34

—Respira…

Yo temblaba. Temblaba demasiado. No, no podía ser.

—Ethan, tranquilo…

Inhala.

Exhala.

Inhala.

Exhala.

No llores.

Inhala.

Llora.

—Ya… tranquilo —Johanna dejó que me acurrucara entre sus brazos mientras el llanto me consumía.

Estábamos en un rincón de mi habitación con las luces apagadas. Yo había salido corriendo del lugar, no había resistido las miradas un segundo más. Johanna había salido justo detrás de mí, y Will… no tenía idea de dónde podía estar él.

—¿Por qué me pasan estas cosas, Johanna? —lloré. El pecho me dolía de tanto sollozar.

—Son unos hijos de puta —dijo amargamente mientras acariciaba mi cabell

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP