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Todos los capítulos de Helena muriendo (6to Libro): Capítulo 1 - Capítulo 10
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CAPÍTULO 1
Marco caminó hasta la línea de árboles que separaban el bosque de la antigua casa. No podían verlo allí, y nadie en su familia imaginaba que podía estar tan cerca, pero él veía cada movimiento, cada palada de tierra mientras el ataúd bajaba hasta su eterno descanso.Adentro estaba la niña de sus ojos, su hermana, la persona a la que había amado y habría protegido con su propia vida… si hubiera podido. Pero no. Él, que era el más poderoso de los hombres del Imperio, sólo había alcanzado a rugir su dolor mientras recibía aquella noticia.<
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CAPÍTULO 2
Marco solo necesitó avanzar una decena de metros, guiado por los gritos. No se necesitaba mucha imaginación para saber qué era lo que estaba a punto de suceder, y no estaba dispuesto a permitirlo. En el suelo la muchacha luchaba con todas las fuerzas que tenía, y sobre ella, el maldito bastardo la golpeaba sin poder controlarla. Marco cerró el puño y lo descargó contra la mandíbula, haciendo que el hombre volara un par de metros antes de caer, maldiciendo de dolor. Pudo terminarse ahí, uno noventa y dos de estatura y noventa kilos eran más que suficientes para intimidar y mantener la pelea a raya,
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CAPÍTULO 3
 Debían pasar de las cinco de la madrugada cuando Marco dejó atrás el Abadon. Caminó por los muelles aparentemente sin rumbo fijo, mientras su mente divagaba entre el cuerpo lastimado de Helena y cada una de las lágrimas que había derramado entre sus brazos. Era estúpido sentirse así, después de todo no la conocía… al menos no personalmente. Y había resultado ser diametralmente distinta de lo que había esperado. La muchachita mimada se había defendido como una fiera y él respetaba eso.

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CAPÍTULO 4
Helena intentó despertar. Sentía el cuerpo entumecido y muy pesado, como si hubiera estado corriendo durante toda la noche y no tuviera fuerzas para mover ni un músculo. Abrió los ojos despacio y lo primero que vio fue el portillo circular por donde se escurría un poco de luz, y se dio cuenta de que aunque su cuerpo no se hubiera movido ni un centímetro desde hacía horas, su mente se había dormido reviviendo aquella horrible persecución.Lo único que la tranquilizaba, que la anclaba a una realidad donde estaba segura y a salvo, era aquel calor que se extendía contra su espalda. Aquel calor t
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CAPÍTULO 5
— Que no. — dijo ella din dudarlo — Samuel puede ser la peor persona del mundo y se merece todo lo que le pasó… pero no creo que tú te merezcas lo que se sentiría lastimar a otra persona. La expresión de Marco se suavizó sin que se diera cuenta. Había algo tan noble y tan hondo en su preocupación por él, que casi lo hacía sentirse un poco humano.— No, no lo hice. — aseguró tendiéndole la
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CAPÍTULO 6
Miró el pequeño reloj una y otra vez mientras intentaba decidir qué hacer. El Abadon estaba a treinta metros y por la actividad de la tripulación parecían a punto de zarpar. Faltaban cinco minutos para las seis, pero aunque hubieran faltado cinco horas Helena se habría sentido de la misma manera. Quería subir; tomar su pequeño bolso de viaje y pasar más de una semana olvidada del mundo, navegando en aquel barco. Pero estaba él. Marco Santini.

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CAPÍTULO 7
Su mano era ancha y poderosa, podía sentirla, abierta y posesiva contra su espalda mientras la abrazaba. Cada terminación nerviosa de Helena parecía reconocerlo, parecía perderse en ese beso que más que cerrar los ojos la hacía olvidar que el mundo debía seguir girando. Marco se separó de su boca con delicadeza, casi con reticencia… pero fue como si en un segundo se diera cuenta de lo que había hecho y se apartó bruscamente.

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CAPÍTULO 8
Marco abrió los ojos de golpe cuando el primer rayo de sol le hirió los párpados, y se levantó de un salto, con el extraño sentimiento de que algo le faltaba. Miró alrededor y no pudo ver a Helena por ningún lado, aunque el olor a lavanda fresca que era tan natural en ella todavía no había desaparecido de la almohada. Y se reclamó por sentirse así, no había razón para extrañarla o sentir su ausencia, de cualquier manera no era como que pudiera bajar del barco.Se fue a su camarote y se aseó con ligereza mal disimulada. Se pu
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CAPÍTULO 9
Cuando por fin subieron de nuevo al bote, casi dos horas después, Helena pudo decir que realmente había disfrutado el paseo, en especial porque ningún tiburón se había asomado a mordisquearla. Se envolvió en una toalla y se sentó con las piernas recogidas, dándose un segundo para admirar a Marco. Sí, “admirar”, no había otra palabra. Tenía la piel bronceada y los músculos definidos, aunque no se veía exageradamente musculoso. Más bien era su tamaño el que impresionaba, las proporciones justas en los lugares adec
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CAPÍTULO 10
Había algo de urgente y de delicado, había algo contradictorio en aquella manera en que Marco buscó su boca para besarla, como si le costara trabajo contenerse, y a la vez sólo quisiera dejarse llevar. Tenía sus manos en su cuerpo, pero su mente estaba en otro lado, estaba librando la más brutal de las batallas consigo mismo.La tocaba como si fuera a romperse de un momento a otro, y la tensión en cada uno de sus músculos no era precisamente por la excitación.

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