Comenzó a tocar la banda y en un principio estaban todos sentados; Moviendo los pies, batiendo las palmas, bebiendo y sobretodo comiendo. El bajo sonaba perfecto a muy buen volumen y eso, en resumidas cuentas, hacía la diferencia entre una banda buena y una banda mala respecto a esos géneros musicales. Poco a poco iba llegando más gente y el personal del recinto comenzó a atorarse con el trabajo de una noche que recién comenzaba. El vocalista de la banda, el que yo creí que tenía pinta de percusionista, se le veía contento cantando y recordé que rato atrás se quejaba de que andaba muy poca gente caminando por la parte norponiente del barrio, Bombero Núñez con Santa Filomena, esas calles. Se notaba que la gente de las otras mesas aún no se paraban a bailar para no pasar a llevar el ser
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