- ¿Madre crees que nuestro destino este escrito en algún lugar? – ¿Otra vez con tus preguntas sin sentido Lía? – ¡No es eso mamá, solo que me intriga saber! ¿Sabes? Hay días que tengo sueños extraños, de personas que no conozco, que me dicen que vea más allá de lo que no soy, mi destino lo tengo que encontrar en la entrada de la montaña, en lo más frio, ¡Es allí donde encontrare respuestas! En mis sueños escucho muchas melodías también, siento que las misma me envuelven, como si fueran parte de mí. – ¡Son solo sueños Lía, simples sueños niña, ya deja de soñar y pon los pies sobre la tierra! – ¡Mamá tu no entiendes, no eres como papá, él si me entendía y decía que era una chica especial, él decía que yo sería grande e incomparable! – ¡Lía tu padre no está, ya no eres una niña, despierta! Discutían las dos mujeres, madre e hija, quienes nunca se ponían de acuerdo en nada. Mónica una mujer hermosa, con una est
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