El sonido de un celular sonó, logrando así que Thalía por fin lograse abrir los ojos. Estaba muy cansada, dolorida y con mucha hambre. A tientas, busco entre las cobijas su teléfono, y cuando sintió la vibración en su estómago, lo tomo con dificultad. Sin ver, apretó dos veces el botón de encendido para que el sonido dejara de reproducirse; probablemente era su alarma.Tenía la boca seca. Sentía que la garganta le quemaba, y no le gusto en lo absoluto la sensación que se traía en ese momento en la lengua, como si la hubiera pasado por un rayador, le escocía.Frunciendo el ceño, gimió en la cama y se negó a querer abrir los ojos. No tenía ganas de absolutamente nada, no quería ir a trabajar y enfrentar a su jefe, la carta y el ascenso. Simplemente no estaba de ánimos para enfrentarse a nada de eso, y su cuerpo no le estaba respondiendo, así que intento seguir dormida.Se dió la vuelta en la cama, pero fue un gran error, porque lo siguente que supo es que se encontraba tirada en el frío
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