Los gritos alcanzaron cada rincón de la casa, sacudiendo a todosSara fue la primera en llegar a Nina, seguida de Magnolia, que fue empujada fuera del cuarto por Felipe, que llegó un poco tarde pero justo a tiempo para evitar que la niña viera a su madre en ese estadoDante seguía parado en medio de la habitación, intentando adivinar qué había sido eso tan malo que había dicho para ponerla de esa maneraY, por supuesto, el padre de Dante, su secretario y sus invitados también se sobresaltaronQuién más se estremeció fue Mauricio, que conocía a la perfección ese grito, que estaba tan grabado en él como en NinaQuizás fue en aquel momento, años atrás, cuando se dio cuenta de que, en realidad, no quería provocarle más dolor a esa joven, que se desgarraba en cuerpo y alma para dar paso a una nueva vida- ¿Qué sucede? – preguntó Salvador, tomando del brazo a Carlos, que quería salir corriendo escaleras arriba- Nn… no lo sé – miró de reojo hacia la dirección del cuarto de Nina sin darse cu
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