Años atrás, o incluso tan solo unos meses antes de la muerte y la invalidez de Julieta, Magnolia no podía salir de la mansión por cuestiones de seguridad.Ser la hija del General Domoniccie, aún la definía de cierta manera como un blanco para quienes tuvieran diferencias con Salvador, al menos ya no tenían que temer a las personas más cercanas, así que luego de llevar a su terapia, Nina pasó la tarde con la pequeña en una plaza cercana.Lamentablemente, para Nina la panza de ocho meses de embarazo le volvía imposible seguirle el ritmo a la niña que, entusiasmada, corría por todo el lugar, así que luego de tan solo una hora, emprendió el regreso a casa.Claro que durante todo el camino se la pasó pensando cómo seguir evitando al General y optó por esconderse en su estudio.— Dani ¿Sigues ocupada? — Nina, ya son las doce de la noche.— No me puedo dormir.— Ponte a leer.— Dani ¿Puedo ir a verte?— No jodas Nina, estaba durmiendo.— Nunca duermes temprano.— No es temprano.— Pero… pero
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