El cielo nublado le hacia sentir aun mas miseria de la que sentía. Las gotas de lluvia comenzaron a caer una a una hasta cubrir en su totalidad la calzada por la que sus pasos cansados se apresuraban a llegar a aquellas oficinas en donde, una vez más, tendría una entrevista de trabajo. Las nubes grises presagiaban una tormenta, una de la que, quizás, Emma Brown no podría escapar. Llegando al lugar, se sentó en uno de aquellos incomodos sofás mientras miraba la cantidad de mujeres que aspiraban al mismo puesto. Intentado no desanimarse, con ilusión, esperaba junto al resto de las chicas en aquella pequeña habitación esperando su turno para su nueva entrevista laboral, mientras oraba por esta vez conseguir el empleo que necesitaba con premura. Era un pueblo pequeño, no demasiado urbanizado, y, por supuesto, sin demasiadas oportunidades, alejado de la gran ciudad en donde algún día pretendía vivir. Esperanzada, miraba como las chicas iban pasando una a una mientras se acariciaba las mano
Leer más