Andrés llegó a su casa y su bebé preciosa le saltó encima. —Hola, papá. —Hola, princesa de mi vida—Dijo y él le llenó de besos. Se desarmó y le pasó la pistola a su asociado. —Papá, no hay que andar con pistolas es peligroso, eso mata gente. —Sí y también nos protege. —Replicó y le llenó de besos. —¿Por qué mejor me cuentas un cuento? Voy a ducharme y la nana te ducha a ti, nos vemos en quince. —Me encanta, pero yo tengo que cenar, ehh. No seas irresponsable. —Lo que ella cene, yo igual —Vio a la niñera. —Unas quesadillas y papas fritas. —Quiero quesadillas de pescado y guacamole. —pidió la niña y su papá le vio confundido por la combinación, de todos modos él prefirió dejarla ir. —Chapas, dame el teléfono. Voy a pasar una hora con Mindy y volvemos a salir, Asher está bajo guardia y el Rey. —Así es señor. —¿Algo inusual? —preguntó Berrocal.&
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