Narra Mía. Me cambio de ropa, para luego ver quién está al pendiente, hay muchos casos que nadie se da cuenta de que estoy saliendo del hospital, mi padre no me contestó y realmente no sé dónde quedaron mis cosas, pero el doctor que me tocó hoy digamos que no le caigo muy bien aunque no sé por qué. Camino lentamente por los pasillos del hospital, observó muchas personas enferma y es normal, a la final es un hospital, pero puedo observar a todos luchando con lo poco que tienen, son cosas que mi padre debería mejorar, pero él no me deja opinar en sus asuntos, creo que no me tiene fe. Salgo del hospital, cierro los ojos para sentir un poco luz del sol, escucho el sonido de un claxon, mi mirada va directo de donde proviene, veo dos autos negros. —Mi padre no puede andar solo— Suspiro. Observo al igual que las personas que estaban en ese lugar que se abre una de las puertas traseras del auto, del segundo auto baja una persona que ya conocía, vestido con traje y corbata, apoya su espald
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