En un abrir y cerrar de ojos había pasado un mes, Nero y yo aun vivimos juntos, creo que nuestra relación ha mejorado bastante, por la mañana él se va a trabajar y yo me quedo en casa hasta las dos de la tarde que me voy al trabajo, Mark es el que pasa por mí. Acabo de cumplir las doce semanas de embarazo, mi vientre apenas se esta abultando, se ve gracioso.
— ¿A qué hora pasara Nero por ti? —pregunto Mark.
— No debe de tardar, la cita es a las siete y son las seis— observe el reloj que estaba en la pared de la cocina, yo estaba comiendo un poco de pastel.
— ¿Y ya podrán saber si es niño o niña?
— No lo sé, yo creo que aun es muy pronto para eso, apenas esta brotando mi panza — por instinto me acaricie mi vientre.
— Me parece que por fin le estas tomando cariño a tu bebé, eso me alegra.
— Le estoy tomando cariño a Nero — confesé—, ahora que estamos pasando mas tiempo juntos, no se…me ha hecho sentir mejor.
— Ya veo, este fin de semana es su cita ¿no? Seria un buen momento para que hablaran sobre ustedes — Mark se sentó a mi lado y sonrió —. Desde que estas con él te ves muchísimo mas feliz, ya ni siquiera has mencionado al otro idiota.
— Ya no he pensado en él…tanto
Tome un bocado del pastel mientras me quedaba pensando un rato, era verdad que en ese mes ya no había mencionado en lo absoluto a Louis, al contrario, hablaba de Nero todo el tiempo, incluso llegaba a mencionar cosas sobre el bebé, tal vez ya me estaba acostumbrando mas a esto de ser madre.
Diez minutos después, Nero apareció por la parte de atrás para recogerme, me despedí de Mark para salir y sonreírle a mi amigo ya no tan amigo.
— ¿Trajiste la cartilla? Yo la olvidé — dije un poco avergonzada.
— Si, pase por ella, imagine que la olvidarías — empezó a reír y sujeto mi mano para caminar.
— ¿tomaremos el autobús?
— Mmm no — sonrió de manera coqueta a lo que yo tontamente me sonroje— cierra los ojos— pidió.
— Pero sujétame o me voy a caer.
Confiando en él cerré los ojos, incluso él puso las manos sobre los mismo porque me conocía, iba a intentar abrirlos, dimos un par de pasos hasta que finalmente se detuvo, aparto sus manos, dejo un beso en mi mejilla y yo abrí los ojos, frente a mi había un auto.
— ¿Compraste un auto? —pregunte realmente sorprendida.
— Si, no es ultimo modelo, pero creo que es suficiente para nosotros — me enseño las llaves del auto
— Eres demasiado bueno, Nero— dije pensando en voz alta—, me siento feliz contigo
— ¿Qué? — Abrió los ojos por completo, sin duda no se esperaba esas palabras.
— Que me siento feliz contigo, aun me siento un poco confundida, pero si se que soy feliz contigo.
El hombre parecía que quería llorar, pero en vez de eso me abrazo con fuerza, yo correspondí al gesto, como había extrañado estar en sus brazos durante el día, no podía entender como en tan poco tiempo este chico me había capturado de esa forma, no creo estar enamorada de él, pero si lo quiero mucho, quiero continuar así, con él.
— Se nos hará tarde— tuve que decirle.
— Lo sé, solo dame un minuto más— dijo cual niño pequeño
— En casa tendremos todo el tiempo del mundo — me separe un poco solo para verle a la cara y poder besarlo.
— Como amo tus besos.
Me dijo y como siempre, no esperaba respuesta alguna ante ese tipo de comentarios que incluyeran algún “amo”, no estoy lista para usar esa palabra. Subimos al auto para poder ir al consultorio del medico que estaba llevando el control de mi embarazo, estaba tan nerviosa, mi primera ecografía no había salido nada bien y ahora quería ver bien al bebé.
Cuando ingresamos al hospital, la recepcionista saludo de manera muy alegre a Nero, incluso lo abrazo ¿Y esta que se cree? Mi rostro de molestia se hizo presente de inmediato, incluso me acerqué a ellos y tosí.
— ¿Quién eres? — pregunte cruzándome de brazos.
— Es Jennie, compañera de trabajo — dijo de inmediato Nero, confundido por mi reaccionar—, Jen, ella es Dalia mi…—no lo deje terminar
— Soy su novia y madre de su hijo — me toque el vientre, la chica se quedo en silencio como procesando la información.
— No sabia que serias padre— Le dijo esa mujer a Nero.
— Bueno, no había salido el tema— se defendió él
— Pues ahora lo sabes, ahora si nos permites, tenemos una consulta.
Tome la mano de Nero y lo aparte de ahí, dejamos atrás a esa mujer totalmente confundida además de sorprendida, yo seguía molesta, me había parecido una grosería que esa tipeja se le hubiera colgado del cuello a MI Nero, tendré que mantenerla vigilada.
— Eso fue raro — dijo Nero
— Después hablaremos tu y yo— dije como toda mujer celosa.
— ¿pero yo que hice? — se defendió él, confundido.
— En casa, dije.
Entramos al consultorio, esta vez salude de manera animada al doctor, el señor me vio con cara de no creerlo, estaba muy diferente a mi primera consulta en donde casi no había hablado, intercambiamos palabras sobre mi estado salud actual, cuales síntomas me causaban mas problemas, las cuales seguían siendo las náuseas, después proseguimos con subir a la báscula, había ganado un par de kilos, un poco mas de lo normal para el mes en que me encontraba, pero nada de que alarmarse.
— Bueno, ahora suba a la camilla por favor, esta vez solo descubra su vientre.
Obedecí y me acomode, Nero me ayudo a destapar bien mi vientre, seguía molesta con el hombre así que no le dije nada, al contrario, hice un puchero como niña berrinchuda, pobrecito, seguía tratando de averiguar que era lo que había hecho mal.
El medico coloco un gel que se sentía frio en mi vientre, puse mis ojos bien fijos en la pantalla, no me quería perder ni un solo detalle del ultrasonido.
— Doctor…esta vez…si quiero escuchar su corazón— pedí apenada.
— Claro que si— el medico me sonrió.
Justo en ese momento apareció la imagen del bebé en el monitor, comenzó explicando los cambios por lo que pasaba en esta etapa de la gestación, me señalo como se habían formado sus extremidades, yo veía atenta, no podía creer que ese fuera mi hijo, luego apretó algo en el mando del aparato y la habitación se inundo con el sonido de su corazón, no pude más, me puse a llorar.
— ¿Estas bien, Dali? —me pregunto Nero preocupado.
— Es nuestro bebé— decía entre mi llanto— Y yo fui mala con él, le dije cosas feas, soy una mala madre, lo siento, lo siento en serio, no quiero que me odie.
Nero me abrazo como pudo, el doctor, incluso me dio unas palabras amables, había renegado, había incluso tratado de mala forma a mi hijo con palabras, que en ese mismo momento todo me cayo como balde de agua fría, no podía ser cruel con esa personita que estaba creciendo en mi vientre, no podía herirlo más, no quería.
— Todo esta bien, nuestro bebé no va a odiarte — me repetía Nero, beso mi cabeza y logro tranquilizarme.
— Ahora debe estar tranquila, así su bebé lo estará también— me dijo el médico.
— No le pasara nada malo por mi culpa, ¿verdad?
— Claro que no, de hecho, ya paso la etapa peligrosa.
Suspire aliviada, el resto de la consulta corrió mejor después de eso, salimos de ahí y yo no dejaba de ver la foto del bebé, estaba tan feliz que hasta se me había olvidado de que seguía enojada con Nero, que bueno que él me lo recordó.
— ¿Te pusiste celosa de Jen?
— ¿Quién se cree que es? — le dije una vez fuera del hospital— ¿Por qué se cuelga así de ti? ¡Y tu dejandote!
— Pero…
— Es claro que esa tipeja va detrás de ti, se le veía en su cara de resbalosa — guarde la foto antes de cruzarme de brazos— No me respetas, eres un mal novio — termine por inflar las mejillas molesta.
Nero empezó a reír, yo me gire indignada, pero el seguía riendo como si le hubiera contado un gran chiste, hasta se encorvo un poco ya que era mucha su risa.
— ¡No soy un payaso para que te rías!
— Es que…ay mujer…
Me tomo de la cintura cuando me voltee a verlo, me planto un beso que Dios Mio, agradecida estuve de que no pasara nadie en ese momento, es que fue tan pasional, tan arrebatador que hasta se me fue el aliento, que va el aliento, se me fue el alma.
No se como llegamos a casa, no podíamos dejar de besarnos, de milagro no nos matamos en el camino de regreso, pero apenas pisamos nuestro hogar volvimos a unirnos en ese apasionante beso, las ropas abandonaban nuestros cuerpos, quedaron botadas en el suelo para llegar a la cama completamente desnudos.
Sus manos recorrían todo mi cuerpo, así como sus labios, esta vez estábamos sobrios y yo me entregue, le pedí entre gemidos que me hiciera su mujer, que me dejara impregnada de su aroma, de sus besos, de sus marcas, le pedí que borrara de mi cuerpo todo el recuerdo de Louis, porque ahora le pertenecía a él.
— Eres mía— me susurraba al oído cuando estaba justamente moviéndose en mi interior.
— Tuya…— respondía y cruzamos miradas
Me sentí amada, deseada, una mujer en toda la extensión de la palabra, me hizo experimentar sensaciones nuevas, borro con sus labios todo los restos de Louis, toda su sensación se fue cuando Nero me hizo el amor, por primera vez hice el amor y en pensamiento le dije a mi bebé “me estoy enamorando de tu papá”
Esa noche, en la que me entregue a Nero, fue maravillosa, lo hicimos varias veces hasta quedarnos dormidos, yo estaba entre sus brazos, no creo haber descansado tan bien como aquella noche.Por la mañana, me desperté con la luz que se colaba por las cortinas, me frote los ojos solo para darme cuenta de que Nero ya no estaba junto de mí, me alce llamándole en la habitación, justo en el momento en que iba saliendo del baño.—Ah, lo siento ¿te desperté? — me pregunto volviendo conmigo a la cama, me beso el hombro y se recostó.—Pensé que te habías ido—Solo fui al baño — me abrazo a lo que sonr
—L…Louis — solo eso atine a responder, de manera inmediata intente que no llevara sus ojos a mi vientre, agradezco que la ropa holgada aun oculte mi estado.—Estuve llamándote por dos cuadras ¿de verdad no me escuchabas?—No, yo…tengo que irme— dije apartándome lo más que pude—Espera, espera ¿A dónde vas?—Mi trabajo — respondí— … ¡y aléjate de mí! —grité aterrada—No te voy a dañar…mi amor — sujeto mi brazo, a simple vista podría parecer un simp
Esta semana he estado escribiendo muchas canciones, no falta mucho para que se cumplan los dos meses que nos dijo el sr. Jacobs, hablamos por teléfono y se sintió contento de que decidiera aceptar la oferta, aunque tuve que serle sincera y comentarle que estaba en pleno embarazo, no me puso ninguna traba por eso.—¿Qué haces, amor? — Nero entro a la habitación con un plato de fresas con crema—, aquí esta tu comida, por cierto—Gracias — sonreí cual niña pequeña, los antojos ya se estaban haciendo muy presentes— estaba escribiendo canciones, se las quiero enseñar al Sr. Jacobs cuando regrese.—¿Puedo leerlas? — se sentó justo a mi lado y beso mi hombro.—¡Si! Quiero saber tu opini&oa
Narra Nero:En una película escuche que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se detiene, me acuerdo bien que me reí porque se me hacia algo bien tonto, pero cuando la vi, peleando con alguien mas grande que ella puedo jurar que todo a mi alrededor se detuvo, nunca me había interesado alguna mujer más allá de lo sexual, pero ella…esos ojos tan fuertes, su forma imponente, pero que criatura más bella se habían encontrado mis ojos.—Si que tiene agallas esa chica — dijo entre risas, Louis—, no me imagino que habilidades debe tener en otros asuntos.—No digas idioteces, no parece de esas chicas — respondí de inmediato—¿Qué? ¿ya te enamoraste? — paso el brazo por mis hombros, nuestros demás amigos re&iacu
Narra Dalia:Desperté a la hora usual, antes que Nero, el hombre seguía profundamente dormido, en estos días le habían cambiado el turno y le tocaba pasar una buena parte de la noche en el hospital, llegaba cerca de las cinco de la mañana, asi que tardaba bastante en pararse.Le di un beso en la frente, lo arrope bien y fui a la cocina para dejar listo su desayuno, tenia que ir a hacer unas compras, pero no lo dejaría sin comida, deje todo en el horno junto con una nota.“amor, salí a comprar algunas cosas, tu comida esta en el horno. Te quiero ♥”Tome mi bolso, unas bolsas mas grandes para las compras y partí de casa, cuando subí al elevador me quede viendo mi panza, ya estaba en los cuatro meses, y h
El día brillaba tanto y yo estaba emocionada. Después de unos días en los que estuve muy deprimida por culpa de Louis y su afán de recordarme cosas tristes, me encerré en casa sin querer salir a ningún lado, Nero no podía dejarme sola pero tampoco podía faltar a su trabajo, tuvo que inventar una enfermedad para obtener una incapacidad, durante ese tiempo me mantuvo distraída que mi depresión paso rápidamente.— Mira amor lo que te traje — Nero entro a la habitación con un pequeño pastel de fresas.— ¿pastel? ─ pregunte alzándome — ¿es de fresa? — me brillaron los ojos— Si, tu favorito actualmente — se sentó a mi lado en la cama y tomo una cuchara para acer
Una vez firmado el contrato no tardamos nada en iniciar con las grabaciones de las canciones en el estudio que el sr Jacobs nos permitió usar, estaba en los primeros pisos del edificio así que no tenía que caminar mucho para llegar hasta el, aun debía cuidarme mucho por mi presión, tenía muchos problemas también con los mareos, había momentos en que me sentía dueña del mundo pero en dos segundos todo me daba vueltas así que tenia que sentarme porque de otra forma podría caer, sumado a eso las hermosas nauseas matutinas simplemente no me abandonaban tampoco, nunca pensé que llevar un embarazo podría ser tan difícil, una de as chicas que trabajan aquí y que ya es madre me dijo que todo es completamente normal, me dio algunos consejos para que llevara todo de una
Yo seguía en shock con lo que Nero había dicho apenas unos segundos antes, no podía creerme que de verdad me estaba pidiendo matrimonio, él se dio cuenta de que me había dejado sin palabras porque se apresuró a hablar.— Lo siento lo dije de manera impulsiva — se excusó algo triste— Acepto— le dije en respuesta, ahora era él quien estaba en shock— ¿De verdad? — me pregunto— Si, en verdad Nero, quiero casarme contigoEl hombre no lo podía creer, yo tampoco, incluso nos miramos en silencio un rato hasta que se acerco nuevamente esta vez para besarme, coloque mis manos sobre sus mejillas para profundizar el beso que sellaba nuestro compromiso, no me veo en el futuro con otro hombre que no sea él, lo quiero, de una forma que no entiendo del todo, pero sé que lo quiero, que quiero despertar a su lad