Estaba saliendo del baño envuelta en una toalla, Sanya estaba en la habitación sosteniendo una bandeja con mi desayuno.—Señorita, el señor me pidió que le trajera esto —informó colocando la bandeja sobre el escritorio, me sonrió—. ¿Necesita algo?—Por ahora no, gracias, Sanya.Sanya se fue dándome privacidad, comencé a vestirme pensando en el trabajo que tenía que hacer, mientras me ponía unos jeans me distraje viendo la bandeja que había traído Sanya. Había una flor extraña, al principio pensé que era de plástico, pero no, era natural. Era hermosa y no la conocía, tenía un color amarillo pastel y un aroma delicioso.Coloqué la flor sobre el jarrón lleno de rosas y la dejé allí, resaltando entre el rojo, como una chispa de luz. Estaba sonriendo sin evitarlo, tom&eac
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