Al siguiente día, me levanto bastante cansada ya que no pude dormir durante toda la noche al estar pensando en la propuesta de Lucas, una parte de mí desea aceptar su propuesta mientras la parte racional quiere rechazarla. Cuando bajo a desayunar me encuentro con un Lucas bastante tenso, sólo basta con verlo a la cara y darse cuenta de ello. —¡Hola Sophie, buenos días! —¡Hola Lucas, buenos días!, sobre la propuesta que… —Te parece si lo discutimos después de desayunar. —Me interrumpe en cuanto la señora Martina entra con nuestro desayuno. —Claro, como gustes. Comenzamos a desayunar en silencio, el cual solo se ve interrumpido por el sonido de los cubiertos, en cuanto terminamos se levanta y me indica que lo siga hasta el despacho. —¿Has tomado una decisión? —Me mira expectante a la espera de mi respuesta. —Sí, Lucas, la verdad es que no puedo aceptar tu propuesta, lo lamento, pero simplemente no puedo. —Me levanto y cua
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