No me considero una persona asustadiza, a pesar de tener mil y un miedos y ser muy frágil y sensible. Pero lo que vino en la mañana en realidad logró hacerme dudar de esto.—¡Ethan, Will, he encontrado una…!En un pequeño momento pasaron muchas cosas. Pero a pesar de que aún seguía medio dormido, no fui capaz de olvidarlas. Sobre todo porque mi corazón se detuvo por un par de minutos en lo que cada una ocurría.Primero: Will y yo despertamos como recorridos por una descarga eléctrica, alertados por esa voz. Luego, mi corazón se detuvo al contemplar la posición en la que me encontraba: mirando hacia mi propia cama, de espaldas a Will, mi espalda pegada a su pecho y su brazo todavía aferrándome con fuerza. En tercer lugar, cada uno reaccionó a su manera, pero al mismo tiempo: Will apartó su brazo de mí de golpe, y yo, al tratar de inco
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