—Siéntate —Dante dijo firmemente, señalando una de las sillas, borrando de la nada aquella sonrisa que se había formado en su frío rostro. Kendal obedeció y se sentó en ella.—Preparé algo para ti, quiero que lo comas todo, ¿de acuerdo? —él pudo formar y colocar un plato con comida frente a Kendal. Le tendió un tenedor, y Kendal tímidamente lo cogió. Llenó un vaso con jugo de naranja y lo dejó junto al plato. Kendal descubrió todo, sintiendo el olor de la comida, viendo lo bien que se vio, y notando también, como Dante tomó asiento junto a él, pero no comía, no pretendía hacerlo. Lo olio una vez mas; pan tostado, huevos revueltos, queso y mantequilla derretida sobre una pieza de pan. Eso además del jugo de dulce de naranja.—¿Te quedarás mirando la comida y no comerás? —Dante preguntó al notar que Kendal llevaba varios minutos mirando su comida, sin probar nada. Alzó una ceja y lo cuestionó— Si lo que te preocupa es que pueda tener algún tipo de droga, no te preocupes, ¿de acuerdo?
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