- ¡No mamá, que hiciste! –Lía llamó por holograma de inmediato a Gina:
– ¡Mi madre no está en casa, estoy segura que se la llevó Orlando!
–Cariño tranquila ven a mi casa, usa la telita, es más rápida… –Fue interrumpida por Lía diciendo:
–Espera... ¿El qué?
–La tele-transportadora que te di, le puse telita porque es chiquita. –contestó Gina rascándose la cabeza y con una sonrisa de pena.
–Tú y esos nombres que le pones a tus inventos.
–Bueno, si, como te decía, cuando llegues a mi casa nos vamos a la de Alonso. Colgaron las llamadas, Lía se quedó en el piso llorando antes de ir a casa de su amiga, se repetía que no iba
- ¡Oh esto que siento no puede ser normal, la armadura tiene que estar por aquí! –de la nada escuchó una voz que le susurraba: –Lía por aquí. –luego se dio cuenta que no solo era una voz, sí no que era una sombra que le señalaba hacia dónde ir. Lía empezó a seguir aquello que le habló, caminaba con un poco de dificultad por alrededor de la montaña, sus pies se enterraban en la nieve, por un momento la sombra desapareció frente a una entrada. – ¡Esa debe ser la entrada de la montaña, la de mi sueño! Y esa sombra…hizo una pausa, se puso un poco pensativa y dijo: –También la he soñado. -La joven se acercó y se dio cuenta que era muy angosto, así que se puso a medio lado y entró. –No logro ver nada, está muy oscuro todo. –expresó la chica. De repente se escuchó un grito que venía de adentro de la montaña: – ¿Qui
- ¡Gina ven a ver esto! Orlando está buscando a Lía, comunícate con ella y dile que no salga de dónde éste. –desesperado dijo Alonso a Gina, al ver una publicación en la web donde Orlando ofrecía una recompensa al que tuviera información sobre ella. Gina se apresuró y la llamó con el holograma, esta le contestó con la boca llena, se estaba comiendo las manzanas que había recogido. Antes de que Gina le dijera algo le contó que conoció al guardián, que por cierto era una chica que le caía mal por recibirla cómo lo hizo, su amiga arrugó la cara y empuñó sus manos en señal de querer golpear a Jo, ya después se calmó y le dijo lo de Orlando. – ¿Con quién hablabas? –Con mi amiga Gina, ella dice que no vuelva, Orlando me está Buscando. –Sí, ya vi la publicación. –Pero ¿cómo has podido enterarte? -desconcertada le preguntó, ella no sabía que la guardiana estaba
En el quinto día de entrenamiento, se dio cuenta que una nave la estaba siguiendo; Lía se escondió debajo de la nieve, pero fue inútil, la habían visto. Era uno de los guardias de Orlando, Jo que siempre la vigilaba no se dio cuenta, la chica tampoco le comentó lo sucedido.El soldado de la nave de inmediato le aviso a Orlando que había visto a la futura Rapsodia en Invernal Dos, pero este solo le dijo con una tranquilidad: -Así que ya sabemos dónde se esconde la jovencita.- ¿Señor quiere que reúna algunos hombres para traerla?Orlando mientras se le aparecía en el rostro una sonrisa macabra, dijo con la cabeza que no; no quería correr el riesgo de que se escapara, lo más importante para él, era saber su ubicación, ya que su científico descubrió la forma de que él pudiera usar las armaduras, y volverse inmo
-Amiga aprendí muchas cosas, una de ellas fue montar a caballo, es genial, ¡Mira a Jobdan es tan lindo! -le contaba Lía entusiasmada a Gina por hologrollamada, también le mostraba a Jobdan, quien se encontraba comiendo manzanas del árbol que estaba cerca de la cueva. Le pidió disculpas por no contestar sus llamadas, le explicó el por qué: -Jo no quería que me distrajera mientras entrenaba; solo tengo derecho de llamar una vez al mes. -Gina le dijo que era muy importante lo que tenía que decirle, por eso intentaba comunicarse todos los días. -Orlando a publicado que tiene a la señora Mónica, te da dos meses para entregarte, bueno ya queda uno. Matará a tu madre si no la haces. -Lía se entristeció y solo deseó entregarse, Gina al verla en ese estado intentó cambiar la conversación. - ¿Cuándo me presentarás a la groser
Jo estaba recostada en el V.T.C.1. tenía la esperanza de que volviera Lía, era muy orgullosa para ir en busca de ella. Para pasar el tiempo tomó su dispositivo de información y se enteró de algo aterrador, Orlando se dirigía a Merical montado en su caballo, lo acompañaba un ejército.La tropa de Estela caminaba hacia el sur, la de Orlando avanzaba hacia el norte, en esa dirección se encontraba el reino de Merical. Estela, Orestes y Marta iban por tierra montados en sus caballos dirigiendo sus ejércitos, Orlando era el único de su bando que iba por el suelo en su caballo, Saskia, Marcos, Fernando y Maximiliano iban por aire en naves.El rey de Masonia tenía el doble de armas; llevaba consigo unos robots gigantes de tres metros de altos, con armas de todo tipo. La reina al ver esto dijo: -Amigos míos gracias por apoyarme, para mí es un honor pelear con usted
-Falta poco tiempo para que tu hija aparezca Mónica, seis días, y si no, cortaré tu cabeza.-Eres un desgraciado Orlando. -dijo la reina Estela; las capsulas de los reyes prisioneros se encontraban cerca de la de Mónica.-Como vuelvas a insultarme Estela, juro que te mato. -dijo con rabia. -Vamos Lía intenta subirte en el caballo.- ¡Jo es incómodo! –dijo arrugando la cara.-Mocosa deja de quejarte, tienes que tener presente que Orlando es un maldito loco asesino. -hablaban Jo y Lía, la Rapsodia ya estaba entrenando con la armadura puesta, tenía tres días haciéndolo, era un poco pesada, aun no podía controlarla, Jo antes de enseñarle su poder, tenía que primero mostrarle como controlarla, todo lo que entrenó meses atrás lo hacía con la armadura ya puesta, era como si volviera a empezar.
-Señorita Lorday alias la Rapsodia. -dijo Orlando mientras se levantaba de su trono con una sonrisa de oreja a oreja. -Claro que cumpliré con mi palabra, ahora mismo mando a traer a tu madre. ¡Guardias! –gritó- traigan ante mí a Mónica. -Orlando sabía que Lía ya no podía escapar, la tenía en su castillo sin escapatoria.-Mi majestad aquí está la mujer. -dijo el guardia mientras se acercaba con Mónica, Orlando ordenó que la dejaran delante de Lía.- ¿Por qué has venido? este hombre está loco. -dijo la mujer en sollozos a su hija, pero Orlando con rabia dijo, que se callara, porque si no le iba a sacar la lengua.-Madre has silencio. -Mónica quedó desconcertada al escuchar la voz de Lía. La detalló bien y vio que tenía los ojos azules; sorprendida dijo en un susurró: - ¿
Jo gritaba el nombre de Lía a todo pulmón, pero no respondía, buscó desesperada por todos lados, no había señal de ella. Tomó la armadura y bajó por las compuertas, cuando se vio rodeada de Alonso, Esteban, Melissa Gina, Luis y Marlene, solo pudo decir aterrada: - ¡Lía no está, no está en la nave!- ¿Cómo así, no venías con ella? –preguntó Gina preocupada.-Sí, hace unos minutos la dejé allí, no la quise despertar. Quise explorar todo, pero al devolverme ya no estaba.-Bueno vamos a calmarnos, miremos las cámaras, veremos realmente que pasó. –dijo Esteban. Fueron hasta el cuarto de vigilancia.-Se la han llevado los guardias de Orlando. -Gritó Alonso.Los soldados lograron dar con ella porque el guardia que estaba en la nave en el momento de la requisa, y antes d