder salir de su radar, porque los últimos días al salir a caminar tengo esa sensación de estar siendo observada, solo que no he logr
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