Me levanté de la cama como lo había hecho todos los días antes de ese, fui al baño a alistarme para ir a la escuela. Estuve listo en menos 20 minutos, ya saben, los ánimos de un niño pueden ser muy grandes, y a mí me encantaba ir a la escuela. No es que tuviera muchos amigos, era por el simple de hecho de aprender ¿Un niño al que le gusta ir a la escuela para aprender? Si, no tienen que decírmelo, no escucharán a un niño de 10 años decir eso muy seguido, pero ese no es el punto al que quiero llegar.
Salí de mi cuarto y llegué rápidamente a la mesa del comedor, donde saludé a mi madre con entusiasmo mientras me sentaba a esperar que ella sirviera el desayuno. A ella no le tomó mucho tiempo unirse a mi, puso un plato con tostadas, huevo, y tocino sobre el otro lado de la mesa, luego puso mi plato delante de mi, para luego poner su mano en mi cabeza y alborotar un poco mi cabello castaño, yo solo solté una pequeña risa, amaba que ella jugará con mi cabello de esa manera.
-Hola Adrian ¿Cómo amaneció el tesoro más grande de mi vida?- Respondió lo madre mientras se sentaba en la mesa, sus ojos azules siempre emitían un brillo que me era imposible de explicar, siempre me pregunté por qué yo no pude heredar esos hermosos ojos.
-Muy bien mamá, entusiasmado para llegar a la escuela.- Respondí con honestidad.
-No me sorprende que así sea, por algo eres mi hijo.- Respondió mi padre mientras salía de su cuarto y se unía a nosotros en la mesa.
Me reí ante el comentario de mi padre, el siempre me había contado que había sido un desastre en la primaria, lo único que hacía era jugar con sus amigos, y muchas veces estuvo a punto de reprobar el año. Pero era un buen trabajador, y siempre había logrado que mi madre y yo viviéramos bien, así que no pudo haber sido tan mal alumno toda su vida.
-Si… claro.- Respondí mientras soltaba algunas carcajadas, mi madre rió conmigo.
-Si claro, ja, ja ¿Papá es muy gracioso no es así?- Dijo el sabiendo perfectamente porqué nos reíamos.
-Mi amor, sabes que no lo hacemos por mal.- Le dijo mi madre mientras ponía si mano sobre la de él, y lo miraba con esa mirada que solo ella podía dedicar.
-¿Alguna vez te he dicho lo mucho que te amo?
-Repetidas veces, y tengo un anillo muy lindo que lo comprueba.- Dijo ella antes de acercarse a él y darle un beso.
-¡Puaj! ¡No hagan eso delante de mi!- Dije mientras sacaba mi lengua en señal de asco, mayormente lo hacía para molestarlos, nunca me molestó que demostrarán su amor frente a mí.
-Bueno Adrian, la verdad es que te tengo malas noticias. Hoy no irás a la escuela.- Sentenció mi padre mientras me veía con una cara de decepción.
-¿Qué? ¿Por qué no?- Pregunté bastante desilusionado por lo que había dicho mi padre. Pero rápidamente pude ver cómo su semblante cambiaba y se veía mucho más entusiasmado.
-¡Porque no tomaremos este día para estar en familia! Ya hablé con tu maestra, y dice que no tiene ningún problema, tienes muy buenas notas, nadie va a morir porque faltes un día, ja, ja, ja.- Dijo mi padre entre pequeñas risas.
-Tiene razón, soy muy inteligente.- Respondí mientras ponía mi mano en mi barbilla, aceptando el cumplido que yo mismo me había hecho. -La verdad es que me parece una razón más que válida para faltar a la escuela.- Les dediqué una sonrisa a ambos.
-Me alegro que te lo tomarás bien amor, porque tenemos muchos planes para hoy.- Dijo mi mamá con una gran sonrisa.
-Creo que debería cambiarme antes de irnos.- Comenté mientras observaba que tenía mi uniforme puesto.
-Creo que tienes razón cielo.- Respondió mi madre, y yo salte de la mesa y corrí a mi cuarto a cambiarme.
Me puse una franela azul eléctrico con un estampado de un esqueleto, y un jean negro, junto con unas botas deportivas de color negro, amaba esas botas, las usaba cada vez que quería salir con mi familia. Una vez todos estuvimos listos, salimos de la casa y nos montamos en el auto, yo no tenía idea de a dónde iban a llevarme, pero pasar tiempo con mis papás siempre era divertido.
Estuvimos en la carretera por, al menos unos 20 minutos, me preguntaba ¿A donde querían llevarme y por qué estaba tan lejos? Para un niño de 10 años, 20 minutos en auto pueden llegar a ser una tortuga medieval. Pero no tardamos mucho más en llegar a nuestro destino, una heladería donde vendían helados veganos, en cuanto me di cuenta de en donde estábamos esbocé una enorme sonrisa.
-¡Amo esta heladería!- Dije entusiasmado, por si no fuera ya lo suficientemente obvio.
-Lo sabemos, por eso te trajimos.- Respondió mi padre mientras me guiñaba el ojo.
Nos bajamos del auto y entramos a la heladería, yo pedí el mismo helado que siempre pedía, era un helado de vainilla a base de leche de anacardos, eres increíblemente sabroso, y yo tenía mucho tiempo con ganas de comer ese helado, mis padres pidieron ambos un helado de chocolate, era lo más común para los veganos. Nos quedamos un rato allí mientras conversábamos y comíamos nuestro helado.
-¿Podría tener un hermanito?- Pregunté de la nada, a lo que mis padres se sorprendieron bastante por la pregunta. Tardaron un poco en responder.
-¿Hay alguna razón en particular por la que quieras tener un hermanito?- Me preguntó mi padre mientras mi miraba con esos ojos color café tan característicos que tenía.
-Claro, me encanta estar con ustedes, pero me gustaría tener un hermanito menos para poder jugar mientras ustedes no están en casa.- Respondí con simpleza.
-Es una razón más que entendible ¿Pero no puedes hacer eso con tus amigos en la escuela?- Preguntó mi padre ante mi razonamiento.
-No tengo muchos amigos en la escuela, ellos no me entienden, se burlan de mi por tener buenas notas…- Dije mientras miraba hacia abajo.
-Ellos se lo pierden campeón, si no te aprecian ellos son los que salen perdiendo. Pero no salimos un poco del tema.- Dijo mi padre tomando mi mano.
-De hecho cariño… Hay una razón por la que quisimos salir juntos en familia hoy.- Respondió mi madre mientras sonreía y tomaba la mano de mi padre por sobre la mesa.
-¿Y cuál es?- Pregunté con curiosidad aún sin entender a qué se refería mi madre.
-La verdad es que no sabíamos cómo ibas a tomártelo, y no teníamos ni idea de cómo decírtelo, pero no has librado de una carga muy grande al decirnos eso.- Dijo mi madre con ese brillo tan inusual en sus ojos. -Estoy embarazada cariño, vas a ser hermano mayor.
Literalmente salte de la alegría, no podía ocultar la clara emoción que sentía al escuchar esas palabras. Inmediatamente me acerque a dónde estaban mis padres y los abrace con fuerza y ellos me devolvieron el abrazo con mucho amor. Terminamos nuestros helados y salimos de la heladería, no tenía idea de cuál sería nuestro próximo destino, pero no fuimos en carro, empezamos a caminar por la acera y mientras observábamos el vecindario, todo tan tranquilo como siempre, hacía un tiempo que no lo visitaba, pero lo que más recordaba de ese lugar, era la tremenda sensación de paz que me traía cada vez que estaba allí, el estar con mis padres disfrutando del momento, era simplemente espectacular, risas y juegos entre nosotros, a mi lado tenía a mis padres agarrados de las manos y honestamente no podía pedir nada más.
-¿Sucede algo cariño?- Dijo mi madre mientras se apartaba un mechón de cabello de la cara para verme mejor.
No me había dado cuenta, pero me había perdido en los pensamientos por mucho tiempo, incluso para alguien como yo, era raro que pasara mucho tiempo sin decir una sola palabra. -Disculpen, es que estaba pensando en lo bien que la estoy pasando.
-Aww, eso es muy lindo de tu parte amor. Serás un hermano mayor excelente.- Me respondió mi madre mientras seguía caminando.
-Cerca de aquí hay un parque muy hermoso, tiene muchos árboles y diferentes juegos para niños. Creo que te encantará, además de que tienes la oportunidad de conocer nuevos amigos allí, de seguro que ellos si tienen buen gusto al escoger amistades, no cómo tus compañeros de clases.- Dijo mi papá mientras apresuraba un poco más el paso.
Algo se empezó a sentir mal dentro de mí, una pequeña parte de mí me decía que no debíamos ir a ese parque, pero mi consciencia también me decía que era estúpido tener miedo ¿Tener miedo de qué? ¿Qué podría pasar? No tenía idea, solo me sentía muy vulnerable, y a nadie le gustaba sentirse así. Faltaban unos cuantos minutos para que llegaremos al final de la manzana, podía ver la esquina que teníamos que cruzar para llegar al parque, había un hidrante de agua amarillo, lo recordaba porque me parecía muy curioso que fuese de color amarillo, las personas caminaban a nuestro alrededor de lo más tranquilas, y por alguna razón pensaba que estaba mal que estuviesen todos tan calmados, se sentía incorrecto estar sintiendo tanta paz ¿Por qué estaba pensando en esas cosas?
Llegamos a la esquina con el hidrante amarillo, la tomamos, esperamos unos segundos hasta que los autos los dieran pase por el cruce peatonal, y luego continuamos con nuestro camino… Que curioso, pensé que algo malo pasaría cuando cruzáramos esa esquina, quizá solo eran delirios de un niño pequeño…
Eso fue lo que siempre quise que hubiese ocurrido, pero la realidad fue muy distinta.
Una vez cruzamos esa esquina un gran camión que transportaba desechos tóxicos de una gran empresa, venía a toda velocidad por la calle. Nadie le prestaba atención, solo era un camión con exceso de velocidad, pero apenas pusimos un pie en la calle, el camión se volcó, mi madre me empujó fuertemente hacia atrás, solo lo suficiente como para viera como el camión los aplastaba a ella y a mí padre… Pero no crean que yo me salve, o que quedé sin ningún rasguño, pues al volcarse el camión soltó todos los barriles con desechos tóxicos a la calle, los cuales se rompieron derramando las peligrosas sustancias que contenían dentro, mucho barriles me golpearon de lleno, rompiendo varios huesos, sin mencionar que quedé completamente cubierto de todo los desechos tóxicos que transportaba, podía sentir como si mi piel se estuviese derritiendo, y quizá si lo estaba haciendo, pero estaba pasando por mucho dolor como para detenerme a ver, sabía que mi ropa si se había destruido.
Fue un accidente horrible, murieron 40 personas y al menos unas 65 más terminaron heridas, era una calle muy transitada, y muchos de los que no murieron por el impacto, murieron al ser bañados por desechos tóxicos. Igual que yo. A partir de ese momento todo fue extremadamente borroso, solo hay flashbacks de luces rojas, paramédicos y luces blancas.
Desperté un tiempo después sin saber dónde estaba o como había llegado allí, con el cuerpo completamente vendado de pies a cabeza y con un dolor tan intenso que ni siquiera pude pensar que había muerto, apenas desperté empecé a tener espasmos por el fuerte dolor que estaba sintiendo, era demasiado para solo un niño. La enfermera que me estaba cuidando al darse cuenta de ello, aumento mi dosis de dopamina para reducir el dolor, una vez que prácticamente no sentía nada más que sueño, logré formular unas pocas palabras.
-Mi… mamá.- Quería preguntar también por mi padre, pero las palabras no salían de mi boca, era difícil saber si la enfermera me había escuchado, pero ella me vio a los ojos y me dedicó una mirada que transmitía tranquilidad, pero podía darme cuenta de que era falsa, y era sola para que yo no siguiera hablando. Luego de eso solo solté un par de lágrimas en sus nombres, no me lo habían dicho aún, pero no tenían que hacerlo. Mis padres estaban muertos, y yo estaba a punto de morir en una cama de hospital.
Mi recuperación tardo mucho tiempo, estuve en el hospital aproximadamente 2 meses, es difícil recordar el tiempo exacto cuando estar sedado la mayor parte del tiempo. Tenía muchas heridas y huesos rotos que sanar, solo me despertaba para comer y con altas dosis de anestésicos para poder soportar el dolor. Una vez que me había recuperado tenía cicatrices en todo mi cuerpo, y no solo eso… Los desechos tóxicos habían convertido lo que alguna vez fue una piel morena, en una piel pálida como, tan pálida que podía ver mis venas a través de mi brazo, mi cabello, alguno vez castaño, ahora era de un tono blando de la raíz a la punta. Quizá no morí ese día, pero prácticamente quedé como un fantasma. Curiosamente en mi cara no quedaron cicatrices, supongo que se esforzaron para que viviera una vida medianamente “Tranquila”, lo cual es ridículo, quizá no tenga la cara deformada, pero la gente se me queda mirando en la calle, en fin, lo único que tenía era una pequeña manc
El resto del día transcurrió con normalidad, luego de terminar las clases Ivanne me llevó a mi trabajo, como era costumbre que lo hiciera, y ella fue a su casa después. Yo trabajaba en una tienda de celulares, era bastante tranquilo, no hacía mucho, la mayor parte del tiempo solo era responder preguntas a los clientes de sus teléfonos. Fue un día exactamente como cualquier otro. -Buenas tardes.- Dijo un señor algo mayor mientras se acercaba a dónde yo me encontraba. -Buenas tardes ¿En que puedo ayudarlo?- Respondí de manera amable. -Mi hijo me compró este teléfono hace poco, pero no tengo idea de cómo hacer para llamarlo. ¿Podría ayudarme? -Por supuesto, usted se mete en “Contactos” y luego solo tiene que buscar el nombre de su hijo, si quiere puedo hacerle un acceso directo en la pantalla principal para que se le haga más fácil. -Oh, eso sería ma
Le expliqué todo lo que me había pasado recientemente y con lujo de detalle a mi terapeuta, en este tipo de cosas era importante no saltarse nada, hasta lo más mínimo puede ser un gran indicio, lo había aprendido a lo largo de los años. Una vez que terminé de explicarle todo, cómo me había sentido, y que había pasado, solo espere a que el terminará de anotar unas cosas en su libreta para que comenzará a hacer sus preguntas. -¿Y esto pasó recientemente?- Preguntó él. -Si, hace unos días. El lunes de hecho. -Antes de eso ¿Hace cuánto que no tenías un ataque de pánico? -Déjeme ver si recuerdo… Creo que la última vez fue a los 17, hace 2 años. -Ya veo ¿Y no tiene idea de cuál pudo haber sido el detonante? -No, cómo le dije antes, ambas veces fue en lugares con ambientes completamente distintos, y honestamente no había nada que pudiera alterar mis nerv
No tengo idea de cuánto tiempo pasó antes de que despertara, lo que si sé, es que Justin estaba al lado mío, sentado, observándome atentamente. Una vez que abrí los ojos el pareció asustarse un poco, pero fue apenas un segundo, luego actuó de lo más normal que pudo, para acercarse un poco a mi y preguntar.-¿Estás bien?- A pesar de notar que estaba genuinamente preocupado por mi, también noté que procuró no tocarme.-Creo que sí…- Dije mientras lentamente me levantaba del suelo. -¿Qué fue lo que pasó?-Esperaba que tú pudieras responderme eso.- Dijo el mientras comenzaba a jugar con ambas manos.Los recuerdos comenzaron a llegar de golpe, cómo mi mano había atravesado la taza de café, como la charola había pasado a través de mis
Sentía como las sombras empezaban a llenar mis pulmones, era como si estuvieran siendo llenados con agua, y era una sensación extremamente dolorosa, intentaba soltarme con todas mis fuerzas, pero nada parecía ser suficiente para deshacerme de su agarre. Quizá no podía ver su rostro, pero podía sentir su mirada sobre mí, así como también podía sentir que estaba disfrutando de este momento, que estaba sonriendo detrás de esa estúpida máscara. Pensé que ese era mi fin, que alguien en algún momento me encontraría muerto en la sala de mi casa, sin poder explicar que era lo que me había pasado, quizá la gente pensaría que fue un suicidio, o quizás alguna condición médica, ya podía ver cómo la vida iba a continuar sin mi. Pero justo en ese momento pude escuchar como alguien tocó la puerta, y cuando eso pasó, pude sentir como era liberado y mis pulmones se llenaban con aire nuevamente, di varias arcadas y tosí fuertemente antes de poder dar las primeras bocanada de ai
-Justin…- Dije antes de darle la oportunidad de decir otra palabra. -¿Cómo estás?-Bien, todo normal… ¿Cómo has estado tú? ¿Qué tal te has estado sintiendo?- Preguntó él, supongo que después de lo que pasó era normal que sintiera la necesidad de saber cómo estaba.-Estoy bien, gracias por preguntar.- No sabía muy bien como hablar con él, había sido muy amable conmigo, si, pero yo apenas lo conocía, y había sido testigo de cosas de las que ni siquiera yo entendía a esas alturas.-Adrian… Entiendo que puedas sentirte un poco incómodo hablando conmigo después de lo que sucedió en tu casa, pero te aseguro que no tiene por qué ser así.- Dijo el mientras se acercaba un poco a mí.-Gracias, en verdad aprecio mucho
-¿Enemigos? ¿Yo? Disculpe oficial, pero creo que no entiendo lo que me trata de decir.- Dije claramente confundido. Quiero decir, yo no hablaba con nadie, me parecía estúpido que si quiera estuviera preguntándolo. -Escuche, sé que puede ser algo difícil de digerir Sr. Campbell, pero… -Por favor, llámeme Adrian, odio que me llamen por mi apellido.- Dije interrumpiéndolo. -Muy bien Adrian, cómo seguía diciendo, puede ser un poco difícil de digerir, pero creemos que alguien quiere hacerle daño, y si nos pudiera proporcionar cualquier tipo de información que considere útil para atrapar la persona que cometió el homicidio, nos sería de mucha ayuda… Y sería de mucha ayuda para usted también considerando que puede que sea su siguiente objetivo.- El oficial no parecía ser precisamente una mala persona, pero no podía confiar en ellos, probablemente pensaría que estoy loco si les cuento lo que realmente sé.
-¿Salir contigo?- Estaba intentando parecer lo más tranquilo que se me hiciera posible por fuera, pero por dentro estaba muy impresionado por la propuesta. -Si, ya sabes… Cómo… Cómo una cita.- El apartó la vista rápidamente antes de decir las últimas palabras, las cuales fueron pronunciadas con una voz realmente baja. No podía creerlo ¿En serio estaba sucediendo? ¿O ya me había vuelto loco? Fuese como fuese, no podía dejar ir esa oportunidad. Verán… Las cosas con Justin al principio fueron un poco extrañas, el fue muy atento conmigo desde que nos conocimos, y yo siempre había sentido está extraña sensación de nervios cuando estaba con él, mientras los días pasaban y más lo iba conociendo, me empecé a dar cuenta de que el me gustaba, y eso me ponía aún más nervioso, no soy un experto con todo el tema de las parejas, así que eso me había estar aún más nervioso cuando el estaba cerca. A pesar de todo, siempre intenté poner nuestra amistad p