Agnes: Debía decir que aquella imagen no le hacía justicia, el lugar era precioso, el mar de un suave y transparente azul, y si a eso se le agregaba su unión con el cielo, era sin lugar a dudas, algo para inmortalizar. - Espero que este a la altura de tus expectativas –dice él a mi espalda, siento como me abraza, sus manos descansando en mi estómago. - No sólo eso, sino que las superó –sonrío recargando mi cabeza en su pecho, besa mi cabeza, me relajo sintiéndome tan libre, tan llena de paz. - Me alegra escuchar eso –me gira con cuidado–, ahora vamos a la cabaña, estoy seguro que también te gustará –dice besando mi nariz, río bajito y asiento. Caminamos a la pequeña cabaña, 2 pobladores habían llevado nuestras cosas, Sebastien les había dado la indicación de no venir, sin embargo, les había pagado por el trabajo, ellos habían estado muy agradecidos. A decir verdad, creo que entre los dos podríamos mantener li
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