La última reunión en la casa de los Holmberg todo se había salido de control, Daniel metió la pata sin querer, dejando al descubierto la vida secreta de Kiya delante de su madre, quien no le perdona por correr en una Plataforma como loca desquiciada, demente, troglodita (hay perdón me ofusque, pero la muchacha se lo merece).Para la señora Elena, su pequeña niña, a la que ha cuidado con tanto amor y dulzura al parecer llevaba una doble vida de la cual no estaba enterada. Sus hijas eran su vida entera, siempre estuvo al pendiente de cada una, complaciendo sus gustos y expectativas: Ahora Kiya y su esposo la habían dejado fuera de la jugada, así que no se la pondría tan fácil a ninguno de los dos, si querían su perdón, les costaría mucho trabajo, pero mucho, esto era algo que no se los perdonaría jamás. Pero sabía exactamente a donde darles para que les doliera tanto como ella.En el pasado reunión tras reunión, buscaban la manera de que los chicos entendieran que lo que se venía no era
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