Tensión en el aire.
Abigail quería quitar su mirada del hombre que hace solo unos segundos había ingresado al salón de reuniones. Pero era imposible.
Ella solo estaba allí de pie, congelada sin poder quitar todo de ella de él.
Por supuesto el aroma del hombre se había instalado en cada centímetro del salón y sobre todo en cada poro de su cuerpo. Abby pasó un trago duró cuando él posicionó esos ojos negros profundos en ella, y vio como su garganta pasaba un trago forzado. Ella tensó su cuerpo y luego apretó los puños tratando de acoplarse a esta prontitud.
Como pudo apretó su mandíbula, mientras que todos fruncían el ceño al verlo llegar con alguien más.
Dio gracias en silencio cuando Hunt retiró su mirada penetrante de su lugar, en ese momento pudo parpadear y con m
La mirada perpleja de Abigail se alzó hacia Dominic, su forma de hablar parecía como si pudiese mandar en ella. El ceño de Marshal se intensificó y Jacob no tuvo otra opción que pisar de forma ruda a Dominic por debajo de la mesa.—Yo… ustedes… —¡¿Qué mierdas le estaba pasando?!, Abby se dio varias cachetadas mentales, todo se estaba yendo al traste, y estaba segura de que tendría un problema mayor después de que saliera de esta oficina.¿Cómo iba a explicarle a su esposo su nerviosismo? ¿Cómo defendería la reacción de su cuerpo y la forma de actuar como una adolescente?, ella estaba totalmente perdida, si no era que ese hombre que la taladraba ahora con rabia en su mirada, no la volvía loca antes.—Es imposible que se vaya, usted es el centro de este proyecto, nada se puede hacer si
Los dedos de Abby crujían de forma constante mientras su chofer manejaba y el silencio era una tortura.Se dirigían a casa, y a pesar de que quería tomar una ducha caliente y comer algo decente, ella no quería poner un pie en lo que ni siquiera podía llamar un hogar. El silencio de Marshal era abrumador, y a la vez la ponía más inquieta.Quería decir cualquier cosa, su silencio solo la hacía parecer asustada, como si debiera algo, como si hubiese hecho algo mal. Y estaba tan cansada de eso. Miró por la ventana y sintió que el aire estaba demasiado frío.—¿Tom, podrías apagar el aire acondicionado? —pidió de forma amable y en respuesta el hombre asintió con una sonrisa.Pero ni siquiera se pudo ejecutar el acto cuando la voz de su marido resonó en todo el interior.—Déjalo como está&hell
Ivy estaba cambiando sin lugar a dudas, no supo cuándo fue la última vez que su hermana de 11 años había dejado de hablar de muñecas y ahora solo le contaba con irritación el comportamiento de algunos de sus compañeros de la escuela. En vez de juguetes había mostrado algunas revistas para su vestido de 15 años que, desde ya, estaba preparando. En alguno que otro comentario habló insistentemente de un chico que supuso le caía mal, y entendió que los tiempos avanzaban a la velocidad de la luz, porque ella a su edad solo pensaba en las Barbies que estaban por salir, pero por supuesto su hermana no se parecía ni un ápice a ella.Una película de High School Musicalestaba terminando, y Abby agradeció que esto estuviera sucediendo. Definitivamente su hermana pre adolescente ya no era su niñita consentida, y en definitiva debía don
Abby tomó una respiración profunda antes de responder:—Quizás… quiera respirar aire fresco en el jardín… —la voz de ese hombre se esparció por todo su cuerpo. Allí estaba de nuevo, tratando de buscar una salida para ella y a la vez metiéndola en un agujero.—Gracias… —respondió Abigail mientras Hunt asintió con la cabeza y le dio una sonrisa para que ella continuara su trayecto.En segundos ella escapó del comedor, mientras en pasos apresurados llegó hasta el jardín donde nadie pudo verla. Sacudió sus manos y las pasó por su vestido para secar el sudor. Soltó el aire varias veces y luego llegó donde estaba un árbol que literalmente arropaba la casa y recostó su espalda allí.Sus ojos se cerraron.¿Qué me está pasando?, ¿Qu&eacu
Abby giró a todas partes sin saber a dónde dirigirse, pero en el momento en que ya comenzó a sentirse desesperada, encontró a un hombre que salía de un ascensor ubicado al final del pasillo.Gracias al cielo, pensó dentro de sí.—Buen día. Disculpe… he llegado un poco antes —anunció Abby mientras caminó hacia el hombre y él hacía lo mismo hacia ella. De forma rápida abrió su bolso y buscó el papel para recordar en qué piso le informó Dominic, y entre tanto lo buscó, terminó por decir—: Debo ir al piso del señor, Hunt… sí aquí esta, es, es…—El piso número 35 —completó el hombre de seguridad que ya se había detenido frente a ella.—Sí… —¿Por qué tenía tantos pis
Abby estaba sentada en su bañera con la mejilla puesta en su rodilla mientras recordaba su asombroso día.¿Cuánto tenía de no sentirse tan… emocionada?No solo adjudicaba eso a que ahora tenía a un hombre avasallador todo el tiempo a dos metros de distancia, que por alguna razón no podía entender, no se separaba de ella en ningún instante. También podía sumar a que todos en esa empresa la trataban con respeto, con admiración y como si ella realmente fuese una persona importante.Las lágrimas comenzaron a caer, y no supo por qué estaba llorando ahora, tenía una conglomeración de sentimientos en el pecho que hicieron una unión para hacerse grandes y explotar por toda ella.Estaba nerviosa, eufórica, pero sobre todo tenía mucho miedo.No sabía que pensar, no sabía a donde camin
El aire salió enseguida de su boca, y aunque quiso responder a su saludo y a su oración, no consiguió hacerlo enseguida. —Aunque puedo venir en otro momento… ¿Dónde puedo encontrar una computadora? —volvió a decir Abby terminando con una pregunta. —No, pasa, Jacob ya estaba terminando aquí, él debe ir a buscar unos documentos… —¿Documentos? ¿Cuáles documentos? —preguntó Jacob mientras Hunt lo aniquilaba con la mirada—. Ok si, esos documentos… —Hola, señor Jacob —saludó Abigail acercándose con una sonrisa. —No, no, no… solo Jacob, nada de señor, ¿De acuerdo? —la corrigió y ella asintió un poco roja. —De acuerdo… —Bien, ahora me voy por dichos documentos que son tan importantes para Dom… —dijo mirando a Hunt con una sonrisa en su boca—. Y también llamaré a Stephanie para que venga en cuanto antes, y los ayude en todo esto… no me tardaré, vendré en un momento. ¿Bien? Abby arrugó el ceño confun
Dominic estaba apretando el volante, mientras ese olor desquiciado y exquisito al mismo tiempo proveniente de la mujer que tenía como copiloto, emanaba, incrustándose por los poros adoloridos. Cuando dobló la avenida vio por el rabillo del ojo, que Abigail estaba nerviosa, en su cara se denotaba la preocupación y él sabía el porqué de su conducta.Solo faltaban algunas cuadras para llegar al sitio. Y estaba desesperado por explicarle que nunca haría nada que la dejara avergonzada.Cuando llegó al lugar, estacionó cuidadosamente y luego colocó el freno de mano mirando fijamente a la chica que apretaba su mandíbula y forzaba una sonrisa para él.—No debes preocuparte, no vamos a ningún lugar público. Sé que te traería problemas, y sé que no vas a sentirte cómoda…—No es por ti…