Layan llevó a su boca un pedazo de carne y lo masticó como si fuera chicle. Apenas si le pasaba por la garganta por lo que se llevó una gran copa llena de agua tragando hasta la última gota. Esta fue llenada nuevamente por Kei que estaba sentado frente a él en la mesa especial de él.A diferencia de la manada de Hades no todos comían en el castillo junto con él dado el tamaño de la manada. Normalmente los que estaban emparejados solían cocinar en sus respectivas casas. Mientras tanto, los solteros, guardias, jóvenes, los que trabajaban allí adentro o cualquiera que ese día no quisiera ir a cazar, podía unírseles. Al final siempre eran más de 50 los que se reunían allí.-¿Alfa, ocurre algo?- Kei le sirvió otro pedazo de carne en el plato aunque Layan no le prestó atención y eso preocupó al beta. Dado su trabajo su alfa era de los que más alimento consumía.-Perdí los estribos hoy Kei- soltó Layan dejando caer su espalda contra el respaldar de su asiento- Le grité a
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