El compromisoGinaEstaba feliz, nerviosa y algo asustada. Me miraba al espejo sin poder evitarlo. Aunque me devolvía una imagen totalmente favorable, aún me sentía inquieta.Deyna entró en la habitación, me recorrió con la mirada y me regaló una gran sonrisa. No confiaba en ella, pero no tenía a quien acudir en momentos como este y mi familia solo podría venir a la boda.—Camilo está recibiendo a los invitados. Ya han empezado a llegar. ¿Estás lista?Tomando una larga respiración, salí.El jardín había quedado de ensueño. Gracias a Camilo, por ser un Berlusconi, asistirían muchas de las personas importantes de toda Italia a este evento. Eso me ponía aún más nerviosa, pero me propuse disfrutar esta noche. Era mi noche y la de Camilo, todo tenía que ser perfec
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