29

El cuarto de Ike era pequeño, frío y con tan solo verlo me daban ganas de salir de ahí cuanto antes. Cuando entré descubrí una habitación vacía, ordenada y con las luces apagadas. No había rastros de las pertenencias de Ike. Al parecer estaba convencido de que su futuro estaba en Canadá y de que ya no volvería.

La cama estaba junto a la ventana, casi como en mi otra habitación. Sin embargo, las cortinas eran grises, y el cristal estaba más limpio… esa por lo menos era una buena noticia.

Dejé mi ejemplar de "El Resplandor" en el velador. Este era de madera más oscura que el antiguo, al igual que el closet y las patas de ese pequeño sofá de cuero que ocupada el vacío en medio de todo. Quizás estaba estratégicamente diseñado para que todo hiciera juego… no lo sé, era una posibilidad.

Estaba solo, pero me se

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP