Sophie

En cuanto el amigo de Arturo se va, el comienza a preguntarme como me encuentro y si me ha servido estar aquí sola estos días, no puedo ocultarle mi tristeza es un buen amigo de mi hermano, nos conocemos desde hace mucho y lo consideramos parte de la familia por lo tanto me suelto a llorar y él me abraza como lo haría mi hermano en este momento si me viera así, intenta consolarme con palabras de aliento y aunque sé que tiene razón y que debo superarlo no por eso todo lo que viví deja de ser doloroso.

Estamos abrazados cuando de pronto se abre la puerta y aparece el amigo de Arturo, este carraspea para darnos a entender que acaba de llegar y nosotros nos soltamos, les doy la espalda y limpio mis lágrimas, mientras Arturo comienza a revisar los fusibles.

—No son los fusibles, lamentablemente tendrás que quedarte sin luz hasta el lunes, pero igual en este momento hablo para que manden algún técnico.

—Te lo agradecería mucho.

—Si gustas puedes irte estos días a mi casa, para que no tengas miedo.

—No te preocupes, no es necesario con unas velas es suficiente.

—No puedo dejarte así, si tu hermano se entera me mata. —Comienzo a reír ante su sugerencia.

—No tiene por qué enterarse. —Digo esto mientras pongo los ojos en blanco—. Además, ya no soy una niña. —Al final me salgo con la mía y decidimos que me quedaría aquí, es un lugar muy tranquilo y eso me agrada, me ha dado la paz que tanto necesito.

Después de una breve charla despido a ambos hombres y me apresuro a la cocina para conseguir unas velas antes de que la noche comience a caer.

Lucas

Voy hacia el cuarto de servicio y abro la puerta, para mi sorpresa encuentro a mi amigo y la mujer que ha comenzado a inundar mi mente con diversas fantasías fundidos en un abrazo que me hace casi perder el control y querer separarlos lo más pronto posible, sin embargo, sé que no tengo ningún derecho sobre esta mujer y solo carraspeo para hacerme notar.

Comienzan a discutir si es bueno que ella se quede aquí sola sin luz y al final ella gana, yo no participo en su conversación. Arturo y yo nos despedimos de ella con la promesa de volver al siguiente día.

De regreso a la casa de mi amigo vamos en silencio, hasta que no aguanto más y le pregunto sobre Sophie.

—¿Qué relación tienes con Sophie? —Mientras se lo pregunto me doy cuenta como levanta las cejas en señal de sorpresa.

—Como ya te dije es la hermana de un buen amigo. —Suspira mientras dice esto.

—¿Y por qué se estaban abrazando? En cuanto entre por esa puerta y los vi se soltaron enseguida como si los hubiese descubierto haciendo algo que no debían. —Cuando termino de escucharme siento que sueno como a un novio celoso y posesivo.

—¿Qué te sucede Lucas?, acaso ¿Estás interesado en ella? —Pregunta molesto.

—Claro que no, solo es curiosidad. —Contesto a la defensiva.

—Como ya te dije no la ha estado pasando nada bien y te lo advierto de una vez Lucas no te metas con ella, su hermano me la encargo y debo de cuidarla como a mi propia hermana. —Me sorprende el tono en que me dijo todo esto, eso me hace pensar que tal vez él esté interesado en ella y por eso no quiere que me le acerque.

—No estoy interesado en ella, no sé de dónde sacas conclusiones erróneas.

—Te conozco muy bien Lucas y tu no preguntas nada solo por curiosidad, no quiero que le hagan más daño, con lo que ha sufrido hace poco ya es suficiente.

—¿Qué le sucedió? —Pregunto inmediatamente, pero me doy cuenta de que cometí un error ya que con esto haré sospechar aún más a Arturo.

Mientras este me mira con el ceño fruncido como evaluando si es bueno contarme o no, yo me aferro al volante para no mostrar mi ansiedad. Comienza a contarme toda la historia de Sophie y yo me quedo con la boca abierta con todo lo que le ha sucedido, con justa razón me pide que no me meta con ella (no es que yo sea un mujeriego ni nada por el estilo, pero digamos que mi reputación en los últimos meses tampoco ha sido nada buena, aunque todo lo que se ha dicho de mí es mentira gracias a esa maldita mujer que tuve como novia).

Al siguiente día no acompaño a Arturo para ver a Sophie creo que lo mejor es que me mantenga alejado de ella como me lo pidió mi amigo, sin embrago, no puedo dejar de pensar en ella y es extraño dado que no me había sentido así en mucho tiempo. Mi mente comienza a divagar y recuerdo el último encuentro que tuvimos y ahora que recuerdo bien es verdad que sus ojos tienen un rastro de tristeza y dolor que es como si uno pudiese palparlos fácilmente.

Los días pasan rápidamente y a pesar de que trato de convencerme a mí mismo que no es buena idea ir a buscar a Sophie ahora que sé dónde vive, no puedo evitar tomar las llaves de mi carro para visitarla con cualquier excusa, estoy a punto de abrir la puerta de mi casa cuando suena el timbre, resignado y un poco malhumorado abro la puerta para encontrarme de frente con Arturo y nada más y nada menos que con Sophie.

Hoy lleva un vestido suelto liso de color rojo que resalta muy bien el color de su piel ya que ella es blanca, no puedo apartar la vista de ella, pero logro cambiar mi expresión del rostro para que Arturo no se dé cuenta y les permito entrar.

—¡Hola Lucas!, disculpa que lleguemos sin avisar, Sophie ha estado un poco aburrida ya que no conoce a nadie aquí. —Se excusa mi amigo.

—No te preocupes, siempre son bien recibidos. —Respondo inmediatamente y bastante feliz de que se me presento la oportunidad que estaba buscando de verla nuevamente.

—¿Estabas por salir? —Pregunta Sophie mientras mira las llaves del auto en mis manos.

—Solo iba a comprar algunas cosas para la despensa, pero puedo ir mañana no hay ningún problema, por favor tomen asiento.

Sophie

Me quedo asombrada al llegar a la casa de Lucas es bastante sencilla para pertenecer a un actor tan famoso como él (aunque en un principio no lo reconocí después de hacer memoria sé que es uno de los tantos actores de novedad, ha salido en series y algunas películas románticas y por si fuese poco es un playboy sin remedio) y en cierto modo concuerda con la personalidad de Lucas ya que a pesar de ser un hombre que va ganando fama es muy sencillo, al menos así es como lo veo después de tratarlo un poco, lo miro un momento de perfil y cuando el voltea a verme me sorprende observándolo como tonta, le regalo una sonrisa un tanto apenada y el me regala una gran sonrisa que llega a esos ojos tan azules como el mismísimo mar.

Llevamos unas cuantas horas en casa de Lucas, por lo que estoy por pedirle a Arturo si nos podemos retirar ya que no quiero importunarlo con una visita muy larga cuando Lucas nos invita a comer con él, yo estaba tentada a decirle que no, pero Arturo se me adelanta.

—¿Sabes?, desde hace como una hora he estado esperando que nos hicieras esa invitación, vaya que te has tardado —Hace que se me escape una risa y a Lucas un bufido.

Después de una agradable comida y charla nos despedimos de Lucas no sin antes invitarlo a la casa de la playa, ya que ha sido muy amable, al escucharme decir eso me regala otra sonrisa aún más linda que la anterior no sin antes aceptar de inmediato mi invitación.