—Por favor, no me vengas con lágrimas. He visto mucho de todo en lo largo de mis años. Y tu llanto no me ablandara. —Es tan cruel con su propio hijo, es un hombre horrible.—Hago lo que sea por mis hijos, solo lo mejor para ellos. ¿Ahora qué piensas hacer?Zoe se acercó a la mesa, tomo el bolígrafo y firmo los malditos papeles… la lagrimas salían por si solas. No las podía detener. Al terminar se puso en pie y el viejo la imito. Cogió loa documentos pero dejo el fajo de dinero.—Que lo aproveches, seguro que mi hijo te prometió más. Pero ya que las cosas surgieron así debes conformarte con eso. ¡Ah! y tu morena, este mismo consejo va para ti también, aléjate de mi hijo. Yo jamás permitiré una unión entre ustedes dos.El viejo se fue, dejand
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