Pasamos una noche muy especial, me hacía reír, mientras caminábamos por su inmenso hotel puedo observar la mirada de todos.
—¿Qué has estudiado?— Dice antes de tomar un poco de whisky que tiene en su mano derecha.
—Varias carreras, pero quiero estudiar medicina es los que me apasiona.
—Te podría ayudar— Me observa detenidamente y sonríe.
—No, no quiero.
—Deberías tengo un familiar que— Lo interrumpo.
—Quiero esto por mi misma— Caminó para estar frente a él, tomos u mano izquierda y la sostengo con las mías— Quiero que me valoren por mí, no por mis padres.
—Pero no soy tu padre— Sonríe y se trata de cerca, yo me alejo y suelto su mano.
—Lo sé.
—Eres una chiquita temperamental.
—Puede ser— Sonrió y tomo su mano— ven bailamos— No le doy opción lo jalo conmigo a la pista de baile y él pone su vaso en una de las bandejas que cargaba uno de los meseros.
—No iba a bailar con el trago.
—Río por su comentario— Oh si el señor misterioso.
—La verdad es que si, ya que no soy así con todos.
—¿No?
—Por eso es que todos te ven algo raro.
—¿Por qué yo?
—Digamos que es cómo Cenicienta.
—No me siento así.
No decimos nada más y comenzamos a bailar lentamente, en una fiesta así tan solo ponen vals, tango, música clásica.
—¿Cuántos años tienes?
—26 años.
—Eres tan exitoso con esa edad.
—No me gusta hablar de eso ¿Tienes novio?
—No, no tengo— Sonrió y lo observó directamente a los ojos.
—¿Te has enamorado?
—Si de alguien hace mucho que no supe quién era.
—Un enmascarado.
—¿Me dirás tú nombre?.
—Mi nombre es Kyler Miller, dueño de las cadenas de los hoteles Miller.
La fiesta continua entre charlas con los amigos de mi padre, sobre negocio y política, rodeada en señores como un vaso de whisky en su mano como si fuera el único trago en el mundo.
—Quiero brindar por estar hoy acá, por todos ustedes— Todos levanta la copa— Por mi apoyo al Sr. Stiller para su campaña —Me observa, pero no puedo descifrar su mirada, en estos momentos se vuelve algo misteriosas y oscura.
«Es muy guapo, lindo una persona estudiada, sería la persona ideal»Oh por dios Mia saca esas ideas de tu cabeza.
La noche termino transcurrir como de costumbre, mi padre decidió que nos quedaremos en el hotel, siempre se hace lo que él dice.El día de mañana comienzo algunas clases, camino por las instalaciones, hay mucha seguridad cerca, llegó a un balcón y observo las estrellas.Hay un barandal algo, de aluminio, estoy en el primer piso, coloco mis brazos cruzados sobre ellos.
—Te ves hermosa— Escucho una voz que se ha vuelto conocida.
—Dire señor Miller que me está persiguiendo.
—Rie y me observa— Me gusta observar las cosas hermosas— Volteo a verlo y me extiende una copa de margarita.
—Eres una mala influencia.
—Ten, no tiene mucho alcohol— Río y lo acepto.
El cielo se veía radiante lleno de estrella, siempre me he enfocado en la estrella que está cerca de la luna, brillante y fuerte aunque esté sola, siento que podría algún día brillar como ella.
—Mira una estrella fugaz— Me dice él sellando el cielo, cierro mis ojos.
«Quiero conocer el amor, pero el amor verdadero»—¿Pediste tu deseo?— Dice él acercándose a mi
—Si, lo hice ¿Y tú?
—Me da curiosa, saber que es lo que más desea una chica como tú qué lo tiene todo —Dice cruzando de brazo.
—¿Tengo todo?
—Viajes dónde quieras, dinero, una familia, poder, eres bella.
—El dinero no compra la felicidad, al menos la mía no.
—¿No me dirás?— Pregunta curioso y niego con la cabeza regalando le una pequeña sonrisa.
No sé cuánto tiempo pasamos hablando de cosas sin sentidos, de música clásica, opera, cosas que por nuestro círculo social deberíamos saber.
Lentamente las horas transcurrían, él se queda dormido con la cabeza en la barra, me trato de levantar, pero me tambaleó un poco, tomo la muñeca de Miller y observo la hora en su reloj.M****a, susurro y trato de salir corriendo, me mareo un poco debe ser por la bebidas que tome.
Me voy a la universidad, aún tenía un vestido de cóctel puesto, tomo un taxi.
—Si mi padre me viera ahora le diera un infarto, sería divertido.El señor del taxi o el taxista para ser exactos me mira raro, hasta yo por estar destruida así, me ato el cabello como una cola de caballo.El taxista me deja frente a la universidad, bajo del taxi y camino tan solo un par de pasos y mi cabeza comienza a dar vuelta, siendo que el mundo no se detiene.Mis manos están fría, tocó mi frente de igual manera está fría, escucho todo con un zumbido.
—Señorita ¿Piensa que es una buena manera de venir vestida así a la universidad?— Dice un chico alto, cabello claro, está parado frente de mí— ¿Está bien?
Él se acerca a mí, trato de contestarle, pero es tarde le había vomitado encima y todo se vuelve negro.
—Señorita— Escucho una voz a lo lejos— Señorita.
—No quiero— Sentía mis ojos tan pensados, no quería levantarme.
—Señorita.
Sin decir nada más levanto mi mano y siento que golpea algo, siento mi palma de mi mano caliente.
Todo en mí vuelve en sí, abro los ojos y me siento de golpe, observó al chico al cual había vomitado encima, frente de mí, estaba con un conjunto azul y una bata blanca, observó a mi alrededor y veo monitores, una pequeña cortina de color verde agua.
Lo observó y él está tocándose la mejilla, las enfermeras lo miran con ganas de reír.
—Muy lindo mi comienzo de día.
—Lo siento mucho— Digo apenada, y me observó, tenía puesta una bata de paciente— ¿Qué hago acá?
—Se desmayó y la trasladaron al hospital público más cercano.—¿Público?—¿Hay problema?— Pregunta muy serio.
—No, no estoy bien ¿Me iré hoy?
—Se le van a realizar unos exámenes.
—Gracias por traerme, le aseguro que le pagaré su ropa.
—No tiene por qué, no me va a reponer mi día con eso— Dice seriamente— Síganle colocando solución y esperen los resultados— Dice mientras observa una tabla con algunas hojas, la cual se la entrega a la enfermera.
—No se preocupe Sr Miller— La enfermera acomoda lo que digo que es mi historia y él simplemente se aleja.—¿Su apellido es Miller?—Sí.
—¿Por casualidad es hijo del difunto Sr Miller dueño de las cadenas de hoteles?
—No, no es su hijo —Dice acercándome un celular— Puede llamar a su familiar.Sonríe, ayer me dio mucha curiosidad ese apellido y Kyler me contó que su padre había muerto, siento que este apellido me persigue en dos días, aún me duele la cabeza, pero no le pongo mucho cuidado.
No podría imaginar que estos dos chicos sería el fin de mi vida emocional*************************************
Mil gracias por darle está nueva oportunidad a esta increíble Historia.Gracias mis fantasmitas por su apoyo incondicional, días tras día trato de realizar un capitulo con amor para ustedes.Narra Kyler: —Señor Miller— Escuchó la voz de mi secretaria mientras entra a mi oficina. Tenía una camisa de vestir blanca, una falda negra que realza sus figuras, tiene su cabello ondulado atado, unos lentes que la hace ver sexual, creo que trabajar con tu ex amante no es buena idea, aún más si ella es provocativa, trae un café en su mano derecha y unos documentos en su mano izquierda, estoy sentado en mi oficina, mientras con mi dedo índice me doy un masaje en la cien. —¿Qué deseas Kimberly? —Gruño, ella levanta una de sus cejas y deja todo en mi escritorio— ¿Qué es? —Un Café para tu borrachera— Suspira— Esos documentos son del señor Stiller, lo envío está mañana— Mi seriedad se nota rápidamente que ella puede notar— ¿Pasa algo malo? —No, tan solo déjame, no estoy para nadie hoy. —Su rostro muestra preocupación— Pero…— No dejo terminar que hable cuando la miro de mal manera, ella tan solo se aleja, cerrando la puerta detrás de ella de una manera abrupta. Miro ese sobre amarill
Narra Mía. Me cambio de ropa, para luego ver quién está al pendiente, hay muchos casos que nadie se da cuenta de que estoy saliendo del hospital, mi padre no me contestó y realmente no sé dónde quedaron mis cosas, pero el doctor que me tocó hoy digamos que no le caigo muy bien aunque no sé por qué. Camino lentamente por los pasillos del hospital, observó muchas personas enferma y es normal, a la final es un hospital, pero puedo observar a todos luchando con lo poco que tienen, son cosas que mi padre debería mejorar, pero él no me deja opinar en sus asuntos, creo que no me tiene fe. Salgo del hospital, cierro los ojos para sentir un poco luz del sol, escucho el sonido de un claxon, mi mirada va directo de donde proviene, veo dos autos negros. —Mi padre no puede andar solo— Suspiro. Observo al igual que las personas que estaban en ese lugar que se abre una de las puertas traseras del auto, del segundo auto baja una persona que ya conocía, vestido con traje y corbata, apoya su espald
Comienzo a llorar a mares, las luces estaban pagadas acercó algunos pañuelos que están enfrente de mí en una mesita de madera, trato de secar mis lágrimas. —Pero no llores Mía— Escucho la voz de Kyler cerca de mí abrazándome. —Es triste todo esto— Digo aún llorando a mares. —Pero si es una película de The Avengers— Dice él tratando de tener paciencia, acariciando mi mejilla. —Pero es que no ves que murió Ironman y La viuda negra —Trato de estar tranquila— Es duro. Él ríe fuertemente, se inclina un poco hacia atrás, mira fijamente el techo, tomo un cojín y se lo lanzó encima. —No me maltrate he— Me observa mientras sigo sollozando— Tan solo me dio algo de risa. —Soy sincera, como es posible que mueran, ellos merecían tanto— Él me observa detenidamente y con su mano limpia mis lágrimas. —Termínenos de ver la película — Asiento con la cabeza. Me acomodo en el sofá y pasa su brazo por mis hombros, apoyo mi cabeza en el suyo, él me ha dado una tranquilidad en este momento, termino
—Por dios Mía cuando aprenderás— Digo entre dientes mientras acomodo todas mis cosas en el bolso. Quería llegar a tiempo a clase aunque me faltará media hora de igual manera ayer no fui, así que tomo mis cosas rápido y corro mis padres están en el comedor. —Como algo Mía— Dice mi madre, mi padre está leyendo el periódico y tomando un vaso de café. —Tomo una tostada— Allá como algo más no te preocupes, te amo. No dejo que me digan nada más, comienzo a correr lo más rápido que puedo, hasta llegar a la puerta, unas de las chicas me abre la puerta. —Suerte señorita mía— Me regala una tierna sonrisa, Observo al frente de la puerta de mi casa una camioneta negra, uno de los guardas espalda de mi papá abre la puerta trasera del autor, así que sin mucho apuro voy a entrar cuando observó a mi acompañante. —Miller— Digo algo extrañada. —Te quise llevar a la universidad— Sonríe— Espero que no tengas problema— Pregunta curiosamente. —La verdad es que no— Entro al auto— Quiero ir ya a clas
Este mes fue el más largo para mí, en mi universidad a uno de mis profesores le he caído de la patada, saque 0 en su último examen, pero eso fue más que todo por mi culpa, por no ser sincera en lo que tengo. Flash Black. —En unos minutos comenzaremos el examen— Dice el doctor Miller anotando en el pizarrón 1 hora que es lo que durará el examen. —¿Estudiaste?— Pregunta Sammy una de mis compañeras, simplemente asiento. Me acomodo en mi puesto, comienzo a sentir mucha sed, reviso mi bolso y genial no traje agua, muevo mi cabeza de un lugar a otro, tratando de no cerrar los ojos estoy tan cansada. El doctor mis da las hojas pares repartirlas entre todos, en estos momentos veo todo borroso, las letras se unen, paso mis manos por mi cara por frustración, trago de no demostrarlo. Suspiró lentamente, el tiempo pasa muy rápido está vez, no me di cuenta, cuando Observó a mi alrededor solo hablemos tres alumnos. —Se terminó el tiempo— Dice el doctor retirando las hojas de los pupitres al l
—Cierra los ojos, mía— Me pide Kyler cuando detiene el auto— Confía en mi Suspiro y él cubre mis ojos con una venda, toma mi mano y le deja un beso, escucho que suyo enciende y comienza a manejar, no sé cuánto tiempo pasa hasta que el auto se estaciona, comienzo a sentir nervios, un poco de ansiedades, escucho cuando abren la puerta y me ayuda a bajar del auto, puedo escuchar el sonido de un motor. —¿Qué está pasando?— Pregunto algo nerviosa. —No tengas miedo, no te voy a asesinar— Responde y me ayuda a dar algunos pasos— Cuidado con las escaleras— Me ayuda a subir unos escalones— Siéntate acá — Me sigue guiando y me quita la venda. Observó sorprendida a mi alrededor y parpadeo varias veces perpleja, él observa minuciosamente cada expresión que hago. —¿A dónde vamos?— Pregunto algo nerviosa. —No te haré daño, y colócate el cinturón que el avión ya va a despegar— Me sugiere, hago lo que él me dice y miro por la ventanilla, el avión o por lo que sé y observo es un jet privado comi
—¿Qué hacemos acá en Paris? —Pregunto luego de bajar del jet. —Es una sorpresa querida, ven vamos— Me extiende su mano, había un auto Negro esperándonos. —¿Mi bolso?— Pregunto —Lo llevarán más tarde al hotel, sé que están tus libros para estudiar— Sonrió y le doy la mano. Él une nuestras manos y sonríe la verdad es que Kyler es tierno, me siento tan nerviosa y a su vez comida cuando estoy a su lado, realmente no sé que es lo que me pasa. Él conduce por un alrededor de 20 minutos hasta llegar a una de las tiendas de ropas más importante de este país. —¿Qué hacemos acá?— Pregunto algo confundido. —Vamos a comprar algo de ropa para ti, no te quedarás así. —¿Cuánto tiempo te piensas quedar acá?— Pregunto algo preocupada. —Tranquila nena, el domingo a las 10 A.M. estaremos de regreso, te lo prometo, tan solo quiero que estudies y disfrutemos un poco. —¿Tienes algún trabajo acá?— Él niega con la cabeza— ¿Entonces? —Este fin de semana lo aparté para ti, actualmente no hay nada y na
Estaba estática con todo lo que estaba pasando, era algo que nunca pensé que harían o mejor dicho algo que nunca creí que me pasaría. Estaba frente de él con lágrimas en los ojos, no hice nada más que asistir con la cabeza, él sonríe y me acerca más a él, rosa sus labios con los míos. —No tienes idea de la felicidad que me acabas de dar— Dice antes de terminar la distancia que unía nuestros labios. Podría ser una locura, ya que solo lo conozco hace un mes, pero lo que conozco de él me gusta, este beso es tan mágico, me abraza por la cintura con la mano libre que tiene, me besa lentamente, sus labios saben al mejor dulce que he probado, al separarnos estoy toda sonrojada, todos los que están a nuestro alrededor nos aplauden, escondo mi rostro en su pecho. —No te dé pena amor, esto es mágico. —Una foto para que la tengan tenga recuerdo—Dice el chófer que me trajo. Él me sigues sosteniendo de la misma manera y el clip de la foto llega a mis oídos. —Esta son para ti— Dice dándome el