Todos los capítulos de El Hijo Desconocido del CEO: Capítulo 31 - Capítulo 40
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Capítulo 30
Podía recordar claramente la forma en la que ataqué sus labios en el club, no estaba borracha ni mucho menos y recordaba todo.—Lo sé —contesté con suavidad mientras me detenía frente a él.—¿Te arrepientes? —cuestionó con suavidad y negué.—¿Está mal que lo quiera volver a hacer? —él negó —pero fuiste quien básicamente arruinó mi vida para mantenerme aquí.—¿Realmente arruiné tu vida? —cuestionó de forma filosa y esperó que analizara sus palabras.—No, la verdad ayudaste en casi todo.—No podía ir a invitarte a cenar y luego dejar que te fueras a casa sola y desprotegida. Eso pondría en peligro tu vida y la de tu hijo siendo quien era yo, si demostraba interés sin poder tenerte protegida alguien vendría y te tomaría como moneda de cambio o tal vez como venganza.Él se sentó correctamente en la cama y rodeó mi cintura con sus brazos para acercarme a su cuerpo y meterme entre sus piernas de pie.Él era realmente alto, porque incluso sentado su rostro daba en mis pechos y no se molestó
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Capítulo 31
No había recordado la última vez que vi a Adam sonreír y divertirse tanto como lo había hecho. Había buscado en mi cabeza momentos como este en el que la sonrisa le había partido la cara a la mitad, pero no los encontré, la mayoría de las veces su rostro estaba serio y pensativo. Hoy todo eso cambió, su euforia fue la de un niño real. Adam y yo subimos a todos los juegos que encontramos con el pase libre que teníamos, habíamos tirado pelotas hacia objetivos, habíamos subido a la montaña rusa y a un montón de juegos más de los cuales no recordaba el nombre. Y en todo momento ambos estuvimos tan felices y emocionados. Comimos un montón de dulces, como algodón de azúcar, gomitas y otras tantas chucherías como palomitas. También comida chatarra que encontramos en cualquier puesto y a la hora del almuerzo uno de los hombres de Khail llevó comida de algún restaurante para que pudiéramos almorzar antes de seguir. Todo fue sumamente placentero y el pequeño y yo terminamos hechos un desas
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Capítulo 32
Dalia DavisEstaba segura de dos malditas cosas. La primera: No estaba en mi habitación. Y la segunda: Alguien estaba detrás de mi aferrándose a mi cintura como si la vida se le fuera en ello. Lo peor es que yo estaba tan cómodamente entrelazada que sabía que solo podía ser una persona; Khail. Traté de zafarme de su agarre, pero su brazo me sostuvo en mi lugar y un gruñido suave y ronco me erizó la piel por completo. —Quédate donde estas, fierecilla, la alarma ni siquiera ha sonado. Dios mío, su voz ronca de recién levantado era el maldito infierno. Todo mi cuerpo se tensó y sentí mi coño apretarse contra la tela pegajosa de mis bragas recordándome que no me había limpiado anoche. Jesús, había quedado casi desmayada. Ese orgasmo parecía haber drenado toda mi energía y ahora que ya aparentemente la había desbloqueado, se excitaba de nada. Aunque ciertamente la voz de este hombre no era exactamente de nada y menos cuando tenía ese tono ronco que me hizo delirar. Era demasiado t
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Capítulo 33
Khail Petrov Dalia estaba bajando la guardia conmigo y aunque parecía considerablemente nerviosa a mi alrededor, no estaba ni a la defensiva ni molesta por tenerme cerca y lo agradecía. Sabía que de aquí en adelante las cosas cambiarían para bien y consideraba que había sido por la conversación tan asertiva que habíamos tenido durante el fin de semana. Ciertamente la comunicación lo era todo en una relación. Una sonrisa bailó en mis labios al recordar la forma tan bonita en la que se deshacía cada vez que la tocaba o la forma en la que se estremecía cada vez que me tenía cerca. Era simplemente alucinante saber que la mujer reaccionaba a mi toque de la misma forma en la que lo había hecho años atrás y no veía la hora de tenerla debajo de mi cuerpo suplicándome que la folle jodidamente bien. Un suspiro lleno de frustración escapó de mis labios al sentir la erección presionando contra mis pantalones. Mi atención se vio desviada por la puerta siendo abierta y levanté mi mirada para
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Capítulo 34
—A la m****a, no pienso trabajar hoy. —¿Qué? ¿Por qué? —cuestionó ella dejando sus carnosos labios entreabiertos una vez hizo sus preguntas. —Porque en lo único que puedo pensar es en el olor de tu coño y el tenerte doblada sobre mi escritorio, nadie puede trabajar así. Rápidamente me puse de pie y tomé mi teléfono para ponerlo en mi bolsillo. Tomé el teléfono sobre mi escritorio nuevamente y marqué una extensión rápidamente. —Cancela cualquier cosa que tenga para hoy, me voy. Y luego colgué sin molestarme en escuchar la respuesta desde el otro lado. —Camina, tu vienes conmigo —le avisé mientras me movía hacia la puerta y salía sintiéndola seguirme. Pude notar que Yani nos observaba mientras Dalia recogía sus cosas y luego la tomé de su mano libre para llevarla hacia el ascensor. —¿Y qué se supone que vamos a hacer hoy? —cuestionó suavemente mientras las puertas del ascensor se cerraban. —Yo voy a liberarme una y otra vez pensando en ti, no sé tú —señalé mi miembro mientras
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Capítulo 35
Khail Petrov Dalia había estado mirando mientras yo me masturbaba por ella. Debía admitir que por un momento me paralizó el pensar que pudo haberme reconocido, pero el tatuaje que ella había arañado y había lamido en la ducha mientras se adentraba conmigo en ella, era el de mi espalda y se había mantenido a salvo de ella mientras yo me jodía con mi propia mano imaginando que era su coño húmedo. Salí rápidamente de la ducha y me sequé para ir hacia mi habitación y colocarme un par de pantalones negros y una camiseta con mangas de color blanco. No me apresuré en vestirme, ya que sabía que ella estaría encerrada en su habitación tratando de entender el por qué se había metido a mi habitación cuando sabía claramente lo que yo estaría haciendo. Y que me jodan si eso no me puso duro otra vez. El saber que ella estuvo mirándome y se excitó considerablemente mientras me escuchaba jadear por mi orgasmo. Una sonrisa traviesa atravesó mis labios mientras me dirigía hacia el pasillo con mi
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Capítulo 36
Dalia Davis Nunca pensé que estaría rodeada de este tipo de personas. Cada vez que mis ojos lograban moverse en algún punto de la sala las caras familiares que observaba en la televisión me recibían.Aliados de políticos, mujeres importantes. Incluso la esposa de un senador estaba del otro lado de la mesa con un vaso de cristal con un líquido ambarino que claramente era algún whiskey caro.No me sentía fuera de lugar. Con la ropa que llevaba cualquiera podría confundirme con una de esas mujeres.Lo que me hacía sentir incómoda era el objeto en mi interior. Aunque daba gracias a dios porque Khail me había dado un merecido descanso.No sabía cuantas veces había subido y bajado del éxtasis sin poder llegar a la meta final.Alrededor de la mesa se movía, mucho, mucho dinero. Y estaba viendo como Khail perdía frente a estas personas cada centavo que tenía en fichas.Y él no parecía lo más molesto en lo absoluto. Solo se dedicaba a sonreír suavemente cuando alguno de los presentes se emoci
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Capítulo 37
El agua caía por mi cuerpo aliviando el calor que sentía. Mi sangre se sentía como fuego líquido y mi piel se sentía tan ardiente, como si lava líquida se deslizara por ella envolviéndome en un calor sofocante que el agua fría de la ducha se estaba demorando en disipar. Mis manos estaban apoyadas sobre la pared de azulejos del baño y mi cabeza estaba inclinada hacia adelante sintiendo las gotas deslizarse por mi cuerpo desnudo. Y pronto las lágrimas comenzaron a descender sin detenerse. Mis ojos se cerraron mientras las lágrimas se deslizaban sin consentimiento alguno confundiéndose con las gotas de agua. No me sentía mal por nada de lo que había pasado. Ni siquiera me molestaba que Khail no me hubiera follado, después de todo era un juego que estaba dispuesta a jugar. Lloraba por la melancolía que me había envuelto al entender que ya no estaba sola, para bien o para mal, por decisión propia o no, ya no solo éramos Adam y yo contra el mundo. Khail estaba cuidando de mí. Y había
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Capítulo 38
—¿Sucede algo? —cuestionó tomando mi rostro rápidamente.Negué lentamente y le di una pequeña sonrisa mientras elevaba mis manos para colocarlas encima de las suyas que se encontraban calientes sobre mi rostro.—Estoy bien —admití.Y realmente lo estaba, mis lágrimas no habían sido de tristeza.—Estabas llorando —puntualizó —tienes la nariz roja y las mejillas sonrosadas ¿hay algo que pueda hacer por ti? —yo negué lentamente.—Es solo que me dio algo de melancolía, creo —él enarcó una ceja sin poder seguirme —hacía demasiado tiempo que nadie cuidaba de mí.El reconocimiento brilló en su rostro cuando mis palabras cavaron en su mente. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios y se inclinó para besar suavemente los míos.—Hace mucho tiempo que debías ser cuidada. Te has dejado de lado desde que tu madre enfermó, es justo que alguien se haga cargo de cuidar de ti cuando tu has pasado la mitad de tu vida cuidando de otros.Mis manos soltaron las suyas y lo rodeé con mis brazos por su cin
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Capítulo 39
Habían pasado varios días desde la última vez que estuve en la oficina. Khail había esperado a que la nueva administradora se acostumbrara al entorno y comenzara a trabajar antes de él regresar para ver que tan bien lo había hecho en su ausencia. Durante esos tres días había permanecido en la casa totalmente sola mientras Adam estaba en la escuela y Khail salía a arreglar los negocios que hacía por debajo de la mesa. Lowen no había vuelto a aparecer y Helan solo se paseaba a veces por la casa. Aparentemente su principal trabajo era mantener en orden los casinos que estaban a cargo de Khail. Ni siquiera sabía que tan lejos se expandía su dominio y no creía llegar a saberlo nunca. Él solo parecía involucrarme en su vida legal y ciertamente lo agradecía. No del todo. Pero eso mantenía mi mente a salvo de un forma u otra. Adam por su parte estaban tan feliz y centrado. Una vez llegaba de la escuela se duchaba, almorzaba, hacía sus tareas y luego se iba a su nuevo estudio a pintar. Ha
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