CAPÍTULO 8 – EL DESPERTAR.Me pasé el resto de la mañana en aquella sala de espera, intentando no mirar hacia Jaume, que ahora descansaba sobre una silla con la cabeza apoyada en la pared, mientras la joven que le acompañaba le agarraba de la mano, para darle fuerzas.Sobre las cuatro y media de la tarde, el doctor aparecía por la puerta, para indicarnos, bastante aliviado, que Carly había despertado, y que estaba preguntando por su esposo.Casi me pongo a saltar de alegría cuando me dieron aquella noticia, pero tan pronto como vi a Jaume, abrazando a su chica, se me pasó.Cuando entré a ver a mi amiga, por segunda vez, ya eran casi las 6. Estaba recostada en la cama, con miles de aparatos conectados a ella.No te asustes, ya estoy bien – aclaraba, al ver mi rostro, haciendo que le dedicase una tímida sonrisa – siento haberos preocupado a
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