4. EL BAÑO.
MARTÍN. No me podía creer que de verdad este frente a mi, justo ahora su olor invade mi alma y me llena de felicidad, sus ojos reflejan una confusión total, pero no me importaba, se que esto que estoy haciendo no es sano para ninguno de los dos, sobre todo porque nuestro pasado sigue sin ser aclarado y mi pasado sigue persiguiéndome, aunque en realidad es Xiomara. Finalmente me decido a tomarla por las caderas con fuerza y la alzó para poder sentarla en el lavabo y me olvido de todo, mis besos ruedan por su rostro, mis labios se mueven hasta su cuello, mientras mis dedos aprietan sus caderas y sutilmente mis manos empiezan a subir el vestido azul y vaporoso que lleva puesto, sus manos ya no están en puños a lado y lado de su cuerpo, ahora están sobre mi cuello y siento como una de ella se desliza por mi cabellera para apretar. Nos detenemos por un segund
Leer más