CAPÍTULO 4 – ÉL
Estábamos en mi puerta, la abrí despacio, admirando como entraba detrás de mí y cerraba la puerta tras él, sin esperar invitación siquiera.
No paraba de preguntarme una y otra vez en que momento todo había acabado de aquella forma, no quería que estuviese allí, aquello no era lo que necesitaba en lo absoluto. Sabía que mi corazón no podría resistir un acercamiento, no con él. No después de todo lo que él me había hecho sentir, ya no podía ser su amiga.
Caminé hacia la sala, mientras él me seguía.
Me di la vuelta, dispuesta a marcharme a darme una ducha, ya que sabía que se marcharía de un momento a otro, pero él me lo impidió. Me agarró de la cintura con una mano y puso la otra sobre mi pecho, justo debajo de mi cuello, apoyando su barbilla sobre mi hombro, haciendo que ladease la cabeza para mirar hacia él, en acto reflejo.
Agarré su mano, muerta de miedo, y comencé a apartarla, cuando sentí como él se aferraba a mí con ella.
CAPÍTULO 5 – POLICÍA CORRUPTO.
Me encontraba en el club, como cada noche, aquella noche fue diferente a cualquier otra. Para empezar James, mi jefe, me obligó a bailar un privado para un cliente pesado, tenía bastante dinero, pero también tenían las manos muy largas, tuve que avisar a Ralph, el de seguridad, dos veces.
Cuando salí del reservado ya casi era hora de mi actuación, pero de nuevo, James tenía otros planes…
Y allí estaba yo, con poca ropa, entrando en la sala vip, admirando el número que tenían preparado: había 5 hombres en la sala, dos de ellos eran hombres de avanzada edad (unos 68 años) y los otros tres eran mucho más jóvenes, incluso uno de ellos no podía ser mayor que yo.
Cindy estaba allí, sentada en el sofá, junto a dos de ellos, con las piernas abiertas, y la mano de uno de ellos sobre su pierna derecha.
Caminé algo nerviosa hacia el pequeño escenario que habían improvisado, admirando tres pequeñas mangueras sobre él, a modo de duchas improvisadas, sin lugar a dudas querían un baile con agua. Odiaba esa clase de bailes, pues siempre se marcaba bien el cuerpo, y hacía que los clientes te deseasen mucho más.
Miré hacia la salida, admirando como no había ni un solo guarda, aquello no me daba buena espina, pues si alguno de aquellos hombres intentaba propasarse no tenía forma alguna de escapar.
Me puse en posición, tan pronto como escuché la música, bastante sensual, cabe destacar.
Tan pronto como sentí el agua sobre mí, me percaté como el vestido blanco que llevaba comenzaba a transparentarse y a mostrarle a los presentes que no tenía sujetador.
Levanté la vista hacia mi público, tan pronto como la canción terminó, percatándome de que Cindy estaba de pie, frente al escenario, mientras el muchacho de mi edad, le acariciaba el sexo mientras la besaba en la boca.
Aquello se estaba descontrolando, y no podía dejar que me involucrase a mí de ninguna forma.
Me bajé del escenario y caminé hacia la puerta, admirando como el hombre que había estado metiéndole mano a mi compañera miraba hacia mí. Me quedé de piedra al percatarme de que le conocía, y me quedé aún más sorprendida al reconocerle, era David.
CAPÍTULO 6 – Mentiras.Cuando salí de trabajar, bastante más pronto de lo que esperaba, ya había alguien esperándome en el aparcamiento.¿qué haces aquí? – Pregunté, enfadada, mientras intentaba evitarle, ya que no quería volver a tener nada que ver con él.He venido a avisarte, Josh dice que el doctor ha prohibido las visitas nocturnas y…¿no me lo podías decir por teléfono?Tu teléfono está apagado. Venga, te llevo a casa.¿y quién te ha dicho que quiero ir contigo a casa?++++++Llegamos a mi piso casi una hora más tarde, el tráfico aquella noche era horrible.De nuevo se auto invitó y entró en la casa sin ser invitado.Siempre he tenido dudas sobre algo…- comenzó, hacie
CAPÍTULO 8 – EL DESPERTAR.Me pasé el resto de la mañana en aquella sala de espera, intentando no mirar hacia Jaume, que ahora descansaba sobre una silla con la cabeza apoyada en la pared, mientras la joven que le acompañaba le agarraba de la mano, para darle fuerzas.Sobre las cuatro y media de la tarde, el doctor aparecía por la puerta, para indicarnos, bastante aliviado, que Carly había despertado, y que estaba preguntando por su esposo.Casi me pongo a saltar de alegría cuando me dieron aquella noticia, pero tan pronto como vi a Jaume, abrazando a su chica, se me pasó.Cuando entré a ver a mi amiga, por segunda vez, ya eran casi las 6. Estaba recostada en la cama, con miles de aparatos conectados a ella.No te asustes, ya estoy bien – aclaraba, al ver mi rostro, haciendo que le dedicase una tímida sonrisa – siento haberos preocupado a
CAPÍTULO 10 – LA TRANQUILIDAD REGRESA A MÍHabía pasado casi una semana, me encontraba en aquella urbanización que tantos recuerdos traía a mi mente, en la casa de Carly, donde había decidido pasar unos días por petición suya.Josh se había marchado el día anterior, a un curso en Londres, después de que su esposa le rogase y le rogase que se marchase, pues él no quería dejarla sola después del accidente, pero tenerme a mí allí, parecía haber calmado un poco al hombre.Carly descansaba sobre el sillón de la sala, con el pie yesado sobre un taburete, mientras yo recogía la cocina. Era un día precioso, y me apetecía mucho salir a pasear, pero aun así no lo hice, pues tenía miedo de encontrarme con él.El timbre de la puerta sonó, haciendo que Carly despertase sobr
CAPÍTULO 12 – ESCONDIDA DENTRO DE MÍPaul conducía hacia la fiesta, mientras Carly, Laia y yo, esperábamos impacientes llegar a nuestro destino. Sabía que cada una estábamos nerviosas por llegar allí por algo: Carly tenía ganas de ver a todos nuestros amigos, ya que en los últimos días se la había pasado encerrada en casa, a causa del reposo absoluto Laia se moría de ganas de ver el resultado de todos sus esfuerzos por prepararle a su hermano una fiesta sorpresa, y estaba ansiosa por llegar antes que él, que había sido distraído por Kiara, su novia. Yo, bueno, no estaba nerviosa por verle, estaba atacada porque no quería estar allí, no quería verle con otra, no quería verle sonreír con otra, no quería…. Sabía que aquello me mataría, pero no podía hacer nada, no podía dejar q
CAPÍTULO 13 – ENTRE SOLLOZOSPasó demasiado deprisa como para que nadie más pudiese intervenir, Laia levantó la mano y me dio una fuerte cachetada en el rostro, haciendo que los presentes se quedasen de piedra con aquello.¡Laia! – le recriminó él, mientras ella me cogía de la mano y tiraba de mí hacia el exterior de la casa, dejando solos a Shana y a Jaume, y no me soltó hasta que estuvimos frente al lago.¿Crees que puedes venir a hacerle daño cada vez que se te antoje? – Preguntaba, mientras yo luchaba por que mis lágrimas no saliesen al exterior - ¿crees que voy a dejar que vuelvas a jugar con él? Solo porque las cosas con David no hayan funcionado no significa que… - proseguía, mientras yo intentaba no saltar, no quería contarle a nadie sobre cómo me sentía, pero estaba tan cans
CAPÍTULO 15 – AFERRÁNDOSE A LA ESPERANZA.Me vestía rápidamente, mientras él me miraba apenado, al mismo tiempo que escuchábamos los gritos desesperados de Shana para que su novio abriese la puerta. En aquel momento me sentí como una idiota, no debería haber cedido a aquello, no debería haber hecho el amor con él.Se levantó de la cama, se puso unos pantalones y una blusa, sin mirar hacia mí ni una sola vez, caminando después a grandes zancadas hacia la puerta, mientras yo recogía el sujetador del suelo y lo guardaba en mi bolso, al mismo tiempo que él abría la puerta y enfrentaba a la muchacha.La joven entró en la casa, mirando primero, aterrada a Jaume, como si pensase encontrar cualquier atisbo de culpabilidad en su rostro, pero no pareció encontrar nada, porque entonces, cambió su punto de mira y me mir&
CAPÍTULO 17 – SIN PONER ETIQUETAS.Apenas acabábamos de llegar al éxtasis, juntos, cuando escuchamos el motor de un coche, apagarse, al otro lado. Se separó de mí, y se abrochó los pantalones, saliendo del taller, para recibir a la persona que había venido a verle.Me quedé allí, poniéndome bien la falda y acicalándome un poco el pelo, cuando sentí su llamada…Isabel – me llamó, haciendo que saliese del taller y caminase hacia él, percatándome de que no estaba sólo, Laia estaba con él. – te buscan. – aclaró, para luego despedirse de su hermana y caminar hacia el taller, para seguir trabajando.Carly me dijo que estabas aquí – anunció, mientras yo recordaba como Jaume me decía aquel día en la parada del autobús, justo cuando impidi&oacut
CAPÍTULO 19 – SEÑALES.Jaume se dio la vuelta, listo para volver a entrar al club, percatándose de que ya había alguien en su camino, impidiéndole el paso. Se trataba de Carly, que estaba mucho mejor de la pierna, aunque aún usaba un bastón para caminar.Pasó demasiado deprisa, y antes de que él pudiese haberse dado cuenta de lo que ocurría, la mujer ya le había dado un bofetón en la cara.¡Eres un idiota! – le espetó, parecía haberlo escuchado todo, pues no había otra explicación para su reacción – Te avisé ese día para que te aferrases a ella… pero si hubiese sabido que la dejarías ir, que te comportarías como lo estás haciendo, nunca te hubiese llamado.Deja de meterte en lo que no te importa, Carly – le amenazó él, mientras C