Narrado por Mía.
Estoy en mi celular escuchando música variada, puedo escuchar desde k—pop, hasta las canciones más viejas, entro en mis redes sociales, mientras estoy acostada en una cama sol cerca de la piscina, una sombra me opaca el sol, así que levanto un poco la vista.
Observo a mi papá, está parado frente a mí con su traje color azul oscuro, su cara muestra algo de seriedad, me quito los auriculares.
—¿Te pasa algo papá? — Pregunto seriamente.
—Te traje algunos regalos, cosas del trabajo.
—Te he dicho que no envíes a tu secretaria por mis regalos— Digo un poco molesta.
—Es importante, hoy llega tu madre de París.
—Hoy fingirán de nuevo que no tienen problema— No era una pregunta, más bien es una afirmación.
—No hablaré de eso contigo, quiero que te arregles, está noche habrá un evento importa.
—Río amargamente— ¿Si tengo planes?
—No importa tus planes debes asistir, además hoy te presentaré a alguien.
—¿A tus socios viejos rabos verdes?
—No, sino personas de tu edad para ver si haces algo productivo.
—Papá este año entro a medicina.
—Ya cambiaste dos veces de carrera.
—Ambas fueron tu opción, está es la mía.
—No discutamos más princesa.
No dice más y se aleja, mi padre es congresista, nuevo objetivo ser el gobernador de NY, mi madre una importante diseñadora ambos quieren que a su manera siga sus pasos, pero no quiero nada de eso realmente.
Tengo 20 años y comenzar de nuevo una carrera me da algo de miedo y nervio no es por la edad, sino que ser la hija del señor Stiller nunca fue fácil tampoco de mi madre, nunca he tenido una vida normal, siempre vivir bajos reglas, apariencia, en ocasiones es complicado saber quién está a tu lado por ti o simplemente por todo lo que reflejas.
Apagó mi celular y me levanto, camino en dirección a mi casa y veo a mi alrededor una enorme mansión, guardas espaldas por todos lados, nuestra ama de llave.
Una casa remodelada cada 6 meses por lo mejor del mercado, por lo más moderno.
Camino en dirección de mi cuarto al igual que la casa esta, remodelado, sonrió amargamente a pesar de todo esto no tengo nada, me siento sola cada día más, mi acuesto en mi cama y tan solo lo recuerdo a él, aún no sé quién era realmente, pero marco mi vida, aunque no nunca lo sepa.
Flash Black.
—¿Fiesta de máscara? — Dice mi amiga al mirar a todos a mi alrededor.
—Siento que es lo mejor, es mi cumpleaños #18 así me siento.
—¿Con una máscara?
—Sí.
No lo digo nada más, camino al jardín y me siento en el pasto.
—No es normal que la cumpleañera este acá.
—¿Eres?
—Una persona que te ha observado toda la noche.
—¿Un guardia? — Ríe y niega.
—¿Es necesario decir nombre?
—¿Si eres un secuestrador?
—No pasaría toda la seguridad.
—Punto a tu favor— Río y se sienta mi lado.
—Deberías estar en tu cumpleaños, por cierto, felicidades.
—Es más fiesta de negocio de mi padre que mi cumpleaños.
—¿Tienes algún deseo?
—Ser libre.
—Ven— Se levanta y extiende la mano.
No sé si debería irme con él, es una persona que tiene una máscara que no me deja saber quién es, me arrepiento haber elegido este tema.
Fin del Flash Black.
El sonido del toque de mi puerta me hace salir de mis pensamientos, me levanto y me coloco una bata, para luego abrir.
—Mamá.
—Mi niña, porque no te has arreglado, ya están acá el peluquero, los maquillistas.
—¿Acabas de llegar?
—Sí, llegué preparada, así que vamos, está noche es importante.
Sin decir nada más salgo de la habitación y me someto al calvario de 5 horas arreglándome a la "Perfección", me veo al espejo, tengo un vestido rojo que me trajo mi padre de regalo, el collar que me dio aquel chico misterioso.
—Ese collar no te queda bien con el atuendo.
—Solo es una medalla de una estrella mamá.
—No discutiré, te ves hermosa.
—Gracias.
—No lo digo mucho, pero a mi manera te amo no lo olvides.
Suspiró y nos vamos a la fiesta, era en un hotel de prestigio, al llegar había una especie de alfombra roja, las cámaras de los fotógrafos apuntando a todos los invitados con una sonrisa falsa.
Siempre era el mismo protocolo, sonreír delante de las cámaras y de todas las personas. Mi padre habla con sus socios hasta que me llama, como siempre para presentarme.
Pero en esta vez me siento un poco atraída a una persona que está caminando y saludando a todos los invitados hasta que llega dónde estamos.
—Es un gusto tenerlo acá Congresista y a su familia claro está.
Este chico era alto, no pasaba más allá de 25 años, a pesar se verse amigable su rostro era de un semblante serio, era alto, cabello castaños ojos oscuros, me observa y sonríe, tenía una sonrisa encantadora.
—Señor Miller ella es mi hija Mía, mía él es el CEO del momento.
—Es un poco exagerado.
—Un gusto en conocerlo.
—¿Quieras que te muestre el lugar?
—Es buena idea— Dice mi padre de alejarse y dejarme sola con él.
—Me imagino que este es tu hotel.
—De mi familia ¿Quieres conocer lugar?
—Señor Miller ¿Qué puedo conocer de un hotel que no conozcas ya?
—Eres adorables.
—Río— ¿Qué se traman mi padre y Usted?
—No me trates de usted, me haces sentir viejo, vamos a bailar.
—No creo.
—No es una pregunta, vamos sé que estás aburrida.
—¿Cómo lo sabes?
—Tu cara lo demuestra todo.
Bailamos toda la noche entre risa y broma, sentía que había una química entre nosotros, él entendía lo que le decía, hace mucho tiempo que me sentía sola, este vacío que es raro sentirse así.
Sentía nervios, algunas mariposas en el estómago, un sentimiento que no puedo explicar.
Sonríe y me extiende la mano, no podría imaginar que este sería el inicio de mi fin, que está persona que estoy conociendo ahora con una gran personalidad, una sonrisa encantadora se convertiría más adelante en mi verdugo.
Una persona que me cambiaría la vida para siempre.
*************************************Mil gracias por darle está nueva oportunidad a esta increíble Historia.Gracias mis fantasmitas por su apoyo incondicional, días tras día trato de realizar un capitulo con amor para ustedes.
Pasamos una noche muy especial, me hacía reír, mientras caminábamos por su inmenso hotel puedo observar la mirada de todos. —¿Qué has estudiado?— Dice antes de tomar un poco de whisky que tiene en su mano derecha. —Varias carreras, pero quiero estudiar medicina es los que me apasiona. —Te podría ayudar— Me observa detenidamente y sonríe. —No, no quiero. —Deberías tengo un familiar que— Lo interrumpo. —Quiero esto por mi misma— Caminó para estar frente a él, tomos u mano izquierda y la sostengo con las mías— Quiero que me valoren por mí, no por mis padres. —Pero no soy tu padre— Sonríe y se trata de cerca, yo me alejo y suelto su mano. —Lo sé. —Eres una chiquita temperamental. —Puede ser— Sonrió y tomo su mano— ven bailamos— No le doy opción lo jalo conmigo a la pista de baile y él pone su vaso en una de las bandejas que cargaba uno de los meseros. —No iba a bailar con el trago. —Río por su comentario— Oh si el señor misterioso. —La verdad es que si, ya que no soy así con
Narra Kyler: —Señor Miller— Escuchó la voz de mi secretaria mientras entra a mi oficina. Tenía una camisa de vestir blanca, una falda negra que realza sus figuras, tiene su cabello ondulado atado, unos lentes que la hace ver sexual, creo que trabajar con tu ex amante no es buena idea, aún más si ella es provocativa, trae un café en su mano derecha y unos documentos en su mano izquierda, estoy sentado en mi oficina, mientras con mi dedo índice me doy un masaje en la cien. —¿Qué deseas Kimberly? —Gruño, ella levanta una de sus cejas y deja todo en mi escritorio— ¿Qué es? —Un Café para tu borrachera— Suspira— Esos documentos son del señor Stiller, lo envío está mañana— Mi seriedad se nota rápidamente que ella puede notar— ¿Pasa algo malo? —No, tan solo déjame, no estoy para nadie hoy. —Su rostro muestra preocupación— Pero…— No dejo terminar que hable cuando la miro de mal manera, ella tan solo se aleja, cerrando la puerta detrás de ella de una manera abrupta. Miro ese sobre amarill
Narra Mía. Me cambio de ropa, para luego ver quién está al pendiente, hay muchos casos que nadie se da cuenta de que estoy saliendo del hospital, mi padre no me contestó y realmente no sé dónde quedaron mis cosas, pero el doctor que me tocó hoy digamos que no le caigo muy bien aunque no sé por qué. Camino lentamente por los pasillos del hospital, observó muchas personas enferma y es normal, a la final es un hospital, pero puedo observar a todos luchando con lo poco que tienen, son cosas que mi padre debería mejorar, pero él no me deja opinar en sus asuntos, creo que no me tiene fe. Salgo del hospital, cierro los ojos para sentir un poco luz del sol, escucho el sonido de un claxon, mi mirada va directo de donde proviene, veo dos autos negros. —Mi padre no puede andar solo— Suspiro. Observo al igual que las personas que estaban en ese lugar que se abre una de las puertas traseras del auto, del segundo auto baja una persona que ya conocía, vestido con traje y corbata, apoya su espald
Comienzo a llorar a mares, las luces estaban pagadas acercó algunos pañuelos que están enfrente de mí en una mesita de madera, trato de secar mis lágrimas. —Pero no llores Mía— Escucho la voz de Kyler cerca de mí abrazándome. —Es triste todo esto— Digo aún llorando a mares. —Pero si es una película de The Avengers— Dice él tratando de tener paciencia, acariciando mi mejilla. —Pero es que no ves que murió Ironman y La viuda negra —Trato de estar tranquila— Es duro. Él ríe fuertemente, se inclina un poco hacia atrás, mira fijamente el techo, tomo un cojín y se lo lanzó encima. —No me maltrate he— Me observa mientras sigo sollozando— Tan solo me dio algo de risa. —Soy sincera, como es posible que mueran, ellos merecían tanto— Él me observa detenidamente y con su mano limpia mis lágrimas. —Termínenos de ver la película — Asiento con la cabeza. Me acomodo en el sofá y pasa su brazo por mis hombros, apoyo mi cabeza en el suyo, él me ha dado una tranquilidad en este momento, termino
—Por dios Mía cuando aprenderás— Digo entre dientes mientras acomodo todas mis cosas en el bolso. Quería llegar a tiempo a clase aunque me faltará media hora de igual manera ayer no fui, así que tomo mis cosas rápido y corro mis padres están en el comedor. —Como algo Mía— Dice mi madre, mi padre está leyendo el periódico y tomando un vaso de café. —Tomo una tostada— Allá como algo más no te preocupes, te amo. No dejo que me digan nada más, comienzo a correr lo más rápido que puedo, hasta llegar a la puerta, unas de las chicas me abre la puerta. —Suerte señorita mía— Me regala una tierna sonrisa, Observo al frente de la puerta de mi casa una camioneta negra, uno de los guardas espalda de mi papá abre la puerta trasera del autor, así que sin mucho apuro voy a entrar cuando observó a mi acompañante. —Miller— Digo algo extrañada. —Te quise llevar a la universidad— Sonríe— Espero que no tengas problema— Pregunta curiosamente. —La verdad es que no— Entro al auto— Quiero ir ya a clas
Este mes fue el más largo para mí, en mi universidad a uno de mis profesores le he caído de la patada, saque 0 en su último examen, pero eso fue más que todo por mi culpa, por no ser sincera en lo que tengo. Flash Black. —En unos minutos comenzaremos el examen— Dice el doctor Miller anotando en el pizarrón 1 hora que es lo que durará el examen. —¿Estudiaste?— Pregunta Sammy una de mis compañeras, simplemente asiento. Me acomodo en mi puesto, comienzo a sentir mucha sed, reviso mi bolso y genial no traje agua, muevo mi cabeza de un lugar a otro, tratando de no cerrar los ojos estoy tan cansada. El doctor mis da las hojas pares repartirlas entre todos, en estos momentos veo todo borroso, las letras se unen, paso mis manos por mi cara por frustración, trago de no demostrarlo. Suspiró lentamente, el tiempo pasa muy rápido está vez, no me di cuenta, cuando Observó a mi alrededor solo hablemos tres alumnos. —Se terminó el tiempo— Dice el doctor retirando las hojas de los pupitres al l
—Cierra los ojos, mía— Me pide Kyler cuando detiene el auto— Confía en mi Suspiro y él cubre mis ojos con una venda, toma mi mano y le deja un beso, escucho que suyo enciende y comienza a manejar, no sé cuánto tiempo pasa hasta que el auto se estaciona, comienzo a sentir nervios, un poco de ansiedades, escucho cuando abren la puerta y me ayuda a bajar del auto, puedo escuchar el sonido de un motor. —¿Qué está pasando?— Pregunto algo nerviosa. —No tengas miedo, no te voy a asesinar— Responde y me ayuda a dar algunos pasos— Cuidado con las escaleras— Me ayuda a subir unos escalones— Siéntate acá — Me sigue guiando y me quita la venda. Observó sorprendida a mi alrededor y parpadeo varias veces perpleja, él observa minuciosamente cada expresión que hago. —¿A dónde vamos?— Pregunto algo nerviosa. —No te haré daño, y colócate el cinturón que el avión ya va a despegar— Me sugiere, hago lo que él me dice y miro por la ventanilla, el avión o por lo que sé y observo es un jet privado comi
—¿Qué hacemos acá en Paris? —Pregunto luego de bajar del jet. —Es una sorpresa querida, ven vamos— Me extiende su mano, había un auto Negro esperándonos. —¿Mi bolso?— Pregunto —Lo llevarán más tarde al hotel, sé que están tus libros para estudiar— Sonrió y le doy la mano. Él une nuestras manos y sonríe la verdad es que Kyler es tierno, me siento tan nerviosa y a su vez comida cuando estoy a su lado, realmente no sé que es lo que me pasa. Él conduce por un alrededor de 20 minutos hasta llegar a una de las tiendas de ropas más importante de este país. —¿Qué hacemos acá?— Pregunto algo confundido. —Vamos a comprar algo de ropa para ti, no te quedarás así. —¿Cuánto tiempo te piensas quedar acá?— Pregunto algo preocupada. —Tranquila nena, el domingo a las 10 A.M. estaremos de regreso, te lo prometo, tan solo quiero que estudies y disfrutemos un poco. —¿Tienes algún trabajo acá?— Él niega con la cabeza— ¿Entonces? —Este fin de semana lo aparté para ti, actualmente no hay nada y na