Hemos pasado tres semanas de pura felicidad en Dubái; este lugar es maravilloso y está lleno de lujo. Esta noche nos invitaron a una gala, así que tuvimos que ir a comprar unos vestidos de gala porque no teníamos en nuestra maleta, ya que veníamos en plan de vacaciones.- ¿Cómo está mi pequeña?- Está contenta con sus abuelos, aunque mi madre me preocupa.- ¿Por qué, amor?- No sé, la noto rara, siempre como si me ocultara algo. En ese momento, me acuerdo del día de nuestra boda.- Yo también la noté extraña el día de la boda; ella me preguntó si algún día iba a perdonar a Julián, pero le dije que tal vez no. Veo que Santiago se pone serio, pero no dice nada.- Arréglate, que yo haré unas llamadas. Antes de que se vaya, tomo su mano.- ¿Pasa algo?- No, amor, tranquila. Ve, ponte linda, que en una hora debemos salir. Él se va, dejándome pensativa, pero decido dejar de lado eso y me pongo a arreglarme, ya que no quiero que Santiago me acose.Luego de un buen rato, ya estoy lista; solo m
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