Los miembros del departamento de diseño se miraban entre ellos y tragaban sonoramente. No acababan de decidirse quien le daría los papeles a su jefe. La razón. Simple. Aidan fruncía el ceño dolorosamente y su semblante advertía que no quería nadie cerca.
-Llévalo tú- una de las chicas palmeó la espalda de uno de los más jóvenes y el chico solo abrió los ojos con los labios temblorosos. Se acercó cautelosamente a su superior.
-Director- su voz salió inestable- Aquí está el último análisis-
Aidan no lo miró. Extendió la mano cogiendo el documento en el aire para abrirlo y comenzar a revisarlo.
Cuando Aida recobró el conocimiento estaba más aturdido que despierto. Sentía su cuerpo como si estuviera en una enorme bola de algodón que se movía de un lado a otro débilmente acunándolo. Muy cómodo y acogedor. Podría quedarse así por siempre.Y aquel olor. Delicioso y atrayente que inundaba todo su ser y lo mantenía en un trance total. Se acercó más a la fuente de aquel sabroso aroma y lo abrazó con la poca fuerza que le quedaba pegando su nariz y aspirando.-Si me despiertas así todos los días, creo que me volveré muy adicto a ti por completo-Los ojos de Aida se abrieron de golpe al escuchar aquél voz. Se separó con dificultad solo para ser atra&iacu
Dominic llegó a la cocina y golpeó con sus nudillos el mármol negro de la meseta doliéndole en el proceso.Había sido un estúpido utilizando su voz en aquél joven que parecía realmente confundido con la situación. Sabía que estaba forzando todo, pero se estaba desesperando y eso solo traía problemas. Encendió el fogón y sacó algunos alimentos del refrigerador. Cocinar siempre ponía su mente en calma y lo relajaba.Para cuando volvió al cuarto con una bandeja encontró a Aidan acostado en la cama tapado y dándole la espalda enterrando su cabeza en la almohada.-Te traje algo para que comieras-Él no se mov
Aidan se quedó quieto sintiendo su mejilla palpitar dolorosamente. El único sonido que se oía era la del agua caer y la respiración de ambos.Con la mano temblorosa tocó la piel que ya se volvía roja y seguramente, más tarde, hinchada. El sabor metálico de su propia sangre rozaba sus papilas gustativas como recordatorio de lo que acababa de ocurrir.-Sal- dijo entre dientes sin mirarlo.-Aidan, cariño- Hans levantó la mano para tocarlo.Él levantó antes la suya y puso en su cuello el borde de la navaja de afeitar.-Sal- volvió a repetir y no le importó que el filo dejara una leve l&iacut
-Acércate- le ordenó Dominic con voz grave.Aidan negó con la cabeza y retrocedió-No voy a hacerte nada, acércate- su voz sonó esta vez más flexible.Pero él volvió a negar. Dominic no tuvo más remedio que hacerlo él. Se levantó de su asiento y caminó hacia su empleado que estaba ligeramente pálido.-Presidente, el proyecto- Aidan intentó enfocarlo en el trabajo, acaso no era para eso que estaba aquí.-Creo que me debes una explicación. Saliste de mi casa y ni siquiera me diste las gracias- su semblante estaba serio mientras se acercaba.
Dominic sintió su sien palpitar indignado, pero no cedió al disgusto.-¿Por qué?- repitió utilizando un tono meloso y reforzando sus feromonas, lo tenía en sus brazos embelesado, solo era cuestión de tiempo antes que cediera -¿Acaso tu cuerpo no quiere estar conmigo, tu no quieres estar conmigo? Yo puedo hacer que todo el malestar que está cursando tu cuerpo desaparezca-Eso ni el mismo se lo creía, llevaba esperando la llamada de Madox hacia días con la confirmación ya sabida de que era un omega y que le dijera que sustancia tenía en la sangre que le causaba estragos. No lo demostraba, pero la seguridad e integridad de su cuerpo como omega le preocupaba.Era bien sabido que tomar supresores u ot
Aidan no le prestaba atención al café humeante delante de él que decía bébeme por todas partes. Su mirada estaba centrada al frente, con los brazos cruzados, en la mujer que con una sonrisa engullía un pedazo de pastel demasiado azucarado para su gusto. Ambos se encontraban sentados en la cafetería de la esquina, lejos de cualquier oído resbaladizo que pudiera difamar su conversación.-Tu café se va a enfriar- Dulse se limpió los labios delicadamente con la servilleta y la dejó doblada a un lado.Aidan no podía negar que aquella mujer tenía un encanto desgarrador. Con su cabello brilloso peinado en perfectas ondas, un maquillaje perfecto en rasgos bien ubicados, una marcada cintura que no se preocupada de dejar en evidencia y un aura
Dominic o vio suspirar y apretar sus ojos. No se había fijado pero parecía más que cansado, preocupado, pero no el tipo de expresión que le había mostrado antes.-¿Qué te tiene angustiado?--Nada- él movió su cuello rompiendo algún nudo de tensión que se había creado -Estoy bien, solo cuestiones personales leves-Dominic no le creyó una sola de sus palabras, se incorporó de la mesa y se puso a su espalda llevando sus dedos a los hombros pequeños y empezando un suave masaje reconfortador.Aidan iba a protestar con el primer contacto pero las palabras no salieron de su boca, cuando una oleada relajante lo recorrió completo dej
Dominic apretaba sus puños mientras miraba el celular sobre la mesa de descanso delante del sofá de su enorme sala. El reloj marcaba cerca de las 2:00 de la mañana y aun no recibía la llamada o el mensaje que tanto estaba esperando.Solo se había quitado la chaqueta y corbata, pero aun así se sentía sofocado. Sus esperanzas de que Aidan se comunicara con él estaban desapareciendo. Se culpó a si mismo por ilusionarse tanto y de paso ser tan terco. Se había enganchado tanto de aquél omega que sin darse cuenta lo quería a su lado en todo momento. Podía ser debido al lazo de parejas destinadas, pero conocía uno que otro caso donde esto no resultaba así, y ambas personas convivían solo porque el lazo los hacía rechazar a los demás, no porque se amaran.