Llegar a Willemstad, Curaçao fue realmente gratificante, estaba haciendo muchísimo calor, pero nada que no se pudiese soportar, además de untarme buena cantidad de protector, y mi sombrero. —Vamos —Aleksander me ayudo a subirme al ferri que nos llevaría a la orilla de la isla para empezar con esta aventura—, ¿Cómo te sientes? —Estoy nerviosa y ansiosa. Aleksander asintio dándole un trago a su botella de agua. — Comme il fait chaud! (¡Que calor está haciendo!) — Oui, ma chère, il fait très chaud, mais ce n'est pas un obstacle pour profiter de cette merveille (Si querido, está haciendo muchísimo calor, pero eso no es impedimento para disfrutar de esta maravilla) Aleksander me miro impresionado. — wow ! vous parlez français ! (Wow, ¡hablas francés!) —Oui! (Sí) Al llegar a la orilla, tomamos un auto rentado y nos dirigimos a comer algo delicioso, Funchi como plato de entrada, el cual era una papilla espesa de harina de maíz que se sirve tradicionalmente con guisos y pescado realme
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