Los segundos fueron pasando y Leonardo permaneció inmóvil. Después de un intenso debate interno, dio el primer paso en dirección a la persona y a ese le siguieron otros. No importaba lo que quisiera, jamás se sentiría bien consigo mismo si se iba sin asegurarse que la persona estaba bien.Al inicio caminó lento, pero luego aceleró el paso. No es como si pudiera mojarse más, pero cuanto más tiempo permaneciera bajo la intensa lluvia, la probabilidad de terminar enfermo se iría haciendo más grande.Conforme estaba más cerca, se preguntó si no estaba teniendo alguna alucinación inducida por el frío y el cansancio. Después de todo, nadie sería tan loco para salir a la intemperie con ese clima. Nadie a parte de él. Aunque en su caso fue más por necesidad.La lluvia hace tiempo había penetrado su ropa, si tan solo hubiera cogido un paraguas no estaría así.Cuando llegó hasta donde estaba la que ahora tenía seguridad era una mujer, ella no se movió. La reacción
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