El camino de vuelta al departamento de Nero fue en completo silencio, para salir de ese parque fácilmente nos demoramos como una hora y media, ninguno de los dos podía dejar de llorar, al final yo creo que fueron las lagrimas las que se agotaron primero que pudimos tomar un taxi de regreso, en todo el camino iba sujetando su mano. Al llegar todo continúo siendo silencio, solo se vio interrumpido cuando Sali corriendo al baño una vez estuvimos adentro, había estado aguantando las ganas de sacar lo poco que había cenado la noche anterior, Nero no me siguió, pero cuando regresé a la sala, lo vi en la cocina preparando un té, así como el desayuno que no habíamos tomado. — Tienes que alimentarte bien— me dijo desde su sitio— Todo lo que intento comer, termino vomitándolo&md
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