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Todos los capítulos de La Venganza Perfecta: Capítulo 1 - Capítulo 10
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Los Tres
William“Tu primo es un idiota al que en cualquier momento se la van a robar. Y lo peor es que ni siquiera ha hecho su intento”   Reuben llevaba bastante tiempo hablando, su voz resonaba lejana, el habitual ruido de fondo de cada mañana, un murmullo repleto de lo que William consideraba eran tonterías, hasta que esa frase captó su atención en medio de toda la palabrería.Era lunes, y como parte de una frívola rutina estaba presumiendo con sus amigos de sus aventuras del fin de semana. Ellos eran tres, Reuben, William y Stefan. Un año antes, Reuben, entonces el más tímido e inseguro de los tres, no conseguía salir con ninguna chica. Ni siquiera podía hablar con ellas. No fue sino hasta que regresó de sus vacaciones en el norte del país que todo eso cambió drásticamente y comenzó a hacer uso de su nueva “formula” como solía llamarla. Tenía una novia diferente cada par de semanas, y ciertamente, había dicho Stefan con un atisbo de envidi
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Determinación
Atina William era el primo de Henrik. Mi mejor amigo, aquel a quien le compartía todo, jamás lo había mencionado. Los tres estudiábamos en el mismo instituto, ¿cómo era posible? O mejor dicho, ¿por qué?El muchacho sonrió, dejando ver sus dientes perfectos. Su presencia era imponente, pero a la vez, trasmitía calma. No quería hacer preguntas a este desconocido, pero debía saber qué había detrás de todo esto, porque, si de algo estaba convencida era de que debía haber alguna razón para que Henrik jamás lo hubiese mencionado.“Iremos a caminar un rato” anunció Jess.Genial. Iba a dejarme sola con alguien de quien ni sabía hace dos minutos.Antes de que pudiese responder, se alejó con Reuben. Éste tomó a mi amiga por la cintura, y la miraba de una forma tan degrad
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Inicio del juego
Henrik Esa misma tarde comenzaron la tarea en casa de ella. Atina, usualmente enfocada y de gran dedicación en todo, no había logrado concentrarse. Debían elegir un tema para el poemario, y no habían conseguido avanzar.“Podríamos hacer uno sobre el amor no correspondido”Ella lo miró, confundida.“Los siento, estaba pensando en otra cosa”“¿Qué sucede, Ati?” le preguntó, tomando su mano. El contacto con la suave piel de Atina envió señales a todo su cuerpo. Debía evitar tocarla, por mucho que deseara hacerlo, o ella notaría lo mucho que significa para él. Aunque deseaba decírselo todavía no era el momento.“Mi padre no vendrá este año” dijo con un suspiro resignado.Los padres de Atina estaban separados, y su padre trabajaba en China. Este se ha
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La condición
Atina La intensidad con que William mantenía sus ojos clavados en mí era tal que tuve que apartar la vista. ¿Qué había en ese hombre que lo hacía tan especial? Era solamente un chico de mi colegio al que apenas conocía, y sin embargo, no podía ignorar lo que causaba en mí. No era solamente su belleza, la que Jess se había encargado de resaltar con su sinfín de comentarios, ni su voz masculina tan cautivadora, la que resonaba en mis oídos y tocaba mis sentidos, sino es velo de misterio que lo cubría. Había en él algo que no alcanzaba a descifrar, pero que llamaba, como una canción secreta que solo mi alma podía escuchar.“¿Y entonces, Atina Pier, me permitirías conocerte mejor?”La mención de mi nombre en sus labios era dulce, lenta y firme, así como alguien que declama un poema de amor. R
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Enfrentados
Henrik La reunión con Atina se había suspendido. Todo por causa de la discusión que tuvo con ella esa mañana. No debió de haber reaccionado así; era consciente de que no debió haberse retirado de esa forma, pero se había alterado. Ella solo le había hecho una pregunta, y no podía culparla por sentir curiosidad respecto al asunto con William. Después de todo, debía ser muy inusual que siendo primos que estudiaban en el mismo instituto, Henrik no lo hubiese mencionado jamás.A veces él mismo lo olvidaba. Cuando se mudaron a la ciudad, deseó haber podido tener alguien con quien contar, pero sabía que William no podría ser esa persona. Su primo, su compañero de juegos, lo había declarado su enemigo mortal. Entonces poco a poco fue tratando de olvidar que él estaba tan cerca.  Aunque pronto hizo amigos, y
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Primera Cita
Atina   William estaba frente a mi casa, cinco minutos antes de la hora. Apenas había alcanzado a bañarme y vestirme. Mi madre ya no estaba cuando volví de casa de Henrik, lo que agradecí internamente. Había dejado la invitación de William fuera de la conversación que tuvimos antes. No me gustaba ocultarle cosas, pero lo de este muchacho no era importante, y ella lo tomaría demasiado en serio. No quería tener otra de esas pláticas sobre porqué debía tener cuidado con los chicos. Mi madre había tenido malas experiencias, y era lindo saber que me protegía, pero no quería hacer de este asunto algo más grande de lo que era.Le envié un mensaje diciéndole que regresaría a las ocho. Ella sabía que a menudo estaba con Jess, y esperaba que asumiera que este era el caso, o que me encontraba en alguna actividad de
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La única excepción
HenrikEra viernes, y en la semana no habían avanzado en absoluto en el proyecto. Atina había ido a su casa cuando Henrik no se encontraba, y aunque pensó en llamarla, decidió a buscarla en lugar de ello, pero terminó viéndola irse con él.Los siguió hasta el muelle, y de regreso la vio dejarla en la esquina de su casa. No había visto a William tocarla, pero el simple hecho de que la mirara, lo enfurecía. Pero nada lo hacía arder tanto como la expresión de Atina cuando estaba con él.Si ella llegaba a sentir algo por él, su corazón no lo soportaría.Tú la estás dejando irse con otro.La estás dejando irse con alguien a quien ni siquiera le importa.El peso de su conciencia era tal que tuvo que tomar uno de los medicamentos de su padre para poder dormir. Wil
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Inesperado
William Luana era exactamente como él la recordaba, divertida, brillante, y demasiado segura de sí misma. Se había graduado antes de tiempo y había recibido varias ofertas para asistir a prestigiosas universidades. Le contaba cómo había sido su vida sin separar los ojos de él un instante. Estaban en casa de su madrina, con quien estaba viviendo en la ciudad de momento.“Te extrañé” confesó la pelirroja.William no respondió, y escapó de la prisión de sus ojos, levantándose del sofá.“No quiero dejar a mi madre mucho tiempo. Apenas la han dado de alta”La decepción no tardó en notarse en Luana.“Entiendo”William se despidió de ella con un beso en la mejilla, pero ella se giró justo entonces, rozando sus labios.“No hagas esto, por favor&r
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Tan cerca
 HenrikEl lunes supo la razón real por la que Atina se retiró temprano del festival. Lo supo cuando la escuchó hablado con una coordinadora académica. Su sangre hirvió solo de pensar que alguien se hubiese atrevido a atacarla.“Eso es horrible, Atina. Siento mucho que hayas tenido que pasar por eso” dijo, con tono maternal, tomándola de las manos. “Que bueno que William estuviera allí. Y ten por seguro que investigaremos esto” aseveró.Y ahora William era el héroe. Si tan solo hubiese ido él, acompañándola. Pero por mucho que le disgustaba, lo único importante era que Atina estaba bien. Estaba a salvo, y eso era todo para Henrik.Como ella no le había contado personalmente lo sucedido, él decidió no mencionar que se había enterado de esa forma. En lugar de ello, se concentró en
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Granada
AtinaLa primera semana fue en extremo difícil. Aunque le pedí a William que fuésemos prudentes respecto a la relación, las cosas no fueron exactamente como esperaba.  A la mañana siguiente al concierto, Reuben apareció en nuestro salón, con un obsequio para Jess. Un intenso alivio recorrió mi cuerpo cuando vi que el peluche que llevaba en brazos era para mi amiga (por un momento pensé que era otro encargo de William), pero ésta no duró mucho, pues antes de despedirse, se volvió hacia mí a felicitarme.“Y felicidades, ya supe del noviazgo. Mi amigo es afortunado”Lo dijo tan alto que todos mis compañeros lo escucharon, y sus voces sorprendidas inundaron el salón en cuestión de segundos. Todos me estaban mirando, mientras yo ardía en vergüenza.Era una granada que tarde o temprano explotaría, p
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