El camino de vuelta al departamento de Nero fue en completo silencio, para salir de ese parque fácilmente nos demoramos como una hora y media, ninguno de los dos podía dejar de llorar, al final yo creo que fueron las lagrimas las que se agotaron primero que pudimos tomar un taxi de regreso, en todo el camino iba sujetando su mano.
Al llegar todo continúo siendo silencio, solo se vio interrumpido cuando Sali corriendo al baño una vez estuvimos adentro, había estado aguantando las ganas de sacar lo poco que había cenado la noche anterior, Nero no me siguió, pero cuando regresé a la sala, lo vi en la cocina preparando un té, así como el desayuno que no habíamos tomado.
— Tienes que alimentarte bien— me dijo desde su sitio
— Todo lo que intento comer, termino vomitándolo
— Es normal, pasara en un tiempo, ten esto te ayudara — fue hasta la sala dejando la taza en la mesa—, me gustaría que te mudaras aquí, quiero cuidarte bien
— Tengo que pensarlo
Solo afirmo con la cabeza, luego del té vino la comida, no sé si será mago, pero todo lo que él me dio de comer no lo vomite, me cayo de gran manera al estómago, aunque todavía seguía en una mala posición con el embarazo, pasar ese día a su lado me hizo sentir un poquito diferente al respecto.
Por la noche me llevo a casa, yo lo bese antes de subir a mi piso, lo tome por enorme sorpresa, lo sé, pero de verdad quería darme una oportunidad, todavía amo a Louis, de una manera tan enferma y rara que yo misma me doy miedo, pero quiero querer a Nero como él siempre quiso ser querido, siento en mi corazón que es lo que debo hacer, que es lo que merece, asi con el tiempo, quien sabe podría llegar a desarrollar amor incluso por este niño que tengo en el vientre.
— Chica, estuve preocupado todo el día ¿Cómo salió todo? — apenas entre, me recibieron los brazos de Mark.
— Todo salió…bien, creo…— fuimos hacia el sofá y tomamos asiento—. Me dijo que siempre me ha amado, pero que nunca me dijo porque Louis fue primero a confesarme sus sentimientos…además me rogo que diera a luz al bebé.
— ¿Le planteaste lo del aborto?
— No, no lo hice, después de lo que me había dicho, no tuve ni siquiera el valor de darle esa idea…yo no quiero a este bebé, pero no quiero causarle más dolor a Nero
— ¿Te digo algo? A ese chico se le nota a kilómetros lo mucho que te ama, no se como no te diste cuenta de eso— Mark tomo mi mano, con este simple gesto me daba un gran apoyo moral.
— Yo nunca me di cuenta— admití sintiéndome más tonta aun—, pero le dije que daría a luz al bebé y que incluso en este tiempo podía cambiar de opinión
— ¿En qué?
— Sobre él y yo, me dijo que no le diera falsas esperanzas, pero la verdad es que esa oportunidad me la estoy dando a mi misma.
— Y haces bien con eso Dali, tienes que quitarte la venda de los ojos, ese bastardo no te quiere y probablemente nunca te quiso, abuso de ti de mil maneras y eso mi vida, no es amor, el amor no te golpea, no te humilla, no te lastima.
Los ojos se me llenaron de lágrimas, otra vez, cuanto agradecía tener un amigo como Mark, es esa clase de amigos que te dice siempre la verdad, aunque duela y en esta situación, es lo que más necesitaba.
— Tengo un problema muy feo, Mark, no sé si es obsesión o que es, pero me esta haciendo daño — le dije con tristeza—, yo se que esta mal amarlo, pero no se porque no puedo dejar de hacerlo
— Si puedes, Dali, si puedes, pero no quieres darte la oportunidad— me tomo de las mejillas y me hizo verlo a los ojos— debes tener mucha fuerza de voluntad.
— Me mudare con Nero, no se si sonara estúpido, pero encuentro un poco de fuerza cuando lo tengo a mi alrededor
— Te vendrá bien eso
— Pero me preocupas tú
— Ay mi vida, de mi no te preocupes, arregle las cosas con mi hombre, bueno, mas bien él arreglo conmigo, los dos tenemos un carácter horrendo, yo creo que por eso nuestra relación es tan ardiente — exclamo con tanta exageración que me hizo reír—
— Gracias, Marki
Nos abrazamos con fuerza, estaba muy agradecida de que me hiciera reír y sobre todo que fuese mi amigo, era en él y Nero donde yo encontraba la mayor parte de la fuerza que pensé que ya no tenía. Nos despedimos para irnos a nuestras respectivas habitaciones, antes de acostarme busque entre mis cosas una de las libretas que usaba para escribir canciones, me recosté para escribir: “ ¿Es este capullo precipitado, un hilo que no puedo romper?”
— Yo no te quiero, pero hice una promesa y la cumpliré, pero entiende algo, nunca te voy a querer
Le repetía a mi vientre que a duras penas tocaba, esa noche si pude dormir, aunque tuve pesadillas.
Por la mañana, Mark y yo empacamos nuestras respectivas cosas, pasaría a dejarme al departamento de Nero y él seguiría derecho al trabajo, todo este plan lo hablaron entre ellos, yo me ocupe de empacar lo más importante para mí en ese momento, conforme fueran pasando los días terminaría de llevarme mis cosas.
Subimos las cosas al auto de Mark, aunque no me dejo cargar mucho, según él debo cuidar mi cuerpo porque los primeros meses son los más peligrosos y podría hacer sentir mal al bebé.
— No lo entiendo ¿Entonces esta cosa se siente mal si cargo algo? — le pregunte mientras terminábamos de subir maletas.
— No es una “cosa” es tú bebé y si, obviamente se siente mal, los bebes pueden oír lo que dices y lo que sientes
— ¿Escuchan?
— Por Dios, mujer, tienes que empezar a leer sobre lo que le pasa a tu cuerpo en este momento
Cuando dijo que podía escucharme, agache la cabeza, soy una madre monstruosa, no quería ni imaginar cómo se había sentido ese pobre bebé que escucha que lo odiaba, ocupe todo el camino al edificio para pensar en muchas cosas, la primera de ellas era que Louis no iba a volver, eso era muy obvio, tenia que darme esta oportunidad de formar una vida con Nero, con este bebé; de forma instintiva puse mi mano justo en mi vientre, tal vez me estaba naciendo el instinto materno yo que se, pero jure en ese preciso instante, como un juramento solo entre mi bebé y yo que sería la mejor m*****a madre del mundo.
Cuando aparcamos en el estacionamiento del edifico de Nero, este ya no esperaba para ayudar a Mark a subir las cosas, primero me ayudo a bajar.—¿Cómo te sientes? — me pregunto.—Bien, desayune esta vez, me tome la vitamina, sabe raro, pero la tome con jugo de toronja, compre uno de los que me dijiste y eso evito que tuviera nauseas— relate orgullosa de mí misma.—Me alegro — dijo sonriente y luego se dirigió a Mark—. Tu debes ser Mark, yo soy Nero, es un placer conocerte en persona—Yo digo lo mismo, guapo— le guiño un ojo a lo que Nero solo emitió una risa.Ambos hombres se fueron platicando felices de la vida mientras yo me quedé detrás de ellos, tenia hasta ganas de reír porque hablab
En un abrir y cerrar de ojos había pasado un mes, Nero y yo aun vivimos juntos, creo que nuestra relación ha mejorado bastante, por la mañana él se va a trabajar y yo me quedo en casa hasta las dos de la tarde que me voy al trabajo, Mark es el que pasa por mí. Acabo de cumplir las doce semanas de embarazo, mi vientre apenas se esta abultando, se ve gracioso.—¿A qué hora pasara Nero por ti? —pregunto Mark.—No debe de tardar, la cita es a las siete y son las seis— observe el reloj que estaba en la pared de la cocina, yo estaba comiendo un poco de pastel.—¿Y ya podrán saber si es niño o niña?—&nbs
Esa noche, en la que me entregue a Nero, fue maravillosa, lo hicimos varias veces hasta quedarnos dormidos, yo estaba entre sus brazos, no creo haber descansado tan bien como aquella noche.Por la mañana, me desperté con la luz que se colaba por las cortinas, me frote los ojos solo para darme cuenta de que Nero ya no estaba junto de mí, me alce llamándole en la habitación, justo en el momento en que iba saliendo del baño.—Ah, lo siento ¿te desperté? — me pregunto volviendo conmigo a la cama, me beso el hombro y se recostó.—Pensé que te habías ido—Solo fui al baño — me abrazo a lo que sonr
—L…Louis — solo eso atine a responder, de manera inmediata intente que no llevara sus ojos a mi vientre, agradezco que la ropa holgada aun oculte mi estado.—Estuve llamándote por dos cuadras ¿de verdad no me escuchabas?—No, yo…tengo que irme— dije apartándome lo más que pude—Espera, espera ¿A dónde vas?—Mi trabajo — respondí— … ¡y aléjate de mí! —grité aterrada—No te voy a dañar…mi amor — sujeto mi brazo, a simple vista podría parecer un simp
Esta semana he estado escribiendo muchas canciones, no falta mucho para que se cumplan los dos meses que nos dijo el sr. Jacobs, hablamos por teléfono y se sintió contento de que decidiera aceptar la oferta, aunque tuve que serle sincera y comentarle que estaba en pleno embarazo, no me puso ninguna traba por eso.—¿Qué haces, amor? — Nero entro a la habitación con un plato de fresas con crema—, aquí esta tu comida, por cierto—Gracias — sonreí cual niña pequeña, los antojos ya se estaban haciendo muy presentes— estaba escribiendo canciones, se las quiero enseñar al Sr. Jacobs cuando regrese.—¿Puedo leerlas? — se sentó justo a mi lado y beso mi hombro.—¡Si! Quiero saber tu opini&oa
Narra Nero:En una película escuche que cuando conoces al amor de tu vida, el tiempo se detiene, me acuerdo bien que me reí porque se me hacia algo bien tonto, pero cuando la vi, peleando con alguien mas grande que ella puedo jurar que todo a mi alrededor se detuvo, nunca me había interesado alguna mujer más allá de lo sexual, pero ella…esos ojos tan fuertes, su forma imponente, pero que criatura más bella se habían encontrado mis ojos.—Si que tiene agallas esa chica — dijo entre risas, Louis—, no me imagino que habilidades debe tener en otros asuntos.—No digas idioteces, no parece de esas chicas — respondí de inmediato—¿Qué? ¿ya te enamoraste? — paso el brazo por mis hombros, nuestros demás amigos re&iacu
Narra Dalia:Desperté a la hora usual, antes que Nero, el hombre seguía profundamente dormido, en estos días le habían cambiado el turno y le tocaba pasar una buena parte de la noche en el hospital, llegaba cerca de las cinco de la mañana, asi que tardaba bastante en pararse.Le di un beso en la frente, lo arrope bien y fui a la cocina para dejar listo su desayuno, tenia que ir a hacer unas compras, pero no lo dejaría sin comida, deje todo en el horno junto con una nota.“amor, salí a comprar algunas cosas, tu comida esta en el horno. Te quiero ♥”Tome mi bolso, unas bolsas mas grandes para las compras y partí de casa, cuando subí al elevador me quede viendo mi panza, ya estaba en los cuatro meses, y h
El día brillaba tanto y yo estaba emocionada. Después de unos días en los que estuve muy deprimida por culpa de Louis y su afán de recordarme cosas tristes, me encerré en casa sin querer salir a ningún lado, Nero no podía dejarme sola pero tampoco podía faltar a su trabajo, tuvo que inventar una enfermedad para obtener una incapacidad, durante ese tiempo me mantuvo distraída que mi depresión paso rápidamente.— Mira amor lo que te traje — Nero entro a la habitación con un pequeño pastel de fresas.— ¿pastel? ─ pregunte alzándome — ¿es de fresa? — me brillaron los ojos— Si, tu favorito actualmente — se sentó a mi lado en la cama y tomo una cuchara para acer