Me levanté de la cama como lo había hecho todos los días antes de ese, fui al baño a alistarme para ir a la escuela. Estuve listo en menos 20 minutos, ya saben, los ánimos de un niño pueden ser muy grandes, y a mí me encantaba ir a la escuela. No es que tuviera muchos amigos, era por el simple de hecho de aprender ¿Un niño al que le gusta ir a la escuela para aprender? Si, no tienen que decírmelo, no escucharán a un niño de 10 años decir eso muy seguido, pero ese no es el punto al que quiero llegar. Salí de mi cuarto y llegué rápidamente a la mesa del comedor, donde saludé a mi madre con entusiasmo mientras me sentaba a esperar que ella sirviera el desayuno. A ella no le tomó mucho tiempo unirse a mi, puso un plato con tostadas, huevo, y tocino sobre el otro lado de la mesa, luego puso mi plato delante de mi, para luego poner su mano en mi cabeza y alborotar un poco mi cabello castaño, yo solo solté una pequeña risa, amaba que ella jugará con mi cabello de esa
Leer más