Pasaron los días, Orlando estaba a punto de lograr uno de sus cometidos ahora con el apoyo de Maximiliano y de Fernando todo sería más fácil, pero sus soldados buscaró por todos los rincones de los reinos sin dar con ninguna de las armaduras.
Lía ayudaba en la cocina a su mamá, trataba de ganarse su perdón. Su madré la castigó el día que llegó tarde de casa de Alonso, le prohibió usar por todo un mes la motoexpor y salir de casa solo a la escuela –. Tocaron el timbre. Mony la asistente abrió –Buscan a Lía –dio la razón, la chica fue hasta la puerta.
– ¡Hola buenos días! ¿Es usted la señorita Lía Lorday? –preguntó un joven que traía una nota de Alonso.
–Sí, soy Lía Lorday, ¿Para qué sería? –preguntó desconfiada.
–Le traigo una nota del doctor Alonso. –dijo el joven casi que en susurro.
–¡Ah sí, muchas gracias!
– ¿Quién era? –preguntó Monica, Lía solo le dijo que era un vendedor ofreciendo unos productos. La chica
Un jovencito estaba preocupado por el futuro de Merical, trataba de buscar soluciones con su madre la reina Estela, ya que el reino de Invernal dos y Pulcaria se habían unido en la idea descabellada de Orlando. – ¿Madre, usted cree que nos ataquen para invadir nuestro reino? – ¡No se Esteban, ahí un 90% de probabilidad! Trataré de hablar con los otros reyes, para que no caigan en el juego de Orlando. Estela programó una visita al reino de Amilca y Androlia, necesitaba aliados para combatir por si Orlando atacaba Merical. Primero fue al reino de Amilca a hablar con el rey Orestes Garzot; un hombre de honor, apegado a la ley; amable con todos. Estaba a punto de cumplir 50 años; su cabello estaba canoso, tenía una barba larga que casi se tornaba gris, alto, contextura gruesa, a pesar de la edad era muy activo y sano. Vivía con su esposa la reina Sofía de 40 años, una mujer educada, y como no, antes de ser la esposa de Orestes y reina de A
Orlando llegó al calabozo, se dirigió al hombre con gestos sobre actuados y fingiendo simpatía: – ¡Muy buenas! ¿Así que usted se sabe la historia de las armaduras? Pero no sé su nombre, que mal educado soy. –aquel hombre se le notaba que le había ido mal en la vida, era un alcohólico que un día desapareció de su hogar por motivo del vicio. –Mi nombre es Santiago Lorday –. Santiago era familiar de Lía, era primo lejano, tenía la misma edad de Henry, pero por causa del alcohol, se veía viejo. –Me han dicho que usted tiene mucha información sobre las armaduras sagradas, ¿es eso cierto? –Santiago que aún tenía el alcohol en su sangre le contestó con la lengua enredada: –Sí mucho, mi familia sabe dónde se encuentra la de acero, en un mapa lo muestra. De nuestra familia también saldrá el Rapsodia. Las demás armaduras están fuera de nuestro mundo. –El hombre hablaba como si le dieran cuerda. – ¿Cómo así que de su familia saldrá el Ra
- ¡No mamá, que hiciste! –Lía llamó por holograma de inmediato a Gina: – ¡Mi madre no está en casa, estoy segura que se la llevó Orlando! –Cariño tranquila ven a mi casa, usa la telita, es más rápida… –Fue interrumpida por Lía diciendo: –Espera... ¿El qué? –La tele-transportadora que te di, le puse telita porque es chiquita. –contestó Gina rascándose la cabeza y con una sonrisa de pena. –Tú y esos nombres que le pones a tus inventos. –Bueno, si, como te decía, cuando llegues a mi casa nos vamos a la de Alonso. Colgaron las llamadas, Lía se quedó en el piso llorando antes de ir a casa de su amiga, se repetía que no iba
- ¡Oh esto que siento no puede ser normal, la armadura tiene que estar por aquí! –de la nada escuchó una voz que le susurraba: –Lía por aquí. –luego se dio cuenta que no solo era una voz, sí no que era una sombra que le señalaba hacia dónde ir. Lía empezó a seguir aquello que le habló, caminaba con un poco de dificultad por alrededor de la montaña, sus pies se enterraban en la nieve, por un momento la sombra desapareció frente a una entrada. – ¡Esa debe ser la entrada de la montaña, la de mi sueño! Y esa sombra…hizo una pausa, se puso un poco pensativa y dijo: –También la he soñado. -La joven se acercó y se dio cuenta que era muy angosto, así que se puso a medio lado y entró. –No logro ver nada, está muy oscuro todo. –expresó la chica. De repente se escuchó un grito que venía de adentro de la montaña: – ¿Qui
- ¡Gina ven a ver esto! Orlando está buscando a Lía, comunícate con ella y dile que no salga de dónde éste. –desesperado dijo Alonso a Gina, al ver una publicación en la web donde Orlando ofrecía una recompensa al que tuviera información sobre ella. Gina se apresuró y la llamó con el holograma, esta le contestó con la boca llena, se estaba comiendo las manzanas que había recogido. Antes de que Gina le dijera algo le contó que conoció al guardián, que por cierto era una chica que le caía mal por recibirla cómo lo hizo, su amiga arrugó la cara y empuñó sus manos en señal de querer golpear a Jo, ya después se calmó y le dijo lo de Orlando. – ¿Con quién hablabas? –Con mi amiga Gina, ella dice que no vuelva, Orlando me está Buscando. –Sí, ya vi la publicación. –Pero ¿cómo has podido enterarte? -desconcertada le preguntó, ella no sabía que la guardiana estaba
En el quinto día de entrenamiento, se dio cuenta que una nave la estaba siguiendo; Lía se escondió debajo de la nieve, pero fue inútil, la habían visto. Era uno de los guardias de Orlando, Jo que siempre la vigilaba no se dio cuenta, la chica tampoco le comentó lo sucedido.El soldado de la nave de inmediato le aviso a Orlando que había visto a la futura Rapsodia en Invernal Dos, pero este solo le dijo con una tranquilidad: -Así que ya sabemos dónde se esconde la jovencita.- ¿Señor quiere que reúna algunos hombres para traerla?Orlando mientras se le aparecía en el rostro una sonrisa macabra, dijo con la cabeza que no; no quería correr el riesgo de que se escapara, lo más importante para él, era saber su ubicación, ya que su científico descubrió la forma de que él pudiera usar las armaduras, y volverse inmo
-Amiga aprendí muchas cosas, una de ellas fue montar a caballo, es genial, ¡Mira a Jobdan es tan lindo! -le contaba Lía entusiasmada a Gina por hologrollamada, también le mostraba a Jobdan, quien se encontraba comiendo manzanas del árbol que estaba cerca de la cueva. Le pidió disculpas por no contestar sus llamadas, le explicó el por qué: -Jo no quería que me distrajera mientras entrenaba; solo tengo derecho de llamar una vez al mes. -Gina le dijo que era muy importante lo que tenía que decirle, por eso intentaba comunicarse todos los días. -Orlando a publicado que tiene a la señora Mónica, te da dos meses para entregarte, bueno ya queda uno. Matará a tu madre si no la haces. -Lía se entristeció y solo deseó entregarse, Gina al verla en ese estado intentó cambiar la conversación. - ¿Cuándo me presentarás a la groser
Jo estaba recostada en el V.T.C.1. tenía la esperanza de que volviera Lía, era muy orgullosa para ir en busca de ella. Para pasar el tiempo tomó su dispositivo de información y se enteró de algo aterrador, Orlando se dirigía a Merical montado en su caballo, lo acompañaba un ejército.La tropa de Estela caminaba hacia el sur, la de Orlando avanzaba hacia el norte, en esa dirección se encontraba el reino de Merical. Estela, Orestes y Marta iban por tierra montados en sus caballos dirigiendo sus ejércitos, Orlando era el único de su bando que iba por el suelo en su caballo, Saskia, Marcos, Fernando y Maximiliano iban por aire en naves.El rey de Masonia tenía el doble de armas; llevaba consigo unos robots gigantes de tres metros de altos, con armas de todo tipo. La reina al ver esto dijo: -Amigos míos gracias por apoyarme, para mí es un honor pelear con usted