En la cima de una montaña congelada, en un mundo llamado Esferis, se encontraba Liana raíz del mundo y protectora, tocando su instrumento musical el Aulos, (flauta doble conocida así antiguamente) esto le daba energía y paz, con este instrumento se incrementaba su poder.
Su mascota una huargo comenzó a aullar; el ser que tocaba sus hermosas melodías colocó su mano derecha en el pecho y expresó: - ¡No puede ser! –se montó en su compañera; el animal pegó un salto y se tele-transportó hacia la presencia de Elohin un ser con el mismo poder que Liana.
- ¿Elohim, que acabas de hacer, has maldecido a Esferis? Te exijo que reviertas el nacimiento de ese niño y destruyas a ese mundo alterno llamado planeta tierra. –Liana estaba furiosa
– ¡Tranquilízate Liana! Lo hice por nuestro bien, no quiero que seamos protectores durante toda la eternidad, somos nada para el supremo creador. ¡Escucha! Cuando ya el niño reine, hará que las dos dimensiones se encuentren, ¿Adivina quiénes serán los creadores de ese mundo? ¡Nosotros mismos!
– ¿Estás loco? ¡No tenemos la capacidad de crear vida!
– ¿Quién dijo que la crearemos? Mi plan es tomar humanos de aquí para que se vayan reproduciendo hasta que llegue el momento; no desaparecerán porque al morir, sus almas nacerán de nuevo, serán reencarnados.
–Es inhumano lo que quieres hacer, los mantendrás prisioneros, negándole la dicha de volver a sus raíces con sus nuevas experiencias. Lo siento mucho Elohim, pero no te apoyo.
- ¡Entonces me iré solo!
El ser desapareció con su mascota un cerbero. Liana raíz del mundo tuvo que usar un plan arriesgado para ella, y su mascota.
5.000 años después.
Esferis, donde el tiempo no se medía como normalmente se da, si no que cuando daban, ejemplo: las 11:11 AM. Lo leían 1111 D. (mil cientos once días) y si era de noche: 1111 N. (mil cientos once noches)
Estaba conformado por 9 reinos:
Masonia: el reino más rico y con mejor desarrollo económico. Su bandera era de color dorado como el oro, y en medio tenía 20 estrellas separadas que formaban una esfera de color rojo. Los mejores inventores salían de Masonia.
Bulgaria: el reino con la mejor gastronomía, su bandera era color verde, con dos franjas delgadas en medio de color negro.
Amilca: el reino del arte, era allí donde tenían el mejor museo de libros antiguos y el único que existía. Casi toda su zona terrestre era una obra de arte ya que conservaban las estructuras de tiempos atrás, y en un mundo donde casi todo era hecho de metal con trabajo robótico, casas inteligentes y demás, esto era considerado como un patrimonio para la humanidad.
Su bandera era de color lila con una orquídea dorada en medio.
Maquinal: el reino de las flores, todas las especies estaban allí, hermosos jardines flotantes adornaban este reino.
Su bandera era de color fucsia con un hermoso ramo de flores en medio; después de la muerte del rey Marcial Tristoth, su viuda ordenó ponerla de color negro como símbolo de luto en el reino.
Androlia: el reino de las playas, simplemente hermoso un paraíso terrenal.
Su bandera era de color celeste con una estrella de color turquí en cada esquina.
Pulcania: todos los animales se encontraban en este reino, era agradable visitarlo. Su bandera era de color blanco, en representación a la paz.
Merical: las mejores cosechas se daban en este reino, su tierra era muy fértil.
No tenían bandera, ya que para su reina eso era algo tonto.
Invernal uno: un lugar con la temperatura baja, lo más alto que podía llegar era 18º; todo su suelo estaba cubierto de nieve.
No tenían bandera, según ellos lo que mejor les representaba era su fruto; el durazno que crecía en cada rincón de su tierra.
Invernal dos: antes llamado reino Wuhan, con un clima igual al de Invernal uno, en realidad se parecían mucho, con la diferencia de que en vez de duraznos crecían manzanas.
Su bandera no tenía color, ya que era transparente, con una W dorada en medio, como tributo a la desaparecida familia Wuhan.
Dichos reinos estaban gobernados por un rey; solo ellos con sus guardias, no existía gobernador; alcalde; virrey; consejo; nada de eso, ellos se regían por un lema: Sí quieres que las cosas sean perfectas hazlas tú mismo, cosa que no era equivocada.
En Esferis se podía vivir de dos formas: En el aire, en una ciudad entera sujeta con dispositivos; ¡Habían: edificios, casas, parques! ¡De todo! ¿Cómo se podían mantener en el aire? Las bases de las estructuras podríamos decir que los pisos, contenían miles de propulsores internos con estabilizadores, esto era lo que la mantiene inmóvil en el cielo; se le denominaba zona aérea y a la superficie: zona terrestre, parecida como la que ya conocemos en nuestro mundo con la diferencia de que eran casas y lugares inteligentes. Los gobernantes tenían sus castillos en la zona terrestre, ¿Por qué cómo andarían a caballo en el aire? Para ellos eran muy importantes estos animales.
La tecnología era supremamente avanzada. Tenían creencias, costumbres e ideología de un mundo medieval, donde solo los reyes eran la suprema autoridad; en Esferis solo los gobernantes podían montar a caballo ya que, era un símbolo de poder y grandeza, de igual forma tenían transportes más avanzados, transportes que también podían ser usados por personas del común.
¡En este mundo había inventos increíbles! Como, por ejemplo: el dispositivo grabador de los sueños, los sueños que se tienen mientras se duerme.
Las máquinas de tele-transportación, bueno, aunque fueron prohibidas porque las personas emigraban sin ser detectados, esto generaba desorden en los reinos, los oficiales donde veían una la destruían. ¡Ni se diga la maquina descontaminante del ambiente! Si un plástico se descompone en 1000 años, en Esferis gracias a esta máquina solo duraba 148 días; esta fue mandada al espacio para que tuviera mayor potencial y alcanzara toda Esferis (En la Tierra solo mandan basura espacial, esos satélites que nada bueno le hacen al ambiente) Esferis, estaba viviendo un momento caótico ya que el rey de Masonia quería un poder absoluto, se empeñaba en buscar la manera de volverse inmortal, por eso era uno de los más convencidos en creer en una vieja leyenda que hablaba sobre un gobernante eterno, este sería llamado Rapsodia, el mismo solo alcanzaría la inmortalidad cuando encontrará las cinco armaduras sagradas con sus respectivos guardianes; la armadura de acero, bronce, plata, oro y diamante.
Se creía que los guardianes ya tenían casi cuatro generaciones esperando al futuro Rapsodia para seguirle y gobernar con él. Cada uno de ellos podía usar las armaduras que cuidaban y combatir con el rey.
La armadura de acero, bronce, plata y oro, se creen que fueron forjadas por el mismo dios de la metalurgia Hefestos y la de Diamante por un ser aún desconocido. Esa eran las creencias de las personas, pero ellos estaban errados.
En Merical, reino gobernado por la reina Estela Roger, mujer bondadosa y justa, de unos 38 años, alta, delgada, cabello corto de color amarillo, ojos de color azul nariz pequeña y piel blanca, una dama hermosa sin duda. Se encontraba el futuro Rapsodia, viviendo su vida normal con apenas 19 años, sin tener ni idea de su destino; su nombre Lía Lorday de la zona terrestre, destinada a ser la reina inmortal. Tenía una belleza incomparable no solo física, sino que también espiritual. Su estatura era promedio, cabello largo de color negro, piel morena y ojos cafés, con una mirada tan dulce que hasta a un león apunto de comerla lo doblegaría con solo mirarlo. Chica noble, leal, guerrera, capaz de derrotar cualquier obstáculo, ¡Su alma era el de una reina! También tenía defectos, ¡claro como todo el mundo! Nadie es perfecto, tenía actitud rebelde, contestona, un poco tímida, creo que este era el peor de todos: no creer en ella misma, tenía muchas inseguridades, pero su destino ya estaba escrito, destino que en breve comenzaría a pasar.
- ¿Madre crees que nuestro destino este escrito en algún lugar? – ¿Otra vez con tus preguntas sin sentido Lía? – ¡No es eso mamá, solo que me intriga saber! ¿Sabes? Hay días que tengo sueños extraños, de personas que no conozco, que me dicen que vea más allá de lo que no soy, mi destino lo tengo que encontrar en la entrada de la montaña, en lo más frio, ¡Es allí donde encontrare respuestas! En mis sueños escucho muchas melodías también, siento que las misma me envuelven, como si fueran parte de mí. – ¡Son solo sueños Lía, simples sueños niña, ya deja de soñar y pon los pies sobre la tierra! – ¡Mamá tu no entiendes, no eres como papá, él si me entendía y decía que era una chica especial, él decía que yo sería grande e incomparable! – ¡Lía tu padre no está, ya no eres una niña, despierta! Discutían las dos mujeres, madre e hija, quienes nunca se ponían de acuerdo en nada. Mónica una mujer hermosa, con una est
- ¡Son unos ineptos! ¿Cómo que aún no dan con ninguna de las armaduras? – ¡Señor es difícil! –dijo uno de los soldados agachando la cabeza. – ¡No sabemos si la leyenda sea verdad! –habló el otro. – ¡Cállate! nadie pidió tu opinión! –. El rey Orlando Thalassino de Masonia, el gobernante más ambicioso de Esferis; desesperado por el poder y temeroso de la muerte, tenía a la mitad de sus guardias buscando las armaduras sagradas en reinos ajenos. El usaba tele-transportadores para no ser detectado. Su físico era agradable, era muy guapo; tenía el cabello negro, una barba bien cuidada, ojos verdes, alto, el tipo de hombre que toda mujer sueña, pero una lástima, porque de qué servie la belleza física, si se tiene el alma podrida y una maldición encima. Orlando era la maldición que había lanzado Elohin sobre Esferis. De repente entraron otros dos soldados agitado al comedor real, era allí donde se encontraba Orlando almorzando con su es
Vehículos voladores pasaban alado de Lía, las vías aéreas estaban bien marcadas con un separador flotante que dividia la via de ida y de venida. Por un momento Lía se distrajo y casi la choca una nave, la joven se le atrabezó al conductor. – ¡Ten cuidado tonta! –molesto gritó el hombre. – ¡Mil disculpas tenga señor! –contestó a lo lejos. Desobedeció a Mónica al aumentar la velocidad, estaba muy ansiosa por conseguir la dirección, iba peleando con el tiempo. – ¡Oh no, creo que me he perdido, este es Aéreo 10, tengo que retroceder dos cuadras! –efectivamente, se había perdido, pero la chica era muy lista, así que de inmediato se ubicó y dio con la dirección. – ¡Se supone que es aquí! –. Estacionó la motexpor en una base flotante, todas las casas, edificios y todo tipo de negocios tenían esto, para que las personas pudieran caminar por los alrededores de los lugares que visitaban. Se apresuró a tocar la puerta, la persona que le
En un palacio el palasio del reino de Masonia, se encontraba un hombre furioso. –Estos idiotas no quieren aceptar mi propuesta, Masonia es el reino más rico, ¿Por qué no dejar que yo me encargue de todo? Ya casi les convencía hasta que la reina Estela de Merical, abrió su boca para decir puras estupideces. –le contaba rabioso Orlando a Gladis, después de llegar de la reunión que se hacía cada mes, donde los reyes de Esferis proponían planes que fueran buenas para todos. Ejemplo, las exportaciones e importaciones, o planes que mejoraran la situación de la misma. Esa unión que había de todos los reinos, volvía a ese mundo mejor, no existía una competencia de poder, no había guerras o disputas de dominio. Todo se vería opacado con la soberbia y la ambición de Orlando, que aprovechaba todas estas reuniones para imponer sus ideas de hacer un solo reino, donde el seria el rey absoluto y los otros reyes como especies de virreyes. Esto también lo hacía con una doble
Pasaron los días, Orlando estaba a punto de lograr uno de sus cometidos ahora con el apoyo de Maximiliano y de Fernando todo sería más fácil, pero sus soldados buscaró por todos los rincones de los reinos sin dar con ninguna de las armaduras. Lía ayudaba en la cocina a su mamá, trataba de ganarse su perdón. Su madré la castigó el día que llegó tarde de casa de Alonso, le prohibió usar por todo un mes la motoexpor y salir de casa solo a la escuela –. Tocaron el timbre. Mony la asistente abrió –Buscan a Lía –dio la razón, la chica fue hasta la puerta. – ¡Hola buenos días! ¿Es usted la señorita Lía Lorday? –preguntó un joven que traía una nota de Alonso. –Sí, soy Lía Lorday, ¿Para qué sería? –preguntó desconfiada. –Le traigo una nota del doctor Alonso. –dijo el joven casi que en susurro. –¡Ah sí, muchas gracias! – ¿Quién era? –preguntó Monica, Lía solo le dijo que era un vendedor ofreciendo unos productos. La chica
Un jovencito estaba preocupado por el futuro de Merical, trataba de buscar soluciones con su madre la reina Estela, ya que el reino de Invernal dos y Pulcaria se habían unido en la idea descabellada de Orlando. – ¿Madre, usted cree que nos ataquen para invadir nuestro reino? – ¡No se Esteban, ahí un 90% de probabilidad! Trataré de hablar con los otros reyes, para que no caigan en el juego de Orlando. Estela programó una visita al reino de Amilca y Androlia, necesitaba aliados para combatir por si Orlando atacaba Merical. Primero fue al reino de Amilca a hablar con el rey Orestes Garzot; un hombre de honor, apegado a la ley; amable con todos. Estaba a punto de cumplir 50 años; su cabello estaba canoso, tenía una barba larga que casi se tornaba gris, alto, contextura gruesa, a pesar de la edad era muy activo y sano. Vivía con su esposa la reina Sofía de 40 años, una mujer educada, y como no, antes de ser la esposa de Orestes y reina de A
Orlando llegó al calabozo, se dirigió al hombre con gestos sobre actuados y fingiendo simpatía: – ¡Muy buenas! ¿Así que usted se sabe la historia de las armaduras? Pero no sé su nombre, que mal educado soy. –aquel hombre se le notaba que le había ido mal en la vida, era un alcohólico que un día desapareció de su hogar por motivo del vicio. –Mi nombre es Santiago Lorday –. Santiago era familiar de Lía, era primo lejano, tenía la misma edad de Henry, pero por causa del alcohol, se veía viejo. –Me han dicho que usted tiene mucha información sobre las armaduras sagradas, ¿es eso cierto? –Santiago que aún tenía el alcohol en su sangre le contestó con la lengua enredada: –Sí mucho, mi familia sabe dónde se encuentra la de acero, en un mapa lo muestra. De nuestra familia también saldrá el Rapsodia. Las demás armaduras están fuera de nuestro mundo. –El hombre hablaba como si le dieran cuerda. – ¿Cómo así que de su familia saldrá el Ra
- ¡No mamá, que hiciste! –Lía llamó por holograma de inmediato a Gina: – ¡Mi madre no está en casa, estoy segura que se la llevó Orlando! –Cariño tranquila ven a mi casa, usa la telita, es más rápida… –Fue interrumpida por Lía diciendo: –Espera... ¿El qué? –La tele-transportadora que te di, le puse telita porque es chiquita. –contestó Gina rascándose la cabeza y con una sonrisa de pena. –Tú y esos nombres que le pones a tus inventos. –Bueno, si, como te decía, cuando llegues a mi casa nos vamos a la de Alonso. Colgaron las llamadas, Lía se quedó en el piso llorando antes de ir a casa de su amiga, se repetía que no iba