Armando parecía estar planeando el viaje, se veía indeciso, yo desconocía sus propósitos, además de mostrarme la secta de la selva. Supuse que su mayor propósito era que yo escribiera al respecto de la secta para que el país se diera cuenta. Y, era la persona adecuada para hacerlo, además de mi interés por Lizandro estaba el interés por las aventuras. Armando era un desconocido para mí, apenas sabía que era un supuesto corresponsal de Bluefields, y ahora que pertenecía a una secta que rendía culto a Lizandro, no sabía quién era él en sus adentros. Nunca habíamos hablado sobre su visión del país y la desgracia de los gobiernos neoliberales. Me era un completo desconocido, después de todo confiaba en él para adentrarnos a la selva y descubrir más sobre la secta. Antes de eso, le dije que debíamos hablar, aunque parec&ia
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