En un mundo dividido por castas donde los alfas mandan, los betas trabajan y los omegas obedecen. Dominic se encontraba en la cima y en el mejor momento de su vida. Proveniente de una familia multimillonaria con un legado de alfas poderosos, dominantes y con poder se podía dar el lujo de hacer lo que les viniera en gana y mucho más. ¿Quién se les opondría? Nadie. Pocos podían enfrentarse a quienes tuvieran su nombre. Además, con una apariencia digna de su estatus y la fortaleza digna de un alfa hecho y derecho para imponerse sobre muchos, no tenía razones para quejarse a sus 32 años. Aunque A diferencia de todos los de su alta casta, Dominic no buscaba su pareja destinada, no quería nadie que le hiciera perder su cabeza al punto de querer abandonarlo todo. L
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