—¿Estas bien?—cuestionó el chico recogiendo un libro que al parecer se le había caído.
—si estoy bien.—respondió ella mirando el suelo—disculpa por el choque, estaba distraída—se disculpó y caminó a paso apresurado hacia el salón.
Ella huía, estaba huyendo de aquel lugar como huía cada vez que no podía, Iker solamente la observo irse mientras sonrió—¡Que torpe!—exclamo aun con la sonrisa burlona en su rostro.
Así como huyó de aquel lugar fue detenida por aquella joven que siempre le había molestado.
—¿A dónde vas tan rápido?—cuestiono la joven con las manos en su cintura y sonrisa burlona—¡Estas huyendo de nuevo!—Exclamo con una voz cargada de ironía
Idally se limitó a bajar la cabeza, ignorarla y seguir el camino apresurada, pero no fue su mejor decisión, la joven indignada la tomo del brazo haciendo presión mientras encajaba sus uñas largas en la zona que apretaba, la presión era tanta que en pocos minutos el brazo de Idally comenzó a sangrar.
¡Suéltame, me lastimas!—Exclamó al sentir el dolor y mirar la sangre que bajaba por sus brazos recorriendo sus manos.
Pero aquella chica se negó a hacerle caso, mientras más Idally se quejaba más fuerza ponía en su agarre y más la dañaba, Idally nunca se había defendido, jamás le había importado lo que con ella sucediera, siempre había deseado ser invisible, prefería ser ignorada para no tener problemas pero nada era como deseaba y por eso estaba en esta situación.
Tomo fuerza de donde pudo y en un movimiento empujo a la chica tan fuerte haciéndola tambalear pero esta al traer tacones no pudo evitar caerse, Idally tampoco pudo evitar salir corriendo tal como era su costumbre.
Huía como si de salvar su vida se tratase, si, era cobarde, solo quería una vida tranquila y pacífica, una vida normal quizás, pero la de ella quizás jamás había sido escrita de ese modo.
[...]
Las demás horas fueron tortura, intentando no volver a toparse con aquella chica, hizo de todo pero el destino enserio la odiaba, tanto que para su mala suerte se había encontrado con ella en uno de los pasillos y lo peor era que no estaba sola.
—Agárrala—medio grito con voz chillona, esa ruidosa voz que Idally tanto despreciaba, esa voz que la torturaba.
Las chicas que venían con ella obedecieron, una de ellas mientras la jalo de uno de sus brazos susurro—Lo siento, yo no quería—expreso como si le doliera lo que a continuación sucedería, la tomaron y arrastraron hasta uno de los salones desocupados.
El salón era oscuro, ella intentaba soltarse pero no podía, quería huir pero ellas no se lo permitían, le pusieron un trapo en su boca para que no gritara, la amarraron como si de un animal se tratara.
Le tiraron cubetas encima llenas de agua, pero eso no les basto también le cortaron parte de su lindo cabello, lo peor para ella fue el tener que soportar las quemaduras de cigarro por sus piernas y muñecas, el ardor que le ocasionaron.
Narra Idally:
El dolor que sentía no se comparaba con nada, el ardor de mi piel al sentir el cigarro sobre esta, no había sentido tanto dolor, quería gritar, quería huir, si huir, escaparme, tal como había hecho siempre, pero no había salida, no había alguien que me ayudara, sentía ganas de llorar, ganas de morirme, de que todo terminara y así pudiera estar bien de nuevo.
Deseaba que terminara todo y aun así solo acaba de iniciar, el dolor no se iba, seguía ahí, marcas tendría de eso no había duda alguna, estaría marcada de por vida pero eso a ellas no parecía importarles.
Una de ellas miraba con miedo lo que las otras me hacían, parecía darle tristeza, querer ayudar, querer detenerlas pero aun así termino callando todo lo que quería decir.
Al finalizar su tortura terminaron abandonaron el aula, me dejaron totalmente sola en la oscuridad.
¿Qué les había hecho? ¡Nada!
Nunca había hecho daño a alguien, nunca había odiado, pero por primera vez sentía algo nuevo, un nuevo sentimiento creciendo dentro de mí, era el sentimiento del rencor.
Creía estar sola, pero no era asi, la puerta se abrió dejando ver a esa chica que me miraba con compasión desde hace rato, una de esas de las dos que me habían sujetado, entro en silencio y se acercó a mí y pidió perdón mientras me desataba.
—debes ir a casa—susurro en voz baja mientras se levantaba y se marchaba por la misma puerta en que entró.
No era mala, no era como ellas, pero aun así yo no podía perdonar, algo en mi se estaba acabando y algo nuevo estaba naciendo.
Como pude llegue a casa, por suerte mi madre no estaba, pude entrar sin problemas, ahora mi problema sería ocultar las marcas, las huellas que quedarían de por vida. Al menos mañana sería un nuevo día, mañana cumpliría 17 años y sería mi transformación, por primera vez me pasaría algo bueno en la vida.
No estaba bien, no estaba mal, no era nada en especial, solo era mi primera transformación, solo era una de tantas veces que lo haría.
La hora se aproximaba y el hecho de no tener apoyo en el momento más importante para mí comenzaba a darme igual.
Suerte con tu transformación cariño—expreso mi madre dulcemente mientras dejaba un beso en mi cachete—lamentó no poder estar a tu lado pequeña.
La envolví en un abrazo y susurré—No es como si fuera el más importante, habrá más ocasiones para que me apoyes—respondí al separarme de ella.
No importaba si estaba o no, si era difícil o fácil, yo tenía que salir por mí misma adelante.
Salí de la casa y camine en dirección al bosque, era inmenso, probablemente jamás me había parado a admirar su belleza, quizás ni siquiera había entrado a él en ningún momento, la hora comenzó a acercarse y el dolor en mis huesos dio inicio.
¿Qué si dolía?
Si dolía, pero mi mente era mucho más fuerte—El dolor físico no es nada comparado con el dolor emocional—Comencé a repetirme a mí misma una tras otra vez para no sentir el dolor, y lo había logrado, había dejado de sentir el dolor, cuando me había dado cuenta ya estaba en cuatro patas. Me acerque a un lago y pude mirarme, era una hermosa loba de color negro aproximadamente media unos 2.30 metros. Somos hermosas—respondió mi loba Me he dado cuenta—respondí Tenía ganas de correr, de sentir el aire en mi pelaje y asi lo hice, corrí todo lo que mis patas me lo permitieron pero a pesar de que lo hice quería seguir corriendo, al final tuve que volver a casa. Como de costumbre mi madre no estaba, solamente cogí una manzana y comencé a morder la fruta, subí a la habitación a descansar, pero no pude dormir por pensar en todo. Mi loba parecía más fuerte de lo que yo soy, mi loba lucía distinta al de ella, mi madre tambi
Su voz no era la misma, no solo eso, él no era el futuro alfa al que le había jurado lealtad —¿Lugar?—le miré mal—Decías que todos debíamos ser tratados por igual. Se quedó callado pensando por un momento hasta que habló—No vuelvas a hablarme al menos que lo pida—demandó en seco. No podía desobedecer, le había jurado lealtad y al jurarlo debía cumplir con lo que él acatará. A cierta distancia voltee y la pude mirar, mi corazón se aceleró con tan solo verla, algo en mi quería protegerla... pero ¿porque? Si no era mi mate. Se transformo apenas—informo Iries, mi lobo —¿Cómo es su loba?—pregunté La curiosidad que tenia por ella era enorme, solo ella había podido despertar tal curiosidad en mi. No sabría decirte—respondió cortando la conexión Camine por los pasillos pensando en el comportamiento de Iker, algo no estaba bien, él nunca había hecho algo como lo
Mi lobo, Iries estaba enamorado de quien no era su Mate, incluso podría ser que yo me estuviera enamorado de esa joven. ¿? Quizás por su lindura, la forma en que se comportaba, la ternura que me inspiraba al verla, el verla tan desprotegida, tan desprotegida que me hacía querer protegerla completamente inclusive si mis acciones iban en contra del líder. Narra Idally: Ese no puede ser mi mate, ese chico es de lo peor, incluso me llego a empujar, ese no es el tipo de persona con la que quiero pasar mi vida entera Mire mi cuerpo un momento, aun podía ver las huellas de golpes y claro las antiguas quemadas de aquella noche. —Jamás dejaré que Iker sepa que soy su mate—me susurré a mí misma mientras me recostaba en la cama y miraba el techo. Narradora: El futuro alfa Iker desde pequeño tenía que seguir el ejemplo de sus padres, ser fuerte, aprender a juntarse con quienes tenían la f
Narra Idally: Fui sacada arrastras de mi casa, no entendía la razón, ni por qué estaban haciendo las cosas, pero tampoco les cuestioné. Escuche a Karim gritar y exigir que me liberarán pero ninguno lo hizo al contrarió dijeron que habían sido órdenes, él único que podía darlas era Iker. Entonces él lo había hecho. —Maldito Iker—susurré entre dientes mientras me llevaban. Después de caminar por unas largas horas llegamos hasta la mazmorra, nadie conocía de ellas pero lamentablemente yo más que nadie las conocía, había estado en ellas cuando apenas tenía uso de conciencia. me empujaron hacia dentro, mi cuerpo to
El cuerpo de muchos estaban demasiado agotados, varios eran llevados nuevamente al encierro por el desgaste extremo de su físico, de los 121 que habían, en menos de dos semanas ya solo quedaban 70, el resto había muerto o se encontraba enfermó por tan mala calidad de vida que les daban.Idally procuraba que Daniel no se enfermará, aún si eso le costaba a ella misma su propia vida, el cansancio se asomaba en todos, la desnutrición era evidente, se notaba en sus cuerpos, los huesos de la mayoría se asomaban a través de su ropa sucia, se veían las ojeras que tenían y el cuerpo cubierto por moretones, cicatrices y heridas infectadas por no ser atendidas.los guardias no tenían compasión con ninguno, nadie era la excepción, a todos les iba por i
Iker fue felicitado por todos los presentes incluso por su Beta que sólo lo hizo por compromiso.Felicidades—Expreso dándole una palmada en su espalda sin sonreír—Gracias Karim—dijo con una sonrisa, la cual que se desvaneció al ver que su amigo no sonreía del mismo modo que él lo hacía.Era una "felicitación" por compromiso y eso no le gustaba para nada.¿Me puedo ir ahora, Iker?—le cuestionó Karim fríamenteEres mi beta, debes quedarte—gruño con enfado—y te quedarás.Si claro Alfa—expreso mirando a o
¿Quién era? No era nada más y nada menos que Iker, él había detenido la ejecución, todos miraban con confusión la escena que estaban presenciando, mientras Idally no sabía si estar agradecida por estar viva o prefería estar muerta en ese instante—pero, alfa...—Quiso decir más el hombre que la ejecutaría pero, Iker no lo permitió ya que había cogido la mano de Idally jalándola para llevársela, cuando él hizo eso, ella jalo al pequeño tras ella, no planeaba dejarlo por nada del mundo.Lo protegeria de cualquiera.Narra Idally:Creí que moriría, pero cuando todo se detuvo ten&i
Ella no puede ser mate de él, Ella es mía—gruñó Iries con enfadoÉl se había enamorado, yo la había comenzado a querer pero ella era prohibida para los dos.La subí con delicadeza y busqué una habitaciones desocupadas, le mostré la suya al pequeño, él entró a la habitación mientras que yo fui a llevarla a ella a la habitación de lado.La recosté despacio para no despertarla, se veía mucho más frágil de lo normal, extrañaba verla, pero lo que más extrañaba era su aroma, si, si podía sentir su aroma pero no tenía ni la mínima idea del porqué.La observé un rato hasta que tuve que marcharme porque Iker me buscaba.A Kiara, ¿La hija de la manada vecina?—cuestione dudoso por su peticiónSi, si no a quien más—respo