Con el lapicero en su boca, Abby seguía con la mirada perdida. El día estaba en un tono gris oscuro, y con algunos relámpagos al final de la ciudad.Un suspiro salió de su boca y luego comenzó a golpear su escritorio con el lapicero. Estaba tan aburrida, tan confusa, tan triste.Deslizó la mirada a su pantalla, eran las 10 de la mañana, tenía un montón de trabajo por hacer, pero sus manos no respondían porque su mente solo estaba en la noche de ayer.Se sentía miserable, literalmente eso era lo que su cuerpo insatisfecho le reclamaba ahora mismo, porque no podía dejar de recordar el momento en que Marshal llegó a casa y tuvo sexo con ella, pero como todas las veces, nada daba resultado. Ella solo quiso pensar en una película que había visto, una que despertó algunas sensaciones en su cuerpo dormido dí
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