Si dolía, pero mi mente era mucho más fuerte—El dolor físico no es nada comparado con el dolor emocional—Comencé a repetirme a mí misma una tras otra vez para no sentir el dolor, y lo había logrado, había dejado de sentir el dolor, cuando me había dado cuenta ya estaba en cuatro patas. Me acerque a un lago y pude mirarme, era una hermosa loba de color negro aproximadamente media unos 2.30 metros. Somos hermosas—respondió mi loba Me he dado cuenta—respondí Tenía ganas de correr, de sentir el aire en mi pelaje y asi lo hice, corrí todo lo que mis patas me lo permitieron pero a pesar de que lo hice quería seguir corriendo, al final tuve que volver a casa. Como de costumbre mi madre no estaba, solamente cogí una manzana y comencé a morder la fruta, subí a la habitación a descansar, pero no pude dormir por pensar en todo. Mi loba parecía más fuerte de lo que yo soy, mi loba lucía distinta al de ella, mi madre tambi
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